El Sr. Josep Borrell, Comisionado de la Unión Europea para Elaciones exteriores, acaba de anunciar que Bruselas va a emitir bonos para un préstamo por €15.000 millones para dotar de armamento a Ucrania.
¿Es que después de ordenar la censura de toda fuente rusa aún se creen las mentiras de su prensa? Ucrania no puede ganar esa guerra, como acaba de afirmar el Secretario General de la OTAN, Mr. Jens Stoltenberg, por mucho armamento que le suministren. La OTAN tampoco. Rusia ha procedido con una operación militar que evita la muerte de civiles y destrucción de infraestructura civil. Por ello, Rusia la llama operación militar especial. Con esas limitaciones el avance es necesariamente lento. Atribuyo la equivocación de Mr. Stoltenberg al hecho de que la OTAN jamás ha utilizado ese criterio en los tantos países que ha atacado sin preocuparse por esas respetuosas limitaciones y procurando siempre hacer el mayor daño civil; para doblegar por el terror. Así el avance es más rápido.
Putin quiere evitar rencores entre Rusia y Ucrania, dos países hermanos, que pueden reunificarse.
Por eso Zelensky bajo las órdenes de Victoria Nulan, hace, tal como, en 1943, hicieron los nazis con Bandera &Co., tratando de fomentar rencores eternos entre esos dos países paridos por una misma historia.
En cuanto a gastar dinero que Europa necesita para recuperar su economía golpeada por el mal manejo de la Pandemia, es un gasto inútil. Como creen los Clausewitz de Bruselas que harán llegar a Mr. Zelensky las armas. Los puertos ucranianos en el Mar Negro ya están controlados por Rusia. El espacio aéreo sobre Ucrania también. Mandarlos por carretera desde Polonia además de que puede provocar un legítimo ataque ruso y hacer estallar una Tercera Guerra Mundial. Me imagino la resaca (hang-over) sobre los errores cometidos cuando se despierten en su nueva realidad al día siguiente.
La única gente que va a ganar algo con ese enorme préstamo europeo son los fabricantes de armas de Estados Unidos. Otra locura de los dirigentes políticos europeos dedicados al servicio de la oligarquía política y económica norteamericana es creer que romper el tradicional papel de países neutrales de Suecia y Finlandia beneficia a sus Amos. Ese resultado irracional se impone mostrando espantapájaros en la prensa OTAN, para que una opinión pública engañada los acompañe en sus desatinos. Algo semejante al que nadie haya osado decir que otorgar por propaganda el primer premio a Ucrania en el concurso de Eurovisión es una grave injusticia contra los otros grupos musicales que participaron en el concurso. Sin ese favoritismo; es muy probable que el grupo español que en buena lid alcanzó el tercer lugar, es casi seguro que hubiese alcanzado la gloria del Primer lugar. Pero había que dar el triunfo a Ucrania para impresionar a la banda de descerebrados reunidos en Berlín para que con esa esa falsa impresión de popularidad de lo ucraniano en Europa favorezcan el ingreso de Suecia y Finlandia en la OTAN, como si la paz y seguridad europea fuese un frívolo concurso de popularidad. Sin decir jamás al público que ese ingreso solo va a traer sólo guerra e inestabilidad a Europa. Es probable que estalle un conflicto entre Rusia y Finlandia por el abandono de la neutralidad; porque el tratado de paz entre Rusia y Finlandia al final de la Segunda Guerra Mundial compromete a Finlandia a ser un país neutral.
Entrar en la OTAN ahora, después de desaparecida la Unión Soviética es declararse hostil a Rusia como país. Europa tiene deudas de gratitud cultural, científica y política con Rusia; como que Rusia puso los muertos para liberar a Europa de dos tiranos provenientes de países de la OTAN: Napoleón y Hitler. Lo honesto es reconocer que, no se puede concebir una arquitectura de seguridad europea, sin tomar en cuenta también la seguridad de Rusia. No hay forma de sacar a Rusia del concepto de seguridad europea.
Hay quien simula estar ciego para no ver que Rusia está allí, justo al lado de Europa y no es un país que pase desapercibido. Tiene un territorio de unos 17 millones de kilómetros cuadrados y 145 millones de personas con el ejército más moderno y poderoso del mundo. ¿Cómo se mejora la seguridad europea amenazando la seguridad de Rusia? Para Europa no es realista mantener las tensiones actuales con Rusia, quien de paso tiene bajo su control todos los recursos vitales para la economía europea.
