Mi palabra

¿De qué se pueden arrepentir los que votaron por Petro y Francia?

"En la política el arrepentimiento no existe.

Uno se equivoca o acierta,

pero no cabe el arrepentimiento

Santiago Carrillo"

En mi lista de contactos tengo un número no muy alto de personas; varios de ellos se han hecho amigos y he mantenido permanente comunicación, respetando siempre su manera de pensar, pero sobre todo su afiliación política. Algunos son artistas, deportistas, locutores la mayoría gente del común del pueblo. De estos enlaces tres viven en la hermana República de Colombia –Cúcuta– a quienes conocí en viajes por incitación del maestro del Libertador, don Simón Rodríguez, quien repetía ¡Quien no viaja no vive! Algunos dicen que, conoció más de 50 países y de ser cierto, es una proeza para la época que le tocó vivir.

Apenas se supo del triunfo de los candidatos del pacto histórico, Gustavo Francisco Petro Urrego, y Francia Márquez, los tres contactos residenciados en Cúcuta, colocaron en el WhatsApp, específicamente en el estado, varios stickers representando rostros llorosos, y en la misma línea política dejaron el siguiente comentario ¡Ojalá, no se vayan arrepentir más adelante! Esto me llamó poderosamente la atención, en medio de una sonrisa de incrédulo, conociendo la forma, como viven en los barrios de esa ciudad fronteriza, donde se percibe a simple vista la miseria del capitalismo, y las causas del por qué emigraban hacia acá están cruditas, y no se pueden ocultar, así, hieran susceptibilidades.

El triunfo de Petro y Francia en Colombia, ha terminado de moverle el piso al imperialismo en América Latina, y a la vez le pincha uno de los salvavidas, del cual se agarra desesperado cada vez, cuando avizora que, la tempestad se los traga: el trillado empate técnico. Sin embargo, la derrota del candidato derechista sacado prácticamente de la manga de la camisa, nos permite hacer una lectura de cómo un país sumergido en una profunda crisis en todos los órdenes de la vida, nada se presenta fácil para los que quieren revertir esa situación y menos, cuando la violencia lleva el sello del paramilitarismo y el narcotráfico, responsables de la cantidad de masacres al ver cualquier indicio de resistencia.

Por eso se me antoja, que, de ahora en adelante, el arrepentimiento puede venir del otro lado al darse cuenta del tamaño error cometido al apoyar en los últimos años a gobiernos totalmente arrastrados a los designios de Washington, con la marioneta mayor Álvaro Uribe Vélez, responsable de llevar a Colombia a la situación en que se encuentra, donde la violencia es la noticia de todos los días. Los meses previos a las elecciones, las fuerzas de la reacción con Iván Duque a la cabeza, conscientes de la derrota a la vuelta esquina arreciaron las masacres buscando meter miedo para que el pánico se extendiera a lo largo y ancho del país. Pero, a pesar de esos ataques certeros y selectivos el pueblo nunca se amilanó y los resultaron electorales han puesto a vibrar a todo Colombia: ¡Petro presidente!¡Francia vicepresidenta!

Sabemos que la tarea no va ser fácil. Cambiar a un país, donde las fuerzas del oscurantismo tienen las raíces muy profundas es una odisea. Pronto van aparecer los títeres al estilo Guaidó, queriendo presentar a Gustavo Petro y a Francia Márquez, como los responsables de una situación que, por mucha ayuda mediática del imperialismo les pertenece a los que, desde el mismo momento de conocerse los resultados han mantenido un silencio relativo y solamente les han servido de apoyo estás voces inocentes repitiendo ¡Ojalá, no se vayan arrepentir más adelante! Parecen los aullidos de perros asustados en noches tan oscuras, como las mismas bocas de donde salen los aúllos, pero al sentir las fuertes pisadas salen espantados.

Nada de lo que haga el binomio (Petro–Francia) puede ser peor a lo que todo el mundo conoce. Pero, lo que sí es cierto, un enemigo tan poderoso, derrotado por la vía de los votos, no se va poner a esperar resultados para reaccionar, ya que, al germinar, como debe ser la semilla de la verdad en el en la consciencia del pueblo, se le va hacer muy difícil frenarlo, y entonces veremos el verdadero renacer de las ideas libertarias de Simón Bolívar. Este triunfo del pacto histórico ha salpicado y callado algunos venezolanos, empezando por Julio Borges, Antonio Ledezma, a quienes solamente les faltó pedirles la bendición a Uribe Vélez. ¿Dónde estarán metidos buscando la causa de la derrota? ¿Culparan al presidente Nicolás Maduro? Son tan cínicos, que le piden de todo al gobierno estadounidense, siempre y cuanto vaya en contra del gobierno de Nicolás Maduro.


 



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Narciso Torrealba


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