China da nuevos pasos en lo que podría ser un nuevo proceso de entendimientos con Occidente. En los últimos tres meses hay reportes de que los chinos retomaron la compra de bonos del Tesoro de los Estados Unidos. Esto es bien significativo, ya que indica que ese proyecto de una moneda de los BRICS, todavía no logra concretarse. Aunque los rusos avanzan en esa dirección.
Pasa que la India, rival de China y gran intermediario en el negocio petrolero en Asia, se niega a pagar el petróleo a los rusos, con yuanes. Eso significa fortalecer a su incómodo vecino. Rusia tampoco quiere seguir recibiendo pagos con rupias por el petróleo que comercia a través de India. Es decir, el juego pareciera trancarse en los BRICS. Más, cuando Arabia Saudita, debido a la guerra entre Hamás e Israel, se ve obligada a seguir manteniendo el esquema del petrodólar.
India está deteniendo la compra de armamento ruso y gira hacia Occidente. Así que eso le ayuda a evadir sanciones debido a triangular petróleo desde Rusia y Venezuela, países con sanciones petroleras.
Reparto del mundo
Finalizando 2023, los presidentes de China y Estados Unidos, Xi Jinping y Joe Biden, respectivamente, se encontraron en San Francisco. Según la información disponible, los rasgos más gruesos en acuerdos surgidos en ese encuentro, tienen que ver con la vuelta de China a seguir comprando bonos del Tesoro y a una reducción de aranceles de Estados Unidos a los productos chinos. Ambas medidas son vitales para evitar situaciones críticas inciertas. A pesar de las diferencias, entre la economía china y la norteamericana hay un acoplamiento que no es nada fácil desmontar.
Pekín y Washington podrían estar repartiéndose el corazón del mundo. Aquella visión de los años 70 del siglo pasado, parece estar de vuelta. La época de los "policías del mundo" parece no haber terminado, después de que el modelo de sanciones a través del SWIFT, lo único que logró fue unir a China con Rusia en materia monetaria.
Las discrepancias dentro de los BRICS, lleva a Pekín a entenderse nuevamente con Washington. La presión de Occidente por lo visto no es por Taiwan, en que recientemente la corriente pro-china perdió las elecciones ante los que promueven la independencia de China. Como se explicó al principio, los problemas están por la India y en esto entra el juego norteamericano.
La vieja política norteamericana
Washington entendió que las sanciones no dan el resultado esperado. Aunque esa herramienta no la desechan, la combinan con las viejas políticas. Entonces hay un Medio Oriente en llamas, necesario para que el petrodolar exista. Esto último es esencial, porque en la vieja visión geopolítica norteamericana hay una máxima: quien controle el "rimland", controla el "heartland" y quien controle el "heartland", controla el mundo.
Entiéndase toda Eurasia como el corazón del mundo y todo el Medio Oriente como el "rimland". Esto es lo que está en desarrollo.
Caracas y el dólar
Todo lo anterior indica que la influencia rusa podría entrar en declive. Pero en un equilibrio global, aumenta la china, junto a la norteamericana. Más aún, que en los mercados de fondos federales los especuladores mantienen sus apuestas de tasas de interés altas, lo que se traduce en debilidad de precios de materias primas. La semana pasada, figuras destacadas en ese mundo, como Larry Summers, señalan que más bien se debe seguir aumentando los tipos.
Como Washington mueve sus piezas para evitar el colapso del dólar, en este juego entra el petróleo. Y con el petróleo, Venezuela, que posee las mayores reservas del mundo, es parte de las fichas.
Lo anterior sugiere que Caracas se mantendrá en la esfera del dólar por largo plazo. Aunque Washington desarrolla herramientas para tratar de que por la vía especulativa el precio del petróleo reduzca su volatilidad, todavía debe resolver mantener volúmenes de suministro estables y seguros.
Los norteamericanos requieren que Venezuela salga del atascamiento. Retirar las sanciones totalmente tendrá el objetivo de la instalación de empresas petroleras. Pero para eso debe haber un proceso electoral que permita servir de narrativa en el Congreso, ante los republicanos, que en Venezuela se ha vuelto a la democracia.
Hay que recordar que las Reservas Petroleras Estratégicas (SPR) de Estados Unidos, alcanzaron los 750 millones de barriles en un período de 35 años. Actualmente se ubican en poco más de 350 millones de barriles. Esto da una idea, del lapso que tienen los venezolanos, en un proceso de entendimiento, en esa nueva visión entre Pekín y Washington, para insertarse en ese nuevo reparto del mundo. Entonces se entiende por qué, después de un par de semanas de posturas radicales desde Miraflores y la Asamblea Nacional, ahora, el cronograma electoral, no termina de concretarse, lo que es una llave para avanzar en ese proceso de estabilizar a Venezuela, que se inició desde 2022.
