Penetrar en zonas ocupadas
La iniciativas euro-norteamericana, sionistas y de la Liga Árabe de “Gaza de post guerra”. Aparte de los planes imaginarios de reconstrucción, administración de la Franja y de desarme voluntario de Hamás, es sin lugar a dudas, la declaración pública del temor que ese conglomerado expresa, cuando prueba en los hechos la estrategia de descolonización, por la que lucha victoriosamente el eje islámico.
Cuando estamos entrando al cuarto mes de agresión sionista a Gaza, la cual ha lanzado más de 49,000 misiles y movilizado un ejército agresor de 200,000 uniformados, toda la aviación y muchos batallones de tanques y maquinaria pesada de demolición, que ha derivado en la destrucción de la ciudad, el genocidio creciente que pasa ya de 24,000 pobladores asesinados, 60,000 heridos y con una devastadora hambruna y enfermedades aniquilantes como la hepatitis, que sufren los sobrevivientes. Otro pueblo, ya habría sucumbido con todo y sus defensores.
Sin embargo, y aunque parezca física y moralmente imposible, el pueblo gazatí y sus combatientes de Hamás, no solamente resisten la agresión, sino que también, están provocando derrotas locales (en sitios específicos), retoman el control de zonas agredidas y expulsan al ejército invasor.
He aquí, algunos datos sobre lo que ocurre durante el conflicto:
(14 enero 2024)
El control militar sobre el norte de la Franja de Gaza regresó a manos de las facciones de la Resistencia Palestina, los movimientos Hamas y Yihad Islámica, comentaron alarmados medios de comunicación israelíes. Después de 100 días de guerra continuada, hoy controlan el 50 por ciento de ese territorio, cuando hace dos semanas sólo manejaban el 30 por ciento.
La prensa sionista aseveró que el movimiento Hamas vuelve de manera gradual a gestionar la vida en el norte de la Franja de Gaza, y sus dirigentes desempeñan allí su trabajo.
(13 enero 2024)
La Resistencia palestina violó la seguridad del asentamiento israelí Adora, ubicado cerca de la ciudad cisjordana de Hebrón y enfrentó a las fuerzas de la ocupación.
En represalia, las autoridades sionistas iniciaron un despliegue masivo de refuerzos en la zona, lanzaron bengalas para iluminar el área, cerraron todos los accesos a Hebrón e hicieron resonar las sirenas en la colonia.
Los desafíos provocaron la muerte de tres palestinos y dos soldados enemigos resultaron heridos. En este contexto, los medios de comunicación israelíes calificaron la infiltración como la más significativa después del 7 de octubre y destacaron la magnitud de la respuesta militar del ejército.
(9 enero 2024)
El ejército de ocupación tuvo que retirar tropas de Gaza
Algunos reportes indicaron el apresuramiento del ejército en culminar las operaciones terrestres en la región sur de Gaza, después de concluir las acciones en la región norte. Tal comportamiento es atribuido al fracaso en lograr avances significativos en el terreno y a las importantes pérdidas sufridas por sus unidades de elite.
Jan Yunis: violentos enfrentamientos entre las facciones de la resistencia palestina y las fuerzas de ocupación israelíes fueron reportados en varios ejes de la Franja de Gaza, incluidos Khan Yunis, campamento de al-Bureij, el eje norte de Nuseirat y las zonas de al-Maghraqa, al este del al-Maghazi.
Según fuentes en el terreno, los sectores de Khazaa y Bani Suheila, en Kan Yunis, son escenarios de acciones bélicas directas, tras los intentos sin éxitos de los sionistas para tomar el control de la zona durante las últimas dos semanas.
Como podemos ver, Scholtz, Biden, Borrel o Netanyahu y cualquier pro sionista quisieran entender que, a estas horas de la agresión, algo favorable a la ocupación ya tenía que haber ocurrido.
Pero, así como Washington y la OTAN menospreciaron a los rusos en Ucrania; Washington y los sionistas, no fueron capaces de pronosticar las capacidades estratégicas y tácticas creativas que ha reunido el eje islámico constituido por las guerrillas Hamás, las FPLP, Hezbolá, la resistencia islámica de Irak y los ejércitos de Yemen y del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria de Irán.
Y, aunque parezca físicamente imposible, la penetración sorprendente y masiva de Hamás en las zonas de seguridad, económica, social y militar sionista; mostró al pueblo árabe que es viable descolonizar las regiones ocupadas por los israelitas.
Y ese es el objetivo estratégico del eje islámico referido, en este momento.
Es por todo lo ocurrido y lo que está por llegar, que la perspectiva de resolver el conflicto a corto tiempo, se complicó para los sionistas.
La dialéctica de la guerra del sionismo contra, parte del mundo árabe, fue definiendo en corto tiempo, la naturaleza radical del conflicto, que a estas alturas parece que ya no tiene vuelta atrás.
Los sionistas y sus aliados enfrentan un juicio público mundial por genocidas. Los bombardeos disuasivos contra Yemen, agudizaron y radicalizaron la respuesta de los Hutíes, de mantener el bloqueo a barcos norteamericanos y la navegación comercial que tenga que ver con Israel, si no suspenden la agresión y el bloqueo a Gaza.
Los bombardeos, las agresiones a la población civil de El Líbano, el asesinato de líderes de Hamás y Hezbolá, el genocidio y la destrucción de Gaza, comprometieron la reacción solidaria y militar de las guerrillas Hezbolá, en contra de los ocupantes sionistas.
De la misma manera, disuadieron la resistencia islámica de Irak y a la Guardia Revolucionaria de Irán.
La subvaloración que Washington y los sionistas creyeron del mundo árabe, los llevó a labrar la estaca en la que ellos mismos se están sentando; pues, ratificaron con su guerra, no su hegemonismo y soberbia; sino, la necesidad de esta región del mundo árabe, de profundizar y ampliar la descolonización. Y esto es posible únicamente ampliando los frentes de combate, derrotar la agresión, penetrar las zonas ocupadas, expulsar del terreno, al colonizador Israel y abrir la posibilidad de derribar muros y acercar Gaza a Cisjordania.
Ese es el objetivo estratégico del eje islámico-árabe, que acrecienta los temores de Washington y los sionistas.
¿Quién está más apurado en terminar la guerra?
