Nunca es triste la verdad,
Lo que no tiene es remedio
Joan Manuel Serrat
A pocas horas para finalizar el año, me encontré un buen amigo; empedernido lector, siempre preocupado por los problemas de nuestro país; crítico de la política económica del gobierno, sin llegar a emitir opiniones enfermizas, que muchas veces dejan heridas muy profundas, difícil de subsanar, producto de la manía de opinar sin analizar los agobiantes problemas económicos del mundo, la verdadera "guerra" del momento del cual no escapa ni los Estados Unidos. En esta oportunidad llegó con una inquietud ¿Qué te parece el cierre del gobierno estadounidense, provocado por el empeño de Donald Trump, de hacer un muro? Le respondí en voz baja para salir del apremio: "Pregúntale a Rodrigo Cabezas, ese si sabe de Economía" Largó una sonora carcajada, parecía andar con la chispa del buen humor encendida; me quedé sorprendido viéndolo reír con tantas ganas; momento que aproveche para cortar la conversación y marcharme.
Los Estados Unidos, tierra soñada y adorada por muchos ilusos, que viven buscando la manera de embarcarse hacía allá, así sea montado arriba de un tiburón, con tal que los deje en cualquier playa de este extenso territorio, se encuentra en estos momentos atravesando lo que llaman el cierre parcial del gobierno, afectando algunos departamentos, colocando a más de 800 mil empleados federales contra la pared. Estoy seguro que Rodrigo Cabezas, excelente exponente sobre problemas económicos; preocupado por los de Venezuela, tiene una brillante oportunidad para darnos una clase sobre este nuevo apuro de un número importante de estadounidenses, y así ayuda a saciar la inquietud de muchas personas sobre este tema–incluyendo al que escribe–más, cuando en estos momentos los encendidos defensores del capitalismo, no ofrecen detalles para conocer la dimensión del enmarañado paro; dilema que puso al polémico Donald Trump, a caminar en tierras movedizas, y cuidadito, sino le cae el muro encima.
Sin embargo, por encontrarnos todavía bajo los efectos del periodo de vacaciones, y los fuertes latigazos del dólar, el cual no deja a muchos conocedores de esta materia emitir opiniones acertadas, y convincentes, me he visto en la necesidad de aplacar mi curiosidad, leyendo todo lo que ha salido en las últimas horas sobre este episodio, consciente que en algo nos va a golpear por el poder e influencia de tan buscada moneda. Para nadie es un secreto, que tenemos al país en estos momentos prácticamente dolarizado a pesar de todos los esfuerzos del fallecido comandante Hugo Chávez, y ahora de Nicolás Maduro, de enfrentarlo, pero los intereses de la oligarquía criolla, y los vende patria, cada momento buscan cualquier oportunidad para atarnos al poder imperial de los Estados Unidos.
En las últimas horas del 2018, quedó definido el por qué fue seleccionado por los eternos halcones de la guerra el Presidente republicano Donald Trump, sencillamente no se detiene en su empeño de imponer el poder del dinero por encima del razonamiento; a pesar de estar cuestionado por una serie de escándalos de su vida privada antes de ser electo, y los movimientos bélicos atizados en todo el mundo. La crisis de cierre parcial afectando algunos departamentos fue debatida en el congreso, sin acuerdos, quedando en el filo de la navaja los empleados al no recibir sus nóminas, quienes ven el precipicio con los cabellos levantados, como los peinados de moda de nuestra juventud, mientras Trump, a pesar del embrollo donde se encuentra metido no lo despeinan ni siquiera los peligrosos tornados de parajes estadounidenses. Ese abismo, que tanto hablan, es cavado por todos los males engendrados por el capitalismo en su afán de riqueza de una minoría dueña y señor de todo lo que huela a beneficios o la ganancia desmedida. Por esa razón se le "ocurrió" a Donald Trump, hacer un muro en la frontera con México, incitado por oscuros intereses entre bastidores.
Apenas comenzó el 2019, reinició la "batalla" por el muro; mandando para sus hogares a muchos trabajadores con las tarjetas vacías, y a otros con lo necesario para subsistir, mientras en el congreso sigue el tira, y encoge por resolver el cierre económico. Hasta los momentos no se vislumbra ningún acuerdo para ayudar aliviar la situación, tan preocupante que amenaza con profundizar las consecuencias por demás oscuras, para un sector importante de estadounidenses, sobre todo a los de abajo, como dice el refrán: "La soga siempre revienta por lo más delgado", y por la otra parte el inquilino de la Casa Blanca cada momento pisa en falso, y los halcones del gran capital, empiezan a mirarse con cara de preocupación, porque antes cualquier resbalón se lleva a más de uno al buscar algo para apoyarse, y no son precisamente ellos, los dispuestos a sacrificarse. Todo gira alrededor de los intereses de los grandes monopolios del capitalismo.