Trump: Memorias sobre su primer mandato y visiones iniciales del presente

Trump ha propalado sus inconsecuencias contra países "amigos" y "enemigos". Y todavía no se sabe si en su empeño y locura de ser el único emperador en el mundo contemporáneo, hará como hizo Nerón con Roma, e incendiará medio mundo

El actual mandato de Donald Trump puede acuñarse como un periodo enigmático pues las contradicciones alocadas signan sus actuaciones presentes, entre sus promesas durante su juramento que no habrían guerras hasta sus amenazas con represalias económicas y militares; sus amenazas de ocupar territorios de naciones soberanas e incluso anexar una nación vecina como Canadá y otros territorios cercanos y lejanos, como Panamá y Groenlandia; sus manías de mostrar los edictos imperiales que firma como decretos legítimos; la ya evidente de apoyo al genocidio de Israel contra Palestina; su ya guerra declarada en marcha contra Yemen; la pronosticada como terrible contra Irán; sus evidentes manifestaciones fascistas contra los emigrados; su masiva violación de la carta de las Naciones Unidas y de los Pactos de Derechos Humanos.

En fin, ha propalado sus inconsecuencias contra países "amigos" y "enemigos". Y todavía no se sabe si en su empeño y locura de ser el más grande emperador de los Estados Unidos, o el único emperador en el mundo contemporáneo, hará como hizo Nerón con Roma, e incendiará medio mundo. Mientras vemos transcurrir el tiempo y las acciones desquiciadadas, es hora que el pueblo estadounidense despierte de su letargo y le acorrale, como ocurrió en la época de la guerra contra Vietnam, antes que sea tarde, y Trump pretenda satisfacer toda su megalomanía. Pero, por supuesto, los pueblos y naciones del otro vasto mundo, la mayoría de la humanidad, tienen que levantar su voz y su poderío para paralizar las arremetidas del "trumpismo trasnochado".

En este breve lapso he abordado algunas disquisiciones sobre sus actuaciones más connotadas en estos artículos:

22/1/25 Los edictos del nuevo emperador coronado en Estados Unidos.

17/2/25 Espartaco y el fascismo macartista en los Estados Unidos, ¿cómo se acuñará el trumpismo?

Durante el primer mandato de Trump en muchas ocasiones fue necesario analizar aspectos de la política de Trump y de los Estados Unidos.

Así, por ejemplo, después del triunfo en las elecciones de noviembre de 2016, fue necesario referirme a Trump antes que se juramentara y ocupara el cargo de presidente-dictador de los Estados Unidos, en un artículo titulado Las ruindades de Obama y Trump ante el deceso de Fidel publicado en internet el 3 de diciembre. Decía entonces:

Hoy hay un luto universal por el fallecimiento de Fidel, porque lo que expresó e hizo por la humanidad, nadie lo dijo ni lo hizo como él, ni nadie se rebeló contra los males e injusticias del mundo, como él lo hizo en la época contemporánea, en defensa siempre de la supervivencia de la humanidad amenazada.

Hay que reconocer que existe, tal parece, una enorme diferencia entre Obama y Trump, entre lo que ha dicho y hecho el primero, y lo que ha dicho, y tal vez diga y haga en el futuro, el segundo.

En cuanto a Trump, con sus calificativos groseros y mentirosos sobre la figura de Fidel, cabe recordarle que, además de ignorante, es un soberbio y prepotente que quizás ocupándose de sus millonarios negocios, jamás se preocupara de los asuntos terrenales de la política nacional e internacional. Otros presidentes trogloditas han tenido que enfrentar Cuba y Fidel en el pasado.

A partir de enero, Trump puede hacer lo que quiera. Si asume, al fin, su papel de cowboy o de mandamás de empresario-presidente, y se decide a implantar la vieja política de enfrentamiento, fracasada como ha reconocido Obama, ya puede pedir el último, detrás de Bush, en la larga cola de presidentes fracasados que quisieron vencer por la fuerza a los cubanos.

