“La mirada de un niño iraquí hiere tanto como recibir un impacto de bala”. —Javier Corcuero
En dos días se cumplirá el 97 aniversario desde que en una conferencia mundial se creó el Día Internacional de la Mujer, sin embargo, la lucha de esas mujeres por lograr un mundo mejor está más lejos que nunca. La humanidad hoy se debate en un peligro dedestrucción global por la ambición de unos pocos, los mismos que iniciaron una guerra sangrienta en el Medio Oriente convirtiéndolo en un callejón sin salida y donde hoy la madre, la esposa, la hermana y la hija ven con horror cómo se desangran los suyos.
Los nuevos datos de los "famosos" daños colaterales del Pentágono, publicados por la prestigiosa revista británica The Lancet son aterradores, y por supuesto ocultados al mundo por los grandes medios. Más de 650 mil iraquíes han muerto como resultado de la invasión norteamericana y sus aliados que "buscaban armas de destrucción masiva" que nunca fueron halladas. Estas cifras significan que uno de cada 40 iraquíes perdió la vida, de ellos unas 300 mil son mujeres y todo realmente por la ambición norteamericana de apoderarse del petróleo de este pueblo cuyo único pecado es tener una las reservas más grandes de "oro negro" en el mundo.
Las víctimas principales del caos de la guerra civil sembrada por los invasores son las mujeres y niños.Las "sospechosas" explosiones en los lugares más pobres y hacinados de Irak, atribuidos por la prensa occidental `a guerrilleros sunitas y shiitas`, cobran cientos de víctimas a la semana, además de la destrucción de casas, edificios y restos de la infraestructura productiva del país. Sin embargo, nadie dice que las fuerzas militares de la coalición matan más civiles que la misma guerra civil. Solamente en Bagdad hay más de 600 puestos de control cuyos integrantes tienen orden de disparar sin pensar al tener la menor sospecha. Y eso no es todo.
Las áreas más pobladas del país están vigiladas por más de 600 operaciones de patrullaje cada día y estos tienen la autorización de usar "fuego devastador" en caso de signos de resistencia y tratar a cada habitante de un edificio sospechoso, como enemigo, incluyendo a las mujeres y los niños. Se calcula que de cada 10 operaciones de patrullaje, una produce la muerte de civiles que no tienen nada que ver con la lucha del ejército de resistencia a la invasión. Las bombas "inteligentes" completan el trabajo sucio, siguiendo el pensamiento norteamericano: "proteger la vida de los soldados usando todos los medios a su disposición inclusive acosta de la vida de los inocentes iraquíes".
En estos días, a nivel mundial se viene abogando por la vida de tres mujeres iraquíes que han sido condenadas a muerte por pertenecer la resistencia: Wassan Talib, Zeynaba Fadil y Liqa Qamar, la dos últimas detenidas con sus hijas de 3 y un año de nacida. Las condenadas no han tenido asistencia jurídica de acuerdo a las informaciones. Así es la lucha para la "paz y democracia" para Irak donde en tiempos de Sadam había una violación denunciada a la mujer, hoy son más de 50 al mes.
En el lado norteamericano, según el Pentágono son 3,427 soldados muertos, de ellos 75 son mujeres. Las cifras extraoficiales de las bajas EE.UU. indican que los muertos serían más de doce mil. Pero no solo de bala o bomba murió la mujer soldado norteamericana, de acuerdo a la general Janis Karpinski muchas soldados de Camp Victory murieron de deshidratación durante el sueño al no tomar agua después de las tres de la tarde en una zona donde el calor supera los 120 grados Fahrenheit. Ellas evitan salir al baño de noche por miedo de ser violadas o asesinadas en su pro pio campamento.
Los que logran a regresar de Irak con vida traen traumas sicológicos graves. Se calcula que hay más de 35 mil veteranos, de los cuales una tercera parte son mujeres, que sufren del Desorden de Estrés Post Traumático (PTSD). Actualmente hay más de 200,000 veteranos de guerra de Vietnam que son desamparados ya estos ya se sumaron unos 5 mil soldados que han regresado de Irak. ¿Cuántos serán al final? ¿Y cuantas mujeres de Irak serán asesinadas por sus victimarios o victimarias que a la vez serán víctimas del sistema que originó esta guerra? Mujeres, digamos basta.
vicky.pelaez@eldiariony.com
