En la Primera Guerra de Independencia era común que sacerdotes de los pueblos combatían en las filas de la insurrección popular (Hidalgo, Morelos), mientras los purpurados de la Iglesia fortificaban la mano verduga del colonialismo español. Fernando Lugo, exobispo del Paraguay, rompe esa regla. Como el obispo mártir de El Salvador, Oscar Arnulfo Romero, encabeza las luchas de su pueblo y de toda persona decente en el Paraguay, contra la dictadura oligárquica de sesenta años del Partido Colorado.
Ante
el virtual colapso del gobierno de Bolivia; la incomprensible
inactividad de los gobiernos progresistas latinoamericanos ante
ese colapso; los
avances de la derecha chilena a través de su estratagema de
“desalojo” del gobierno de
Michelle Bachelet; el paroxismo de la política
terrorista de Uribe-Santos y la necesidad de consolidar urgentemente
la estructura política (OEL), militar (Consejo de Defensa de América
del Sur), económica (ALBA) y financiera (Banco del Sur) del naciente
Bloque Regional de Poder Latinoamericano (BRPL), el triunfo de Fernando
Lugo es gran importancia para mantener una correlación de fuerzas positivas
en América Latina.
Fernando
ha empleado una realista política de amplias alianzas nacionales e
internacionales, que son la única posibilidad de derrotar a la dictadura
de la oligarquía paraguaya. En reciente
diálogo explicó algunos de los aspectos de la
lucha electoral, cuyo triunfo sería el primer paso decisivo en la
épica lucha por el renacimiento de la nación del Paraguay,
brutalmente destruida por Brasil, Argentina, Uruguay e Inglaterra,
en la Guerra de la Triple Alianza, hace 140 años.
1. Invitación Partido Demócrata, Estados Unidos, y ODCA
H.D.
Fernando, en octubre del 2007 fuiste invitado por la Organización
Demócrata Cristiana de América (ODCA) y el Partido Demócrata de Estados
Unidos a pláticas en México. ¿Qué experiencias has tenido al respecto?
F.L.
Sí, me invitó la ODCA y la Secretaría
Internacional del Partido Demócrata de Estados Unidos.
Los dos eventos van en una misma dirección. Queremos que la comunidad
internacional ponga los ojos en Paraguay, porque estamos convencidos
que no hay una confiabilidad en la justicia electoral en nuestro país;
creemos que se está tramando un gran fraude electoral en Paraguay;
queremos que los observadores no sólo estén el día de las elecciones
sino mucho antes, para cerciorarse del proceso electoral paraguayo;
queremos tener las garantías de transparencia y credibilidad
en la justicia electoral, y todos esos temas los estamos abordando con
la comunidad internacional. En este sentido, es un poco también nuestra
visita tanto con el Partido Demócrata de Estados Unidos, su Secretaría
Internacional, y con la ODCA que tiene una relación con la Democracia
Cristiana en Paraguay.
2. Indicadores de posible fraude
H.D. ¿Qué indicadores hay de ese posible fraude?
F.L.
Yo creo que hay varios. Primero, que las urnas electrónicas utilizadas
en las elecciones anteriores son muy vulnerables. Un hecho significativo
es que el mismo Partido Colorado en sus internas que
se realizaron el 16 de diciembre, 2007
expresó sus dudas sobre las urnas electrónicas, porque son vulnerables,
no son creíbles, son manipulables. Creemos que en las elecciones anteriores
donde se utilizaron estas urnas electrónicas realmente hubo variación
de los resultados originales.
3. La ODCA enviaría observadores
H.D. ¿De parte de la ODCA habría disposición para enviar observadores?
F.L.
Sí. ODCA nos prometió incluso una asesoría técnica
en cuestiones electorales, muy importante para nosotros…
Paraguay ha iniciado un proceso de limpieza de padrones, por ejemplo,
pero hasta hoy día la composición, sobre todo de la justicia electoral,
no es creíble. Y la ODCA tiene relaciones muy cercanas con
el partido de la Democracia Cristiana en el Paraguay, que es el partido
que elegí para la candidatura, dentro de la Alianza Patriótica para
el Cambio (APC).