Por eso hay que susurrar a los oídos del señor Trump, que hoy los cubanos corean su convicción como un pueblo entero que desafía su futuro, con la consigna "Yo soy Fidel". Y este grito y esta idea es "para lo que sea, Fidel, para lo que sea".

Ya al inicio del periodo presidencial fue necesario ir analizando y denunciando las políticas de Trump con un enfoque particular e integral, como puede constatarse en esta serie de artículos, que sería valioso repasar como lecciones vaticinadoras del presente.

   
   
   

4/2/17 Trump: Pasos y estropicios de un elefante en el laboratorio de la Casa Blanca

5/6/17 Terrorismo malo para el mundo y terrorismo bueno para EEUU

18/6/17 EEUU, Trump y Cuba: "La nación que se da al odio es una esclava de su propia animosidad"

14/8/17 Viola Trump la carta de las Naciones Unidas en relación con Venezuela ¿Qué hará la ONU? ¿Qué haremos todos?

6/9/17 Verdades sobre Venezuela y las "trumpadas" del imperio

1/11/17 Trump y el bloqueo en la ONU: la gran derrota de un presidente obtuso

15/12/17 ¡Cuidado!, Hay un dictador en la Casa Blanca

9/04/18 La VIII cumbre del "ya veremos" en Perú

11/06/18 Falta una picota para poner en ella a estos gobernantes del coro de la OEA

29/10/18 Verdad de Cuba frente al bloqueo

11/2/19 Verdades y mentiras ante los toques de tambor de la guerra

16/2/19 EEUU y la traición más nefasta en dos siglos en América y el mundo

5/4/19 El tiranosaurio de la Casa Blanca ¿Abandonará a la ONU o continuará su labor de zapa?

25/4/19 EEUU contra el mundo ¿Cómo entender esa locura agresiva y criminal?

2/5/19 El gobierno de EEUU activa el título III de la Ley Helms Burton, y qué?

3/6/19 La paranoia de Trump y de los déspotas de siempre

7/6/19 Los desatinos de Trump y el heroismo de los cubanos

19/6/19 Cuba: otra vez la isla prohibida por Trump, pero ¡qué heroica y linda es Cuba!

4/7/19 El exterminio como estrategias y fines del bloqueo de EE.UU contra Cuba

26/9/19 La "Optimina" de los cubanos frente a los desmanes de Trump

29/9/19 Fidel y lo que Trump debiera saber sobre el socialismo en EEUU y el mundo

11/11/19 En la ONU los EEUU no pudieron tapar el sol de Cuba con su garra

28/03/20 Cuba: la solidaridad en los tiempos de insanias y la COViD-19

 

13/07/20 Trump se desliza en un tobogán. ¿Se ganará la medalla de barro?

 

5/10/20 Las realidades del mundo durante la COVID-19 y el 75 Periodo de la Asamblea General de la ONU

15/10/20 Realidades de EE.UU ¡Tan iguales de viejas y nuevas que asombran!

 

   

19/01/21

Trump se va de la Casa Blanca

Este artículo vino a resumir los avales cavernarios de Donald Trump durante su primer mandato. En el mismo planteaba:

El próximo 20 de enero se irá Donald Trump de la Casa Blanca por una puerta trasera, después de haber cumplido su ciclo como dictador y terrorista en un mundo que ha conocido todas las formas de terrorismo de los estados y de las personas, así como las variopintas condenas a tales actos y, por supuesto los más hipócritas silencios o condonaciones cuando los mismos son cometidos por sí mismos y sus aliados, sean gobiernos o personas.

El último acto terrorista de Trump se cometió contra el Congreso de la Unión, al incitar a sus partidarios desde un acto frente a la Casa Blanca a ir a manifestar su ira proselitista ante el Capitolio, con el consiguiente saldo de la invasión y profanación del recinto, así como cinco muertes. Representantes y senadores debieron huir despavoridos, ¿aterrados, verdad?, bajo la guía del servicio secreto.

Luego, demasiado tarde para la magnitud del suceso, Trump condenó los actos violentos, pero no perdió la ocasión para calificar a sus seguidores de patriotas y expresarles su sentimiento de amor.

