"El drama de internet es que ha promovido al
tonto del pueblo como el portador de la verdad"
Umberto Eco
Antes la violación del Acuerdo de Minsk del 2014, para convertir a Ucrania en algo muy parecido a lo que está sucediendo con Colombia en nuestras fronteras por parte del imperialismo, con Joe Biden, como el agente provocador. El gobierno ruso al verse en un callejón sin salida, y con la amarga experiencia vivida al hacerle frente al ejército nazis, con lo que se conoce, como la GRAN GUERRA PATRIA, donde murieron 20 millones de soviéticos defendiendo a su país, no le quedó otra que, responder con las armas en las manos, y atenerse a las inevitables consecuencias que, iba a desatar el gran poder mediático y económico del gobierno estadounidense.
El expresidente George W. Bush, quien fue el representante directo del imperialismo del 2001 al 2009, ordenó la invasión de Irak, con el pretexto de tener armas químicas y todavía no han conseguido ni siquiera una muestra; ya que, el verdadero motivo era y sigue siguiendo el petróleo. Sin embargo, todo el mundo conoce las masacres, asesinatos, el saqueo descarado de las riquezas del patrimonio cultural de ese país, y en ningún momento vimos las voces que, en estos momentos se han convertido en piezas muy usadas, pero recicladas por el gobierno estadounidense para profundizar el odio, en contra del gobierno ruso, y a la vez aprovechar la coyuntura para tapar la grave crisis que, en estos momentos los ahoga.
Las guerras se libran en dos frentes: una en el sitio de los acontecimientos, y la otra por la vía mediática, donde los gringos son unos expertos creando los "famosos" (Fake News) hasta convertir a cualquiera persona desprevenida e incapaz de discernir la verdad, en un difusor de noticias diseñadas para determinados momentos, que, muchas veces se caen por su propio peso, pero, en el fondo dejan algo para crear la distorsión, la anarquía, y el desorden como estrategia imperialista muy bien explicado por Homar Garcés en su artículo. Precisamente en estos momentos los medios al servicio del gobierno de los Estados Unidos, han puesto la maquinara a funcionar con todas sus bacterias como el mayor recurso del conflicto, sin tocar –ni que fueran pendejos– el motivo, por el cual el presidente Vladimir Putin, tomo esa decisión.
Todo esto se parece al ataque mediático despiadado implementado en primer lugar, contra el comandante Chávez, desde el mismo momento de llegar al poder, y ahora tienen en la mira al presidente Nicolás Maduro Moros. Si, revisamos de donde salen las ráfagas mediáticas contra los gobiernos ruso y bolivariano, nos encontramos con el mismo aparataje, bajo la dirección de Washington. Empezando por la UE, hasta agarrar de la lista cualquier cachivache, aun, cuando sus cualidades se parezcan al mismo Guaidó, que, ni siquiera en juego le creen la mayor mentira fabricada exclusivamente para él, después del lavado de cerebro ¡Usted es presidente! Y solamente la muerte se la borrará, porque ha quedado para ingresar a la colección de chistes de los eternos jodedores.
Para el capitalismo salvaje promocionado, desde los Estados Unidos, parece no existir crisis, ni nada que se parezca. Las invasiones a Libia e Irak han pasado al olvido infinito, así, como desprecian la masacre al pueblo panameño donde dejaron más de 3000 muertos por los bombardeos en un barrio. La prioridad es la invasión mediática con un objetivo muy bien definido: tratar de esconder miles de problemas causantes directos de muertos todos los días por una sociedad en completa descomposición. Las estadísticas de fallecidos por drogas y armas son alarmantes, mientras se acercan lamentablemente al millón por la pandemia del Covid-19, ya que, todo ha seguido funcionando para producir dinero y los grandes favorecidos: los inversionistas.
Para el gobierno de Joe Biden, es tan importante la invasión mediática, que, la ha tomado, como un escudo protector, porque en el tiempo que tiene en el poder es poco lo hecho en bien de la población. Es tan así, que, las partes involucradas en el problema se encuentran en conversaciones urgentes para detener lo que puede desencadenar una guerra, lo que podemos llamar sin temor a equivocarnos (MIL PANDEMIAS AL MISMO TIEMPO) pero todas las informaciones son por demás breves, difíciles de precisar antes la avalancha desatada por la mediática imperial. El imperialismo a través del tiempo se ha paseado de invasión en invasión y en nuestras fronteras montaron un ensayo conocido como la guerra de los puentes –tienditas– donde los protagonistas principales fueron el expresidente Sebastián Piñera de Chile, Iván Duque de Colombia y la caricatura de Guaidó, el cual fracasó antes la valentía del bravo pueblo venezolano, a pesar de la guerra mediática impuesta por el gobierno de los Estados Unidos. Ahora, se repite la historia.
