El domingo 19 próximo, Colombia tendrá que escoger entre Gustavo Petro, un hombre que fue antes electo Alcalde Bogotá y de allí llegó a ser Senador de la República, apuntalado en el excelente trabajo que hizo en aquel cargo, en el cual no dio muestra alguna de las cosas que de él dicen quienes intentan detener su avance y Rodolfo Hernández, un empresario colombiano que, en este momento, es promovido por el uribismo y todo lo que este representa.
"Fico" Gutiérrez, quien fue el candidato de Álvaro Uribe, que algo trascendente tienen que ver con el negocio sucio de la droga, sobre el cual no hay mucho que explicar, solo basta recordar que es el número 82 en la lista de la DEA, dejado en suspenso mientras, como decimos los cumaneses, "se le saca el futre" o se le usa para lo que sea, como meter 11 bases militares en un espacio donde eso no se justifica, salvo rodear a Venezuela y al final, por intermedio de su heredero, Duque, hacer del país suramericano miembro de la OTAN, no sólo anunció que daba su respaldo absoluto a Hernández, sino que ha estado muy activo por las redes, particularmente en twitter, más que promoviendo a quien ahora es "su candidato", intentando desacreditar a Petro, con la finalidad de convencer a sus votantes, que lo fueron por sus particulares razones, no dejen de votar el domingo 19 por Gutiérrez, dado que ello "se les va la vida".
No parece muy fácil eso, que en la práctica, los "analistas" de derecha resuelven sumando los votos de "Fico" y Hernández, una simple operación matemática y dando por un hecho que Petro tocó techo. Pues no es descartable que mucha gente que, en la primera vuelta, votó por Hernández, no se sienta atraída por el acercamiento entre él y el uribismo. Como tampoco que de esa alta abstención de más del 45 %, dada las nuevas circunstancias se sumen a Petro.
Por lo anterior, pongo este trabajo del 2009 para recordar quién es Uribe y todo lo que él representa y la necesidad que tiene Colombia y los colombianos de borrar esa fea mancha, escondida ahora tras Hernández.
Para César, Álvaro Uribe es un pobre hombre
Eligio Damas
El Metropolitano, Jueves 24-09-09
César, joven militante del Psuv, estudia en una de las tantas escuelas universitarias que ha creado el proceso bolivariano. Uno de los miles de venezolanos a quienes las universidades privadas y hasta públicas, que consumen porcentajes elevados del ingreso nacional, les cerraron las puertas mediante nada inteligentes ni pedagógicos mecanismos de selección, con la complicidad de un buen número de docentes, incluyendo autoridades académicas, procedentes de la vieja izquierda.
Este joven, en tertulia informal, en un rincón de la ciudad me expresó, antes que el economista Atilio Borón, lo dijese:
"Álvaro Uribe, es un pobre hombre".
César, le interrogué, ¿por qué dices eso?
"Ha aceptado ir a la reelección en contra de su voluntad. Es lo que menos desea. Daría mucho por irse a un rincón dentro o fuera de Colombia, donde nadie le recuerde. Los aires en la Casa de Nariño, le agobian".
"¿Por qué ha estado al frente de la solicitud de reforma constitucional que le permita ir a la reelección?
"Por lo mismo. Es un pobre prisionero de las mafias de la droga y el Pentágono. Le tienen agarrado por testículos y agallas".
César habló de lo mismo que posteriormente hicieron Borón y tantos. Recordó las relaciones del padre de Uribe con jefes del tráfico de droga e hizo mención de una lista, presuntamente procedente de la DEA, que sería parte de documentos desclasificados por el gobierno gringo, en la cual se menciona a éste como vinculado al vil negocio.
Cerró diciendo lo siguiente:
"Está consciente, que si no colabora con el Pentágono, permitiendo las bases militares con fines estratégicos, distintos a los de combatir el narcotráfico y la guerrilla, harían valer aquellos expedientes. Existe el precedente de Noriega. Con Uribe la operación sería más sencilla".
Borón, hace pocos días, dijo al respecto:
"Si Uribe no colabora, lo llevarían como a Noriega, a una prisión norteamericana".
César tomó aire y volvió a hablar:
"Cuando Uribe vacilaba todavía, poco tiempo atrás, Juan Manuel Santos, hacía y decía lo que le venía en gana, dentro de los planes de los gringos y Uribe callaba y asentía".
Siguió hablando, mientras le escuchaba y anotaba sus opiniones.
"Al Pentágono no le interesa el fin del conflicto entre las Farc y el gobierno colombiano; menos al ilícito triángulo de producción, tráfico y consumo de drogas". "A eso, de diferentes formas, le sacan partido".
Y de seguidas se explicó:
"Mientras más armas y hombres meten en Colombia, regulares y mercenarios, más crece el negocio ilícito y las Farc no decrecen como deberían".
Agregó que esas son excusas para aumentar su penetración, hasta llegar a las nuevas bases, desde las cuales operarán con más alcance y poder destructivo, cercando a Venezuela y acercándose a puntos vitales para el control futuro de los recursos de Suramérica.
"Agua, petróleo y los demás incontables recursos del área, están en la mira de una clase social que destruye sus espacios y hambrienta sale a apropiarse de lo que no le pertenece".
Para César, a Uribe, como los halcones, no le interesa la paz colombiana. Hagamos lo que hagamos- sentenció- por alcanzarla, ellos seguirán haciendo lo que han hecho, sabotear. La paz sería un golpe al narcotráfico y planes gringos de ocupar nuestros espacios para sus egoístas fines.
¿Cómo mantener sus bases, tropas, en un área de paz y sin drogas?
"Pobre Uribe, lo repito, es un preso y caballo de Troya a favor de la estrategia contra su propia gente".