Un elemento muy significativo para un acontecimiento tan inusual en el mundo por todos los ribetes de uso de armas letales de asalto, circunstancias, características, significación y consecuencias, ha acompañado el mismo. Y es que tales hechos no fueron calificados por Trump ni por nadie de los dirigentes de la clase política, demócrata y republicana, como un acto terrorista. Tampoco fue condenado como tal por los gobiernos de las potencias aliadas y los demás países satélites del imperio. Ahora no solo la palabra terrorista estuvo omitida, sino vedada.

Un hecho parecido ya había ocurrido cuando la muchedumbre contrarrevolucionaria venezolana asedió durante días a la embajada de Venezuela en los Estados Unidos, y por tanto territorio soberano del país según la Convención de Ginebra, y finalmente las autoridades estadounidenses penetraron en la misma y detuvieron a sus defensores. Fue un violación del derecho internacional practicada por el gobierno de Trump.

El mundo atónito ha visto utilizar un medidor de doble rasero a la hora en que los países, principalmente las grandes potencias, califican como terroristas a determinados hechos. Así, por ejemplo, se ha sido calificado como tal la acción de un individuo armado de un cuchillo que hirió o asesinó a alguien por una supuesta motivación doctrinaria. Sin embargo, el asesinato cometido y confesado por Trump, fríamente ejecutado desde las distancias, contra el general iraní Soleimani y otros, no fue condenado como acto terrorista ni como una flagrante violación de la soberanía de Irak como miembro de las Naciones Unidas.

Tampoco fue condenado por los que auspician el terrorismo en el mundo, y que actúan con alevosía e hipocresía horribles, el intento de asesinato terrorista colectivo con drones contra el presidente de Venezuela Nicolás Maduro y los máximos dirigentes políticos y militares del país, en que Trump y los servicios de inteligencia estadounidenses y sus títeres locales estuvieron implicados.

Una mención aparte son las medidas económicas calificadas como sanciones territoriales y extraterritoriales decretadas contra países en todo el mundo, y que por sus consecuencias para los pueblos en muchos casos tienen carácter terrorista.

Y finalmente, cuando se pudieran añadir muchos más hechos irrefutables durante la era Trump como el despojo criminal de las riquezas de otros pueblos, la presencia de tropas a la fuerza en territorios extranjeros, y otros muchos hechos vandálicos como poner precio por el asesinato de dirigentes legítimos de países, el tiranosaurio que ya se va al estercolero de la historia, se permite un adefesio más de su trayectoria abyecta: incluir a Cuba en la lista espuria de países que auspician el terrorismo.

¿Cuál será el destino futuro de Donald Trump? ¿Responderá algún día por sus tropelías antes y durante la presidencia de los Estados Unidos? ¿Le condenará el Congreso a posteriori? ¿Se le juzgará y condenará de alguna forma por las leyes? ¿Permanecerá impune y dormirá el idílico sueño de los plutócratas? ¿Intentará regresar a la Casa Blanca para la revancha?

Estimado lector, trate de adivinar lo que solo el futuro guarda celosamente.

En conclusión, estimados lectores, ya hemos visto los hechos delincuenciales por los cuales ha debido ser enjuiciado Trump ante los tribunales estadounidenses, que esperan por una sentencia final. Y nada ha debido enfrentar por su intentona de golpe de estado y como instigador del asalto violento al Capitolio. A pesar de todo fue reelecto cuatro años después por una abrumadora mayoría de votos. ¡Oh, my God!

En su nuevo mandato, veremos si los caprichos de Trump pueden ser contenidos por la unión de factores tales como la madurez del stablisment y la nobleza del pueblo estadounidense; las protestas y oposiciones de los sectores populares e intelectuales; la dignidad y el patriotismo de gobernantes y políticos de todas las naciones interesados en la paz y el respeto a la soberanía y autodeterminación de los pueblos; la acción conjunta de instituciones nacionales e internacionales, especialmente de la ONU; y el papel disuasivo de las grandes potencias económicas y militares.



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Wilkie Delgado Correa


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