Si en el espacio sideral, los agujeros negros tragan, desintegran o vomitan galaxias extirpadas; el hoyo sombrío criminal sionista está deglutiendo con rapidez a los aliados occidentales y los lleva al estómago y después de hacer su propio metabolismo, devuelve a unos, convertidos en represores de estudiantes y académicos universitarios.
A otros, en vendedores de armas y en soldados mercenarios contra el Eje Islámico; mientras a los siguientes los coloca como divulgadores de mentiras; y como torbellino, arrasa con los organismos internacionales convirtiendo el Consejo de Seguridad de la ONU, el Tribunal Penal Internacional, la organización para la ayuda a Palestina en instrumentos inservibles y a Jordania, Arabia Saudita y a Emiratos Árabes Unidos en traidores y en la vergüenza de musulmanes y árabes.
A tal grado llega la movilidad y perversidad de las fechorías de los sionistas contra Gaza, que, ya logró romper el silencio de los académicos, rebelarse y despertar contra la opresión, el crimen y la dominación occidental. Los campamentos de apoyo a Gaza establecidos en los campus de la Columbus U, Universidad de Texas, Harvard, La Sorbona y cuarenta universidades estadounidenses más, es la muestra de ese nuevo despertar. Que se niega a ser absorbido por la lógica del crimen, la mentira y los delitos de lesa humanidad que los sionistas cometen perpetuamente contra Gaza.
Vamos universitarios de América Latina, adelante.
Palestina libre es el futuro de la humanidad
Juicio y captura de Netanyahu y su gabinete de asesinos.