Luis Arce y David Choquehuanca extrañamente rompen el cerco mediático, la extrema derecha escatológica y golpista, al personajillo oscuro de opereta Luis Almargo. Por otra parte, con este triunfo resplandeció la verdad y no como lo hicieron saber los que se confabularon contra el triunfo de Evo en el 2019, expresando por todo el cañón que hubo fraude. En este sentido, en las fuerzas del golpismo, ahora todo es anarquía, desolación, huida, renuncia, lloriqueos. Ya la Sra. Añez solicitó al Departamento de Estado gringo 350 visas a sus más cercanos colaboradores, a sabiendas que están dejando a un país en estado ruinoso, bajo la secuela de la persecución política, racista, con un reguero de asesinatos y torturas sin esclarecer.
El triunfo de Arce, es el triunfo de Evo Morales a quien no mencionó bajo ningún aspecto durante toda la campaña, es más ni en el momento que fue embestido virtualmente como el ganador. No es poca cosa ganar con el 55,10%; mientras que su más cercano contendor Carlos Mesa lo hacía con el 28,83%; e inscritos en el padrón electoral de 7,3 millones, de los cuales sufragaron el 6.1 millones. Con estos contundentes resultados no cabe la menor duda que el MAS tiene un fuerte liderazgo en el seno del pueblo indígena, que siendo mayoritario, fue Evo el primer presidente de esa descendencia que llega al poder.
En ese país existe una grieta clasista, entre el MAS que es el partido representativo de los pobres y las minorías partidarios de la clase media, de lo más crispante del racismo, formado por los ultramontanos croatas, el nazismo, austriacos y alemanes. Por todo esto no era extraño ver a la presidentica de facto Jeannine Añez, asistir a reuniones ministeriales con un voluminosa biblia que a lo mejor nunca ha leído; o a un Luis Camacho exorcizando al pueblo rebelde indígena para sacarles a Satanás y no fuera directo al infierno. Una acción de lo más grotesca y más si ese alguien aspira a la presidencia de su país.
Evo Morales que fue uno de los artífices en la elección del 2019 para que la OEA asistiera al proceso y que una vez conocidos los resultados fue el primero, junto con Almagro a la cabeza torcer la voluntad del pueblo, desconociendo su triunfo. Ahora Evo ha dicho que "Almagro debe ser procesado e investigado y Añez debe demostrar si tiene y moral dejarse investigar y procesar por la responsabilidad que tienen en los lamentables hechos que dejaron miles de personas heridas, mutiladas, torturadas, desaparecidas y asesinadas por el régimen de facto que duró un año".
Nos llena de suspicacia que Trump y la Unión Europea feliciten a Arce, con el llamado a "trabajar en nuestros intereses conjuntos" y de esta manera lo han hecho desde sus espacios de poder organizaciones como la OEA, con Almagro a la cabeza. Esto es algo inusual que el Departamento de Estado y sus lacayos, cedan en las primeras de cambio. No vaya a ser que Lucho, como lo llama Evo, se presente con otras intensiones y sino que se lo pregunten a Lenin Moreno, que resultó ser un caballo de Troya, al traicionar a su mentor político Rafael Correa en Ecuador y que tantos traumas ha traído a ese hermano país.
Por otro lado Luis Arce ha dicho que hará un gobierno de de "Unidad Nacional"; ósea un gobierno de tirios y troyanos en medio de un acto de conciliación; donde incluirá a los sectores más retrógrados y recalcitrantes de Bolivia. En ese país lo que sí está planteado es una alianza política; socialista y antiimperialista. Ojala y al señor Arce, no permita que sea juramentado por la presidenta de facto Añez, porque estaría consintiendo el acto de fuerza que la llevó al poder.
Para el domingo 25 el presidente Evo Morales estará en Caracas asistiendo al programa AQUÍ CON ERNESTO a las 10 am dirigido por el conocido comunicador Ernesto Villegas; donde sacaría a la luz pública todas interrogantes que están en el ambiente y no vaya a ser que Luis Arce venga tocado por la CIA como lo hicieron con Lenin Moreno en Ecuador.
