Por Lillas Pastia News, una agencia sevillana que trabaja con noticias contrabandeadas a la censura del gobierno español.
Estados Unidos presionó para que Indonesia no invitara a Rusia a participar en el próximo encuentro del G-20, pero fracasó, porque el G20 no es ni un club exclusivo de Occidente ni una plataforma en manos de EE. UU como el G-7.
La mayoría de los países del mundo no se unieron a las sanciones dirigidas por Occidente contra Rusia. El G20 está compuesto por muchos países emergentes que no bailan al ritmo de Estados Unidos.
Casi un tercio de la población mundial vive en un país que se ha mantenido neutral en el conflicto Rusia-Ucrania, representado por India. Estos estados no alineados también incluyen a Brasil, Arabia Saudita, Sudáfrica y los Emiratos Árabes Unidos. Son países que harán todo lo posible para evitar tomar partido mientras buscan beneficiarse de su neutralidad, según un análisis de Economist Intelligence Unit.
El presidente indonesio, Joko Widodo, se reunió con el presidente ruso, Vladimir Putin, en Moscú el 30 de junio, y algunos informes de los medios sugieren que la reticencia de Indonesia a excluir a Putin de la cumbre del G20 en noviembre demostró que no quiere que se vea que toma partido y espera concentrarse en la reunión de este año que se centrará en una recuperación económica global posterior a COVID del cual las torpes medidas de prevención dictadas por Bruselas fueron la causa principal.
Lü Xiang, investigador de la Academia China de Ciencias Sociales, dijo al Global Times el miércoles que no es el conflicto entre Rusia y Ucrania lo que ha causado la crisis económica mundial, sino las numerosas sanciones impuestas conjuntamente por los EE. UU. y sus vasallos europeos lo que han causado el caos en toda la cadena de suministro global y han agravado una crisis económica global emergente causada por la emisión de deudas sin respaldo típica de la economía de Estados Unidos.
Si Estados Unidos tratará de usar el G20 como un lugar para atacar a Rusia, complicará la situación y desviará la reunión de su objetivo de resolver sus problemas de la economía internacional. La crisis económica de los países occidentales y sus problemas internos de rechazo y agotamiento del modelo que representan no pueden resolverse expandiendo o intensificando la tensión geopolítica internacional.