Ya de todos es conocido que, el uso de armas de destrucción masiva y culpar a las víctimas, es parte de la naturaleza agresiva y mentirosa del imperialismo occidental. Esa ha sido la forma que han usado en la historia para establecer su hegemonía y dominio destructivo mundial.
Los imperialistas occidentales lanzaron dos bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki, cuando Japón ya se había rendido. Aunque fueron derrotados en Viet Nam, con sus bombas de napalm y el uso de agente naranja aniquilaron un millón de vietnamitas, destruyeron el país y dañaron el medio ambiente, que poco a poco se ha ido recuperando. Los bombardeos continuos sobre las ciudades habitadas de Libia, Siria, Afganistán y las bombas con uranio empobrecido en Irak. Y últimamente los ocho años de bombardeos continuos sobre la población civil del Donbass.
Eso ha sido así, hasta que llegó el 24 de febrero de 2022, cuando Putín, inició el cambio de dirección de los bombardeos. En 8 meses de combate contra la Otan, han pasado por la demolición rusa, 6,100 tanques, 6,800 vehículos militares, 2,350 drones, 326 aviones, 162 helicópteros, 3,529 cañones de artillería y morteros, 874 lanzacohetes múltiples y más de 100,000 bajas uniformados. Agregado a esa devastación militar, está el gasto de 23,500 millones de dólares y decenas de miles de toneladas de armas y municiones, que se han enviado a Ucrania en ese período.
Pero las peores derrotas sufridas por la Otan son, la pérdida de 5 regiones del sudeste ucraniano que políticamente se adhirieron al territorio ruso: Crimea, Jersón, Zaporiyia, Donetsk y Luganks, haciendo crecer en más de mil kilómetros la frontera rusa y, la reciente destrucción de puestos de mando militares y del 50% la infraestructura eléctrica de todo el país.
Si todo eso ha sucedido en el enfrentamiento de Rusia contra la Otan en Ucrania, cabe la oportunidad para preguntar, ¿A dónde atienden a sus heridos en combate? ¿dónde quedan sus muertos? ¿por qué desaparece esa información? Parece que, según los medios occidentales, en esa guerra no hay víctimas, ni destrucción. Está prohibido decir que la Otan y Zelenski van perdiendo la guerra.
Sin embargo, no se puede negar que, tienen el recurso de la guerra sucia, es decir, los atentados terroristas, o. como ellos le llaman, la guerra de guerrillas. Que se concretiza en, el hundimiento de la corbeta Moskva, dinamitar los oleoductos Nord Stream, sabotaje al puente de Crimea y lo último, la preparación de la explosión de una "bomba sucia."
Kiev y la Otan están planeando la detonación de un dispositivo de dispersión radiológica DDR. Este es un artefacto de destrucción masiva, que se ha hecho público con el nombre de "bomba sucia." Que si se detona llenaría de material radiactivo un área de mil kilómetros cuadrados.
El cineasta y director cinematográfico laureado Oliver Stone, valoró el peligro del uso de ese tipo de armas por parte de Estados Unidos en un Twitter del 5 de mayo de 2022: "Estados Unidos, puede detonar armas nucleares en el Donbass y culpar a Rusia. En las últimas semanas, vi con preocupación como nuevamente Victoria Nuland salió de la nada, advirtiendo a los rusos y a nosotros, el público, sobre las consecuencias infernales en caso de uso de armas nucleares de Rusia de cualquier tipo. Esta tesis fue recogida inmediatamente por otros funcionarios y presentadores de televisión para endurecer la idea: los rusos van a usar armas nucleares.
¿Y, si Estados Unidos está preparando el terreno para una pequeña explosión nuclear en el Donbass, que matará a miles de personas? En este caso, todos los países del mundo, en reacción como los perros de Pavlov, acusarán a Rusia. hasta esa mitad del mundo que ahora no se ha unido al campamento occidental. También agregó, que el objetivo final de Estados Unidos es la oportunidad de plantar "otro Yeltsin" como presidente de Rusia que abriría todas las puertas para la influencia económica e ideológica de Estados Unidos. La segunda tarea aún más importante es aislar a China de Rusia para que nadie pueda desafiar el poder de Estados Unidos FUENTE/Revuelta Global, el blog de Monserrat Mestre.
Se pretende asustar al enemigo dando muestras de debilidad. Y como no va ser así, si la contra propaganda rusa ya trasladó el caso al Consejo de Seguridad y a la Asamblea General de la ONU. Les advirtió de la preocupación al Pentágono, a los gobiernos de Estados Unidos, Francia y Reino Unido y se ha denunciado en Sputnik mundo y en RT news.
Putin declaró que se tiene información confirmada de los planes sucios de Kiev y la Otan al respecto.
Después de las denuncias públicas internacionales de la susodicha "bomba sucia", sorpresivamente llegaron a Kiev, el presidente alemán y el jefe de la CIA. Y los bomberos de Nueva York reconocen públicamente que las torres gemelas fueron demolidas con explosivos, si son capaces de asesinar tres mil paisanos que más pueden hacer con otros.
Con la devastadora ofensiva de la operación militar especial iniciada el 24 de febrero de 2022 y acelerada en octubre del mismo 2022, la derrota de la Otan y Kiev es inocultable e insostenible propagandísticamente.
Al buen decir de Alastair Crook, director del Foro de Conflictos-Al Mayadeen: "la guerra sucia desprende un tufillo de debilidad más que de fuerza."