La cooperación entre China y Brasil se extiende más allá de los asuntos bilaterales. Como señaló el presidente Xi, la relación entre los dos países mantiene un desarrollo estable, con una influencia global cada vez más prominente, integral y estratégica. Al tiempo que promueven el desarrollo y la revitalización de sus respectivas naciones, China y Brasil desempeñan papeles importantes en la contribución a la paz, la estabilidad y la prosperidad mundiales, añadió.
Bajo la dirección estratégica de la diplomacia de jefes de Estado, China y Brasil han establecido con éxito un modelo de cooperación Sur-Sur. En 2014, el presidente Xi propuso por primera vez la iniciativa para construir una comunidad entre China América Latina con un futuro compartido durante la Reunión de Líderes de Países China-Latinoamérica y el Caribe (ALC) en Brasilia. Durante la última década, las relaciones China-Brasil y China-ALC han mejorado mucho.
Podemos ver cómo estos dos países en desarrollo, separados por cerca de 18.800 kilómetros, han profundizado la cooperación en campos como el comercio, las finanzas, la soberanía alimentaria, y la cooperación espacial a través de la igualdad y el beneficio mutuo, avanzando constantemente hacia una comunidad con un futuro compartido. Con un nuevo papel para un Sur Global que emerge con un futuro más halagüeño que el ofrecido por los recientes intentos colonialistas de subyugar.
En 2009, China se convirtió en el mayor socio comercial de Brasil, posición que ha mantenido durante 15 años consecutivos. Brasil fue el primer país latinoamericano en alcanzar un volumen comercial de más de 100 mil millones de dólares con China. En 2023, las exportaciones de Brasil a China alcanzaron los 104.000 millones de dólares, superando el total de sus exportaciones a Estados Unidos y la UE juntas. La soja, el maíz, el petróleo crudo, el mineral de hierro y la carne de Brasil ingresan continuamente al mercado chino, mientras que la maquinaria china, como cosechadoras, tractores y drones para fumigar con pesticidas, ayudan a Brasil en su modernización agrícola.
El proyecto China-Brasil de Satélites de Recursos Terrestres, considerado un "hito en la cooperación Sur-Sur en alta tecnología", sirve como ejemplo para romper con la hegemonía y supremacía tecnológica de Occidente. Venezuela y Cuba deberían seguir la tendencia de Brasil en sus relaciones con China para mejorar su productividad agrícola. Porque ambos países están muy lejos de lograr la Soberanía alimentaria que es la más básica forma de Soberanía.