A Trump se le fueron los frenos de la concordia por su ego

¡A correr pobres migrantes del mundo que, ha llegado el viejo Trump como presidente de los EEUU con su razia franquicia de atropellar la condición humana del desconocido! Salvaos los que puedan, capaces de sobrevivir, quienes engreídos del sudoroso sueño americano que, los engordaba de prepotencia dentro de un convivir ilusorio de ver edificios lujosos y altos y que, el pan de cada día es y será desempeñarse como esclavos a bien de otros con la libertad de tanto trabajar como dice la canción, para nada de provecho y sin vacación alguna.

A Trump como presidente su furia se le encaprichó y lo mantiene ciego de odio. Por lo que ustedes migrantes de un porvenir incierto serán repatriados y, no solo eso, sino que serán recibidos en sus países encadenados y esposados en serie como héroes de una maldición que no se conocía y, que recién comienza como torpeza de una clase que a los gringo no le impuso Juan Ponce de León, ni jamás ningún país vecino.

Que apuros tan violentos los de ese presidente gringo por llegar a mandar a troche y moche, bien envuelto de su ira primitiva y cobijado por el apoyo de cincuenta estados y un distrito federal, los que representados por estrellas lo mantienen en posición de zafio arrogante que, montado en un flamante carro eléctrico de Elon Musk: arremetió y se llevó por delante a una parte de la población de nativos de su país como son Los Navajos, dentro de su ofensiva migratoria con características clasista-racista en contra de pobres nada chinos ni europeos sino latinoamericanos.

El hostigamiento y la insidia son pilares dentro de su política de perseguimiento en proceso que le inyecta ansiedad y miedo a los individuos (no registrados y que nunca han querido registrar en ese país), sin importarle ningún tratamiento de respeto y consideración entre los deberes y derechos que no gozan como comunidad de latinos que se han radicado allá en busca de superación, pero sin felicidad ninguna, maltratados como siempre han sido y ahora los cazan como bestias, por lo que Trump se enorgullece de echarlos como ofrecimiento de su campaña de perseguir y acabar con lujo de detalles con los latinos quienes en lo adelante seguirán viviendo con el sueño americano en sus entrañas.

¿Y qué mas quiere Trump para sí?

Además de hacer de las suyas al sembrar el odio y el miedo y, mandar al carajo a todo el que no le importe, no quiere a Maduro ni a su petróleo y, a Petro lo desnudó, pero sí quiere, El canal de Panamá, con posibilidad de cambiarle el nombre por Canal Trump-Musk que alegraría sus rostros de satisfacción de XY de vivencias oportunas, tal cual como ha hecho no más llegar al poder: sustituyó El Golfo de México por Golfo de América, vaya arrogancia para un imperio que persigue a inocentes que solo buscan trabajo allá y que los dejen vivir en par en ese país, donde han llegado a la buena de dios, pero resulta que a dios no consiguieron, sino a Trump con todo el poder del mundo que hombre alguno sobre la tierra por algunos años tendrá. Aunque nadie sabe lo que le espera.

Trump se pudiera decir que es el pequeño infierno de su poder -y ese poder- se lo llevará algún día a donde se van los que nunca fueron y, él lo sabe que morirá sin paz ni gloria como lo que es, un bárbaro y vaya bárbaro que no sabe el fiasco que se va a llevar con la presidenta mexicana y con Lula también.



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Esteban Rojas


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