El Fiscal Francisco Barbosa –un fascista de corte uribista bien identificado, socio íntimo del inepto Ivan Duque- acaba de regresar de Washington a donde fue, citado por autoridades judiciales, de la Dea y la Cia de ese país, para planificar acciones conspirativas que tienen por fin desestabilizar y destruir mediante el Lawfare –guerra política jurídica- al presidente Gustavo Petro y al gobierno progresista del Pacto Histórico.
Desde la capital gringa, Barbosa ya mostró los dientes -con ínfulas de golpista subordinado a los gringos-, para amenazar y advertir que la Paz total y el Cese bilateral del fuego con las guerrillas y los urabeños es una estratagema para favorecer narcotraficantes pedidos en extradición, tal como en el pasado lo hizo el neoliberal Cesar Gaviria con el demonio de Pablo Escobar.
Con anterioridad este Fiscal, se despachó para negar las peticiones de excarcelación hechas por el Comisionado de Paz Danilo Rueda de algunos integrantes de los grupos paramilitares que pretenden acogerse a la paz total y disolver sus redes criminales; también para coaccionar a los jueces de conocimiento y de medidas de seguridad con el fin de impedir la libertad de los jóvenes encarcelados con el paro de abril del 2021, ordenado por el presidente Gustavo Petro en ejercicio de las facultades otorgadas por la Ley 2272 del 2022 de Paz total o de orden público.
A estas alturas del camino recorrido, ya tenemos una hoja de ruta golpista en cabeza de Barbosa, quien fue puesto por los gringos para hacer el mismo papel del juez bolsonarista de Brasil, Sergio Moro (Ver https://es.wikipedia.org/wiki/Sergio_Moro ), quien se encargó del montaje judicial y el encarcelamiento fraudulento del presidente Lula al tiempo que ocurría el golpe de estado contra la presidenta Dilma Rouseauf en la conocida operación "lava jato".
Moro fue adiestrado para la "guerra jurídica" por los gringos y la DEA con el fin de allanar el camino del ascenso al poder del fascista Jair Bolsonaro mediante falsas acusaciones y medidas penitenciarias contra el principal líder del movimiento social y popular brasilero, el presidente Luis Ignacio Lula da Silva. Después se vino a saber el sistema jurídico truculento de Moro –quien alcanzo a ser Ministro de justicia de Bolsonaro- lo que termino con el mismo sujeto encarcelado y acusado judicialmente por delitos muy graves.
No hay que llamarse a engaños. Lo de Barbosa no es una mera escaramuza judicial o una salida por la independencia del poder judicial. Eso es pura paja y discurso de cobertura del plan político de una ultraderecha que lo escogió como punta de lanza del "golpe blando" que camina contra el presidente Gustavo Petro.
Hay que activar todos los mecanismos de denuncia y de movilización popular para desenmascarar este juego sucio del Fiscal y su pretensión de ofrecerse como una alternativa a la supuesta crisis o el caos institucional del gobierno del Pacto Histórico.