4. El papel del Partido Demócrata estadounidense
H.D. El Partido Demócrata de Estados Unidos, ¿qué interés tiene en elecciones limpias?
F.L.
Bueno, ellos tienen sobre todo la fundación Jimmy Carter, que se ofreció
como observador de las elecciones,
y que lo ha hecho en varios países. Y todo tipo de observaciones son
bienvenidas hoy en Paraguay, ¿verdad? Sobre todo, yo les decía a los
del Partido Demócrata, si ellos también son gobierno, creo que hay
una gran posibilidad, que ojala podamos abordar los grandes temas de
las relaciones internacionales. Les he dicho que desde Paraguay y desde
América Latina, muchas de las acciones
de Estados Unidos, sobre todo a nivel internacional, son muy cuestionadas,
y que, ojala que cuando el Partido Demócrata pueda reorientar su política
internacional, podamos conversar de igual a igual en términos de relaciones
internacionales, sobre todo en la composición de las relaciones de
fuerza dentro del planeta.
5. El aprendizaje con el pueblo
H.D. Cuado hablamos aquella noche allá en el monte, en Paraguay, eras una persona diferente. ¿Cómo te ha formado la experiencia con el pueblo en la campaña electoral?
F.L.
Bueno, hemos terminado la primera ronda del gran diálogo con el pueblo.
Eso, me ha ayudado muchísimo a conocer el país y a hacerme conocer
en el país. Hemos terminado también la segunda ronda, donde la gente
ha preparado sus propuestas de salida a las grandes dificultades que
tiene el país.
Yo
creo que el país ha crecido en conciencia y hoy podemos decir, que
es un pueblo que tiene propuestas concretas para salir y poder superar
las dificultades. Y eso para mi ha sido de gran alegría, porque un
político en Paraguay nunca ha ido a preguntar a la ciudadanía,
ni de sus necesidades y menos aún de sus propuestas; es
más, darle la oportunidad de ser sujeto transformador de la historia
y de la creación de la nueva sociedad a esta masa electoral, que tiene
un rostro, un nombre, una persona y que quiere ser sujeto de transformación.
6. Nicanor Duarte lanza al General Lino Oviedo contra Fernando Lugo
H.D. El Presidente Duarte sacó de la cárcel a Lino Oviedo, ¿eso lo hizo con la intención de debilitar tu apoyo popular?
F.L.
De debilitar la oposición, de dividir la oposición y de
mermar el gran apoyo popular que tiene Fernando Lugo.
Sin embargo, con toda la estrategia, con toda la campaña de demolición
de imagen que han hecho el oficialismo y los medios de comunicación,
hasta ahora no han conseguido debilitarnos. Seguimos adelante en las
encuestas, en la popularidad, en el conocimiento de la ciudadanía,
porque creemos que Fernando Lugo es un candidato que nace de la ciudadanía
y al mismo tiempo, que genera la credibilidad en la alternancia y en
al cambio real que va a suceder en el
2008.
7. Una Asamblea Constituyente después del triunfo electoral
H.D. En Bolivia, Venezuela y Ecuador hay o ha habido Asambleas Constituyentes después del triunfo del Presidente. ¿Tú piensas en algo semejante?
F.L.
Es necesario. En Paraguay hay instituciones creadas en la última Constituyente,
que formuló la Constitución del año 92, que después de 15 años
vemos que no funcionan. Yo creo que es necesaria una reforma constitucional.
Creo que Paraguay, su modelo de país, el fortalecimiento de la democracia,
el ser más institucionalista, necesita de una nueva Constitución.
Hay modelos, hay esquemas, hay trabajos y propuestas que se están haciendo.
Yo creo que también es una necesidad imperiosa de las grandes mayorías
reformular nuestra Constitución, porque esto también pueda ayudar
a redefinir el modelo de país donde queramos vivir.