Hoy, cuando la OPEP y Arabia Saudí ya no siguen las órdenes de Washington y, el Kremlin, forzado por las provocaciones terroristas contra la corbeta Moskva, los gaseoductos Nord Stream y la bomba en el puente de Crimea, respondió con masivos bombardeos sobre la infraestructura vital y puestos de mando ucranianos. Callaron los medios de comunicación y se inició el crujir de dientes de la Otan.
Jens Stoltenberg, secretario general de la Otan, expresó preocupado: "Si gana Putin, no solo sería una gran derrota para Ucrania, sino también una derrota para todos nosotros porque haría al mundo más peligroso."
Pues las cosas ya están planteadas en la guerra, talvez al "ojo por ojo" o peor aún, como dijo Putin "entre más participe Estados Unidos en las acciones terroristas la reacción será asimétrica y con terroristas, no se dialoga."
Bueno niños, creer que Rusia se iba a mantener resignada ante las provocaciones terroristas, fueron muy ilusorias. Esas acciones terroristas de sabotajes y afirmaciones de derrotar a Rusia en el campo de batalla ya se complicaron para la Otan, [como lo expresó Stoltenberg] pues, los bombardeos con misiles Icekander asestaron un golpe profundo a la retaguardia, anteriormente intocable, que no solamente van a tardar algunos días en repararlo, sino que también afectará las cadenas complejas de suministros al frente, y mientras tanto, la contra ofensiva rusa en el Sur-Este de Ucrania, se reactiva con el general Serguei Surovikin, nombrado como nuevo comandante de las fuerzas rusas en la zona de la operación especial. El general Surovikin fue responsable del grupo sur de la operación, donde las tropas rusas han mostrado el mayor avance, y además es el comandante de las fuerzas aeroespaciales de Rusia.
