Cisnes blancos: un gesto de paz de Putin para América

Hitler, entonces líder de la poderosa Alemania, en su concepción de la superioridad de la raza aria, veía en los comunistas y los judíos, una poderosa razón para justificar su cruzada de exterminio contra unos y otros. En ambos, veía una amenaza inusual y extraordinaria para los ideales religiosos, morales, económicos y hasta de sobrevivencia del fascismo alemán e incluso, hasta de la propia Europa de aquellos años. El discurso de la guerra, que se hizo habitual para Hitler y sus acompañantes en funciones de gobierno, fue permeando hacia sus seguidores y seguidoras, quienes –prontamente- comenzaron a perseguir a judíos y comunistas por igual, odiar y hasta asesinar a todo sospechoso de ser judío o comunista. Poco a poco, el discurso anti judíos y anticomunistas, con toda su carga de odio, se fue convirtiendo en el motor de empuje de la actividad de los seguidores del nazismo. Al punto, que el discurso se convirtió en terror al entrar en escena toda la propaganda nazi en los medios de comunicación, existentes para entonces, diarios, tv y radio. Joseph Goebbels, ministro de propaganda del gobierno nazi, se encargó de organizar y crear matrices de propaganda cuyo único objetivo no era otro sino exacerbar el odio y la xenofobia contra judíos y comunistas. Una vez lograda la siembra de los estímulos aversivos de manera repetida y consuetudinaria sobre la población alemana, sobrevino el exterminio, los campos de concentración, Auschwitz, y finalmente Stalingrado, donde el nazismo encontraría su fin.

Por estos tiempos que corren, la República Bolivariana de Venezuela, es sometida -al igual que judíos y comunistas- a una operación propagandística de tipo goebeliana para estimular en el mundo, la idea de que esta nación independiente vive en dictadura. Sus ciudadanos y ciudadanas, están oprimidos y oprimidas por una tiranía, por ende, el mundo debe unirse en una cruzada para liberar al pueblo venezolano de esa tiranía. Nada distinta, la actuación imperialista del gobierno de los EEUU, de la que promoviera Hitler contra judíos y comunistas. No siendo, los judíos un problema para el imperialismo estadounidense, entonces se acusa a Venezuela de comunista. La salida, para liberar a Venezuela de la "dictadura" comunista, una vez fracasados diversas tentativas de golpe de Estado, aupados desde Washington, anuncia desde la Casa Blanca el propio presidente de la nación imperial, Donald Trump, la intervención militar multilateral, valga decir: la intervención militar de un conjunto de países de la región, encabezada por Colombia, Brasil, Ecuador, Perú, Argentina, Guyana, Paraguay. Al trasfondo, los propios EEUU, quien con sus bases militares estacionadas en la región, 47 en total o más, y su IV Flota naval, serviría de apoyo a las tropas en tierra de los países que han declarado su enemistad con la patria del Libertador, que los liberó del colonialismo español, Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar Palacios Ponte y Blanco. Más allá de los océanos que nos separan, el imperialismo europeo también se une a la tentativa guerrerista fascista. Tal nivel de potencias agrediendo una nación libre y soberana, como lo es Venezuela, no tiene antecedentes en la historia de la Humanidad.

Pero, como bien decía el Padre Libertador, Simón Bolívar, "Lo mismo es para Venezuela combatir contra España que contra todo el mundo entero, si todo el mundo la ofende" (Carta de Bolívar a Juan Bautista Irvine, 7 de octubre 1818). El pueblo, se ha mantenido en resistencia heroica contra campañas violentas de terror, expresadas en las güarimbas de 2014 y 2017; saboteo de importantes servicios públicos como luz, agua y gas; paro continuado del transporte público prestado por privados; una incesante y pujante guerra económica que pulveriza el ingreso de los venezolanos y venezolanas, combinado con un inclemente y criminal bloqueo financiero imperialista que le impide al país adquirir medicinas, alimentos e insumos para su maquinaria y parque automotor. Aunado a una brutal guerra mediática internacional, que procura sembrar en el colectivo internacional la falsa imagen de una Venezuela en dictadura, que les violenta sus derechos humanos a su ciudadanía; quienes, ante tal atrocidad, huyen despavoridos del país, creando una crisis migratoria regional hacia los países vecinos y ante la cual, la respuesta pertinente sería la de una intervención militar multilateral contra Venezuela para restituirle su "democracia". No obstante, las sucesivas derrotas que en el terreno democrático-electoral les ha dado el pueblo, gobierno e instituciones bolivarianas, esa entente, dirigida por el imperialismo estadounidense insiste en poner sus garras sobre la nación venezolana, sus importantes reservas energéticas y mineras. Y, lo más importante, destruir ese "mal ejemplo" para los pueblos del mundo que es, sin duda, la Revolución Bolivariana y todos sus avances sociales, democráticos y políticos. Frente a esa entente del mal, Venezuela se ha levantado como un muro inquebrantable de dignidad y soberanía, que los pueblos del mundo comienzan a ver como un buen ejemplo a seguir.

