Alberto González, secretario de justicia estadounidense, tomo la decisión de destituir a 6 fiscales federales, a raíz de la masacre acaecida en la universidad de Virginia Tech, de Estados Unidos, que dejo 32 muertos en ese país; le preguntaron en el senado de ese país ¿Por qué había tomado tan drástica decisión? Respondiendo de una forma normal, “que la decisión por él tomada se ajustaba a derecho, y que la misma se había tomado para hallar formas, para que esto no volviera a suceder, no habiendo violado ninguna normativa establecida en las Leyes norteamericanas por tomar tal decisión”.
Fíjense ustedes camaradas, la respuesta que le dio este funcionario al senado norteamericano, sin embargo aquí se va a tomar una decisión de esa índole, referente a funcionarios “cualquiera” que no este cumpliendo con la función encomendada, que no es otra que la de hacer cumplir las Leyes venezolanas, y primero: se tienen que reunir un grupo de altos funcionarios para tomar esa decisión, pero, al reunirse reciben llamadas de hienas y lobos hambrientos vestidos de rojo, y en donde éstos hienas y lobos vestidos de rojo, le aclara a estos altos funcionario, que mucho cuidado le tocan a ese funcionario, por que sencillamente se van a meter en peo, porque ese funcionario esta avalado por Pedro Pérez, quien es el lobo mayor de la jauría, y entonces todo queda como si no hubiese pasado nada.
Aquí en Venezuela estamos urgidos de esas tomas de decisiones, aquí las decisiones que se toman, por los encargados de administrar estos cargos, es la de darle una palmadita en la espalda a el funcionario que esta cometiendo las irregularidades, y decirle tranquilo no pasa nada, sigue echándole bola, y como premio reciben un ascenso. Pero decisiones como la que tomo el funcionario estadounidense, son terminantemente prohibidas tomarlas en Venezuela, ustedes camaradas se preguntaran ¿Por qué?, les respondo, porque sencillamente a quien le toque tomar este tipo de decisión, dicen: ¿que dirá la oposición?, ¿Qué dirá el Nuncio Apostólico? ¿Qué dirá el episcopado? ¿Qué dirá el colegio Nacional de Periodismo? ¿Qué dirán los delincuentes, que están libres de sus delitos por haber negociado su libertad con nosotros? ¿Qué dirá RCTVas? ¿Qué dirá Globo Terror? ¿Qué dirán los contrarrevolucionarios? ¿Qué dirán los personeros del imperio norteamericano y sus lacayos? Dicen estos señores: por tomar este tipo de decisiones, estos respetable señores de la alta alcurnia se nos vienen encima, mejor nos quedamos como en la cedula y no ha pasado nada. Les recuerdo camaradas que el funcionario estadounidense dijo “que la decisión se había tomado para hallar formas para que esto no volviera a ocurrir”; algo anormal, presumo que el funcionario estadounidense vio o notó en desenvolvimiento de las labores de estos funcionario, pero de haber pruebas en contra de estos fiscales por esta matanza, estoy completamente seguro que no existen, pero el secretario de justicia estadounidense considero que estos fiscales no hicieron el trabajo, para el cual fueron encomendado; sin embargo aquí en Venezuela camaradas, existen funcionarios, que a cada rato, a cada instante o a cada nada cometen irregularidades, delitos y otras cosas más en el cumplimiento de sus funciones, pero por “X” o “Y” estos señores son intocables, en el puesto que mal desempeñan en la fiscalia, en los tribunales, en los institutos públicos, porque los mismos generan intereses que van a parar a las cuentas bancarias de las hienas y lobos vestidos de rojos.
El pueblo se pregunta ¿Por qué hay que proteger a fiscales, jueces, y otros funcionarios corruptos? Si la orden de nuestro comandante es la de erradicar estos flagelos, que lo que hacen es perjudicar al proceso; mientras en esas estructuras este enquistada la cuarta republica, y nosotros camaradas no hagamos el trabajo, para terminar de desplazar estructural y mentalmente la forma burocrática, la forma de pensar, la cultura cuarta republicana, no estamos haciendo nada, menos podemos decir que somos socialistas.
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