¿Es que los dirigentes europeos no tienen claro que el gasoducto germano-ruso North Stream2 que reposa en el suelo del Mar Báltico es el que garantiza a futuro el suministro continuo y seguro de gas ruso barato para los habitantes europeos y sus industrias? Qué casualidad que por la indignación causada por la operación militar en Ucrania se haya aplazado la puesta en servicio de ese gasoducto europeo a causa de las sanciones impuestas por la burocracia de Bruselas impuestas por las mismas sanciones muy perjudiciales para Europa, impuestas con el pueril pretexto de no enriquecer a Putin comprándole su gas. ¿Es que se puede ser más tontos? ¿Es que antes ese gas ruso lo compraban por simpatía o por imperativa necesidad? A ese nivel ha bajado el sentido crítico de los europeos desde que por influencia de Washington se rebajaron las exigencias en los cursos de secundaria, que son los que forman en cultura general. Había que rebajar el nivel de conocimientos, para convertir a los europeos en una masa tan gulible y manipulable como los ignorantes College-drop-outs que polucionan con sus opiniones ignorantes a los Estados Unidos.
No hay duda de que la verdadera razón de esa puerilidad es tener un pretexto para comprar el gas que venden las petroleras norteamericanas que, sin la prohibición del gas ruso impuesto desde Bruselas, no podría nunca venderse en el mercado europeo porque es un 40% más caro que el gas ruso. Washington sabe que viene una grave crisis financiera mundial y que Europa no va a poder salir de la recesión económica con la que Bruselas la ha castigado sin abrir el grifo de la energía barata que se había prometido obtener con el gasoducto North Stream2 que transita por el suelo del Báltico, un territorio que la OTAN con la adhesión de Suecia y Finlandia va querer mantener bajo su jurisdicción. Cualquiera puede ver que esa adhesión tiene otros objetivos, que no es por cierto el mantenimiento de la paz y seguridad en Europa.
Al terminar la Guerra Fría, el equilibrio de seguridad europeo se rompió, cuando la OTAN, que ya no tenía excusas para existir tras la disolución del Pacto de Varsovia, Washington no sólo la mantuvo viva, sino que incluso expandió el papel del apoyo militar de los vasallos europeos de EE.UU. al evidente servicio de la hegemonía mundial de Washington. Peor aún, en aquel momento se rompió el freno de aquella ambición, porque no quedaba alguna otra organización militar en el mundo que pudiera controlar y equilibrar a la OTAN.
Eso causó un gran desequilibrio que permitió que la OTAN arrastrara a sus aliados para crear guerras que no tenían nada que ver con la seguridad europea como atacando en Afganistán o Somalia o directamente ponían en grave riesgo la seguridad e intereses europeos como en los alevosos casos de Kosovo y Libia.
Después de varias rondas de expansión hacia el este, la OTAN ha absorbido a bastantes miembros de la antigua Unión Soviética. Ya se ha demostrado que la expansión del bloque ha vuelto más peligrosa a Europa en lugar de hacerla más segura. Eso debieron entenderlo quienes fueron cómplices en el derrocamiento en 2014 del gobierno ucraniano legítimo de Víctor Yanukovich con las violencias en Plaza Maidan de Kiev, un golpe de Estado orquestado en persona por la Subsecretaria de Estado de Estados Unidos, Victoria Nuland.
Ese golpe de Estado es la causa evidente de la actual operación militar rusa en Ucrania. Aun así, la OTAN da la bienvenida a otra ronda de ampliación de la OTAN, ahora hacia el norte. Esa adhesión desequilibraría la seguridad de Europa que se volverá precaria.
El mapa geopolítico de Europa se está redibujando y Rusia tiene los medios económicos y militares para redibujarlo. Dejad que el oso siga tranquilo en su taiga sin hostigarlo.
Vladimir Putin ha demostrado ser un hombre de Estado, educado y más hábil y culto que todos sus adversarios occidentales.
Hace poco más de un año dio una conferencia en el Valdai Club donde señaló como sabio que, en chino la palabra crisis se escribe con dos ideogramas: peligro y oportunidad.
Finlandia, comparte una frontera de 1.340 kilómetros con Rusia, aún más larga que la frontera entre Rusia y Ucrania, si se une a la OTAN, será una escalada muy peligrosa. Hace unos días un cretino que gobierna uno de los tres países bálticos celebraba que el ingreso de Finlandia y Suecia en la OTAN convertiría el Mar Báltico en un lago de la OTAN. Es que ese descerebrado piensa que Rusia, la potencia nuclear que más lejos y rápido puede golpear con sus mísiles va a pasar por alto esa provocación justo a las puertas de Rusia. La posibilidad de un nuevo conflicto entre Rusia y la OTAN solo aumentará. Con Finlandia y Suecia en la OTAN, Europa no obtendrá otra cosa más que un equilibrio de seguridad más frágil.
Erdogan dijo que se opone a la admisión de Finlandia y Suecia en la OTAN, con el pretexto de que han dado abrigo a terroristas. El zorro turco parece que es el único dirigente político de la región OTAN que no bebe ni fuma.
Almería 14/05/2022