Venezuela, es un referente de primera línea para los pueblos en el mundo multilateral. Todo el sistema de alianzas, construido en los años de vida del Comandante Chávez, se ha mantenido y cultivado en tiempos de gobierno del Hno. Presidente Reelecto Nicolás Maduro, incluso, se ha fortalecido con nuevas alianzas como es el caso de la relación con Turquía, país con alto nivel de desarrollo que lo lleva a estar entre las primeras diez economías del planeta, pero que además es miembro de la OTAN, correspondiéndole el segundo lugar después del ejército imperialista de EEUU, como el de mayor número de miembros y mejor equipados del mundo. Es en base a esa relación con el nuevo mundo multilateral, y ante las tentativas de una nueva agresión contra la patria de Bolívar y Chávez, que el Hno. Presidente Nicolás Maduro, el pasado 5 de diciembre vuela a Rusia para entrevistarse con el Presidente de aquella poderosa nación, Vladimir Putin. No solo asuntos en materia económica, el Plan de Recuperación, energía y política internacional, centraron la atención de ambos líderes mundiales, sino que, el tema militar, la cooperación en esa materia fue objeto de consideración. Putin, un estadista de amplia experiencia y conocimiento pleno del lenguaje imperialista de los EEUU, ya en conocimiento de fuente confiable (Presidente Maduro) sobre los planes de ataque a Venezuela, desde Moscú lanza una advertencia a los guerreristas seguidores de la palabra imperialista del gobierno de Trump, después de felicitar al Presidente Maduro por mantener "sus esfuerzos dirigidos a lograr el entendimiento mutuo en la sociedad y todas sus acciones encaminadas a la normalización de las relaciones con la oposición", concluye Putin con su advertencia: "Por supuesto, condenamos cualquier acción que sea claramente de naturaleza terrorista, cualquier intento de cambiar la situación con la ayuda de la fuerza"…

Putin, un Estadista de primera línea, en pleno conocimiento del lenguaje belicista imperialista y, a sabiendas que el escenario intervencionista está en pleno desarrollo; habida cuenta, que los medios de comunicación imperialista ya han preparado el terreno en su misión de sembrar odios y divisiones entre los pueblos de la región, para luego instigarlos a enfrentarse con las armas. Requería hacer realidad su palabra de condena a toda tentativa "de naturaleza terrorista" para cambiar el gobierno Constitucional y Democrático de Venezuela, enviándoles un mensaje contundente que le permitiera contrarrestar la envalentonada entente, encabezada por el imperialismo estadounidense. Un disuasivo, tan contundente y persuasivo, que ponga a pensar a sus potenciales autores sobre las consecuencias que tendría una aventura militar contra la República Bolivariana de Venezuela. Que Rusia, no se desentendería de su apoyo a Venezuela, tal cual se tratase de la hermana República Libre de Siria. Y, de su experiencia en Siria tomó una de sus principales armas empleadas contra los paramilitares imperialistas estadounidenses del Estado Islámico derrotados, los bombarderos estratégicos Tupolev Tu-160M2. Los denominados por los pilotos rusos como Cisnes Blancos. Siendo ésta, la segunda visita que hacían los reconocidos bombarderos a Venezuela; ya, en 2008, tocaron pista y cielos venezolanos creando nerviosismo extremo en las fuerzas imperialistas que respondieron con la reactivación de la IV Flota, aquel año.

Para interpretar a profundidad el mensaje de Putin, importante precisar que los Celtas creían que los Cisnes se llevaban volando las almas de los muertos para dejarlas a salvo en el otro mundo, siendo aves proféticas, mensajeras del mundo del más allá y de la paz eterna, de amor y reencarnación. Se las consideró siempre, aves de buen agüero y eran respetadas por los pueblos Celtas, incapaces de matarlas. En Roma, se les consideraba símbolo de vigilancia y alerta porque los gansos del templo de Juno, en el Capitolio, dieron la voz de alerta que permitió a Roma librarse de la invasión de los Galos. El cisne es desafiante cuando defiende su territorio, y majestuoso y sereno cuando reposa. Vaya mensajes, está enviando Putin a quienes en su arrogancia desafían interrumpir la paz que reina en Venezuela.

Una vez, de vuelta a Venezuela el Hno. Presidente Maduro, devela el nuevo plan terrorista que va encauzar el imperialismo de EEUU contra la paz nacional. A la cabeza de dicha tentativa terrorista, el presidente Trump ha colocado al belicista John Bolton, a quien recordaremos siempre como un aliado indiscutido del terrorismo internacional, y del Estado Islámico en particular. El mismo Bolton, que funge como Asesor de Seguridad Nacional del presidente Trump. Sí, el mismo que el pasado 22 de agosto del presente año acosaba al Gobierno del Hno. Bashar al Assad: "… si el régimen sirio usa armas químicas, responderemos con mucha fuerza y ellos realmente deberían pensar sobre esto hace mucho tiempo", y, efectivamente, los terroristas del Estado Islámico tomaron nota de la orden y procedieron a ejecutar un ataque químico que justificaría el posterior bombardeo imperialista, ordenado por Trump, sin el aval del Congreso de los EEUU. Sí, el mismo Bolton con quien se reuniera Putin el pasado mes de octubre en Moscú, para hablar, entre otras cosas, de la intención de Estados Unidos de retirarse del tratado con Rusia de eliminación de misiles nucleares de mediano y corto alcance (INF, por sus siglas en inglés). El mismo Bolton, a quien en son de broma el Presidente Putin le preguntaría sobre el águila que aparece en la insignia estadounidense, el animal que sostiene con sus garras una rama de olivo en representación de la paz, en una, y trece flechas en la otra: "¿Tu águila se ha comido todas las aceitunas y solo le quedan flechas?"…

 

Caracas, 19-12-2018

 



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Henry Escalante


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