Este carajo no aprende

El pasado 14 de Junio el Senado Colombiano en una maniobra tipo comando aprobó el TLC con Estados Unidos, 55 de los 102 senadores votaron apresuradamente con los ojos vendados su aceptación.

Informaciones extraídas del Senador Jorge Enrique Robledo, vocero del Polo Democrático Alternativo, nos transmitió que cuando los medios de comunicación lo anunciaran, estarían diciendo la gran mentira, el engaño, la traición del Presidente Colombiano Álvaro Uribe, a su pueblo y que eso serviría de evidencia para demostrar la actitud de cómo las mayorías gobiernistas se burlaron cínicamente del correcto funcionamiento del Congreso.

Por otra parte, acotó, que el “TLC y progreso son incompatibles, TLC y empleo son incompatibles, TLC y soberanía son incompatibles” y que el texto aprobado no es el que se le presentará al Congreso Norteamericano, esto en caso, de que estos lo aprueben, puesto que se debe tener presente que el gobierno colombiano se ha gastado sumas millonarias, para vivir de rodillas y de suplicas con los gringos, para que ellos se lo aprueben y que todos los días se envían delegaciones que regresan llorosas y humilladas, diciendo que si habrá TLC y que vendrá pronto.

Las mayorías del pueblo colombiano han reaccionado y se expresan en contra de esta aprobación alegando que se trata de una gravísima ofensa a la dignidad nacional, muestra de servilismo, y que por primera vez en su historia, uno de sus presidentes haya sido capaz de viajar once veces a Estados Unidos a rogar, suplicar, que le acepten la sumisión y la cruxificación de su nación.

Con esta maniobra el mandatario colombiano se enfrenta a la mayoría demócrata del imperio, quienes le pidieron a Bush, en noviembre del año pasado, no firmarlo sin atender los reclamos del partido, por supuesto no por que estos le vayan a mejorar las condiciones del tratado, sino para ajustarlo a sus conveniencias y formas de pensar con respecto a nuestros países. Lo que si queda claro es la situación política de Uribe, pues con ello reafirma, ratifica, una vez más su devoción y su lealtad con los neoconservadores del partido republicano y con las locuras del asesino Bush, quienes por ahora solo aspiran es mantener la presión tanto en Estados Unidos como en Colombia para ganar tiempo y para la aprobación definitiva del TLC.

En Colombia se dice que Uribe “coquetea con los demócratas pero que duerme con los republicanos”. Así mismo, como lo sabemos los venezolanos, Uribe en su obsesión de vivir de rodillas ante su amo, el señor Bush, es el principal parapeto de la región utilizado para contrarrestar las políticas revolucionarias del comandante Chávez en Venezuela.

Las aparentes victorias del Presidente Uribe, han sido claras derrotas en el ámbito internacional, sus negociantes en el imperio son cuestionados por los lazos que mantienen directos con la “parapolítica”, a su Plan Patriota, (Plan Colombia) se lo recortan cada vez más, cuando se aparece por allá con lagrimas de dar lastima y piedad.

El pueblo colombiano se estremece de indignación con su misma voz, pues esa aprobación típica del Uribismo en el congreso, porque no tuvo ni siquiera la responsabilidad de leerla, es la mejor demostración ante el mundo de su ilegitimidad, lo que trae ya como consecuencia que Colombia despierte para que entienda la tragedia en que la sumirá este desgraciado tratado.

vrodriguez297@hotmail.com





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Víctor J. Rodríguez Calderón


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