En las valoraciones que formulábamos en la edición anterior se nos había quedado por fuera una que nos parece de las más peligrosas y que ha motivado a que nos refiramos en el día de hoy de ella. No referiremos a la propuesta formulada por el parlamentario de Avanzada Progresista, Bruno Gallo.
El diputado Bruno Gallo hizo una propuesta nada inocente de conformar un nuevo Poder Electoral, el cual esté conformado por los cinco partidos más votados en un proceso de selección para establecer el nuevo organismo.
Cabe destacar que la propuesta de Gallo la formuló luego de la publicación y opiniones dadas por nuestro amigo José Gregorio Piña en el artículo in comento del día de ayer y que desglosamos debidamente.
Vaya que propuesta más venenosa la de este parlamentario, porque sabemos que el PSUV recibe la casi totalidad de los votos del chavismo, más del 90%, mientras que el resto se reparte en pequeños porcentajes en el resto del GPP. En cambio, la oposición siempre recibe votos en porcentajes relativamente altos a través de diversos partidos o agrupaciones de partidos, por lo que, según el comportamiento electoral de los pasados 25 años, la oposición tendría asegurados al menos tres (o hasta cuatro) de los cinco cargos de Rectores o Rectoras del CNE y, por ende, el control del mismo para dar el golpe institucional desde adentro. .
Vamos a explicar con detalle la propuesta de Gallo: desde el año 2006, el chavismo, como entidad política ha obtenido siempre más del 50% de los votos. En ese escenario, sin embargo, el partido PSUV aglutina la inmensa mayoría de los votos chavistas; ya que en las 3 últimas elecciones presidenciales con resultados detallados conocidos: 2012, 2013 y 2018, el PSUV ha obtenido siempre más del 40% de los votos válidos totales, y más del 80% de los votos chavistas.
En cambio, en el lado de la Oposición existe una relativa mayor dispersión del voto entre diversos partidos, tendencias y candidaturas; pero también de manera consistente en dichas tres elecciones, luego del PSUV, los siguientes 4 partidos en porcentaje de votos obtenidos han sido siempre 4 partidos de Oposición, aunque con porcentajes de menos de la cuarta parte del porcentaje obtenido en cada oportunidad por el PSUV; son porcentajes del 10% o menos; pero superiores a los porcentajes del resto de partidos del GPP.
Tenemos fuertes sospechas para pensar que la denominada “oposición democrática” está chantajeando con el tema de su participación electoral; y es ahí que el PSUV debe contraponer la celeridad de la primera elección ya fijada para fines de abril, que son los comicios más importantes, y dilatar la discusión de la reforma, de ser posible hasta después de las segundas elecciones, las locales. En caso contrario, si aplicáramos la jerga del ajedrez, no sacrificaríamos una reina por alfil , es decir, no entregaría la posibilidad de que me saquen del poder con maniobras institucionales, como ya intentaron en 2015 (como confesó previamente Ramos Allup) a cambio de la participación de la oposición; total, que es "una vuelta más para un ventilador" como dice Diosdado. Por cierto, entre esos intentos de golpe institucional estuvo la la reforma de la Ley del BCV aprobada por la AN del 2015, que era un mecanismo fríamente diseñado para tomar el control del BCV y desde allí tumbar al Gobierno; ley que este servidor demostró que era inconstitucional en sentencia de la Sala Constitucional del TSJ.
Si hubiese chantaje y negociaciones en detrimento del país, pues debe imponerse la mayoría de 4/5 partes que tenemos en la AN en estos momentos y listo.
Pero volviendo al tema que nos ocupa hoy, la absurda e inconstitucional propuesta de Gallo, y eso es lo que persigue, la oposición tendría a priori adjudicados a su favor 4, o al menos 3 (mayoría) de los cargos de rector o rectora del CNE; base para el golpe institucional, el lawfare.
Es una propuesta totalmente inconstitucional porque contradice el carácter democrático consagrado en la CRBV. Evidentemente habría una enorme desproporcionalidad en la misma, ya que el chavismo todo, ganando la elección y teniendo más de la mitad de los votos, sólo obtendría un cargo, mientras que la Oposición obtendría 4 cargos, un 300% más.
Lo realmente democrático es lo que hay: la elección por parte de la AN de los rectores o rectoras del CNE, preservando la representación de la minoría. Pero, en un escenario hipotético, pero innecesario, de ir a la adjudicación de los cargos de Rector o Rectora del CNE por porcentajes de votación; entonces debería ser por cada fracción del 20% (quinta parte) o fracción superior al 10% del total de votos válidos, según los votos obtenidos por las coaliciones de partidos registradas, no por partidos individuales.
Así que ojo pelao con las propuestas de esta “oposición democrática” que son puros caramelos de cianuro.
¡Bolívar y Chávez viven y sus luchas y la Patria que nos legaron sigue!
¡Independencia y Patria Socialista!
¡Viviremos y Venceremos!