Dron Altrump es un desacreditado personaje al que le patina el coco y de paso anda mal de la cabeza, no es un ave, no es una bala ni contimás un avión sino un personaje que no de la historia sino de la historieta.
Adivina adivinador quién será él o acaso quién cree ser; para más datos es maleducado y desabrido, aguado, no sabe de valores sino de tarifas, su fuerza bruta y brutal -valga la hipérbole- está orientada a someter a los demás, al resto del mundo; supone que todas las riquezas doquiera se encuentren les pertenecen.
Dada la historieta de marras y a partir de la cual, es de averiguar cuál es el verdadero orden internacional porque Dron califica a su antojo a todos los países; tiene una consideración errónea de lo que es democracia pero se cree el papaupa de tal aunque se sostiene en una añeja constitución que data de más de 200 años la cual es contentiva de apenas 7 artículos y 2 ó 3 docenas de enmiendas las cuales dispone cada vez que se le para el maruto; mejor decir que esa añeja constitución es una colcha de retazos y, por cierto, no consultada con su pueblo sino que fue elaborada por la élite de entonces otrora, por lo que, ¡bah!
Su hábito más frecuente es el de crear tensiones entre potencias menores, que no son pocas, contimás apabullar a los más débiles militarmente aunque éstos sean moralmente mayores potencias que las aludidas.
Dron patea el tablero cada vez que le da la gana y, por añadidura, es el paterfamilias de varios droncitos asesinos con los cuales él pretende eliminar a la "horma de su zapato", dada su mayúscula intolerancia.
