Bolivia: los "reyecitos" opositores rechazan la nueva Constitución

La tradición histórica atribuye al rey francés Luis XIV (1638-1715) la frase «L'État, c'est moi» («El estado soy yo») que afianzó la monarquía absoluta. Salvando la distancia, los opositores separatistas bolivianos se atribuyen los mismos poderes absolutistas al rechazar la voluntad de la mayoría del pueblo que con su voto respaldó el domingo antepasado la reforma constitucional sancionada por la Asamblea Constituyente en diciembre de 2007. Varios voceros de la oposición adelantaron antes de la consulta popular, que si en "sus" departamentos triunfaba el No, la nueva Constitución tendría la puerta cerrada.


Los prefectos opositores pretenden hacer valer más los votos en sus departamentos que en el resto del país, y al plantear la necesidad de que el gobierno abra una negociación, se constituyen como territorio separado.


En cualquier otro país del mundo, los resultados nacionales valen para todo el país, pero enl Bolivia, la oposición se establece como zona independiente. El presidente del Comité Cívico de Santa Cruz, el empresario derechista Branco Marinkovic, dijo que la victoria del NO en su departamento, y en otros dos opositores, les otorga autoridad para plantear un pacto unitario entre los prefectos opositores e imponer sus propios proyectos autonomistas que, en los hechos, consagra la división del país.


Los prefectos opositores, desde antes que se abrieran las mesas de votación, y en contradicción con lo testificado por los observadores internacionales, denunciaron fraude del gobierno a favor del SI.


El prefecto de Santa Cruz, Rubén Costas y el líder cívico cruceño, Branco Marinkovic, coincidieron en denunciar que el proceso de ratificación ciudadana de la nueva Constitución, no tenía transparencia porque el padrón electoral tenía muchas fallas y ello permitía el fraude del gobierno.


"Acudimos a las urnas sin la garantía de un proceso electoral transparente, en medio de un panorama de fraude electoral, no otra cosa implica la doble carnetización y el doble registro ciudadano que encaró el gobierno del presidente Evo Morales", manifestó el dirigente cívico cruceño.


"El gobierno preparó el fraude con la ayuda y el financiamiento del gobierno venezolano cuando se hizo la carnetización, si se recuerda, se veían funcionarios militares venezolanos, junto a la Policía nuestra llevándose carnets para preparar el fraude", refirió.


De la misma opinión fue el ex presidente y jefe nacional de la alianza opositora Poder Democrático Social (Podemos), Jorge Quiroga, quien reiteró que el gobierno montó fraude electoral para salir beneficiado con los resultados del referendo constitucional.

El prefecto de Tarija, donde aún no está claro que opción se impuso, Mario Cossío, manifestó que el gobierno no tiene condiciones para imponer la nueva Constitución a todo el país y que deberá negociar con la oposición. Sostuvo que con los resultados del domingo, el país está más dividido que antes de la contienda electoral, por lo que "existe la necesidad de construir pactos si es que el Ejecutivo quiere seguir avanzando".


El mismo discurso de invalidar el resultado de la consulta ciudadana era repetido por todos los dirigentes opositores en los días previos a la jornada electoral. El pasado viernes, el diputado de Podemos, Rodrigo Ibáñez, declaró "nosotros estamos completamente seguros que después del referendo constitucional vamos a seguir con una Bolivia enfrentada, polarizada con un sector de la población que le dirá SI a la Constitución y otro que le dirá NO", rechazando de hecho someterse a la voluntad de la mayoría.


El domingo, apenas concluida la votación, los opositores volvían a enfrentar al gobierno desconociendo en los hechos la victoria del SI.


El secretario de Autonomías de la Prefectura cruceña, Carlos Dabdoub, comentó que "basándonos en los resultados, que significan que seguimos en un empate entre dos visiones de país, creo que otra vez el mandato del pueblo exige a los poderes constituidos sentarse nuevamente a negociar". Insistió que "será necesario concertar el cambio con las regiones porque ninguna opción se impuso sobre la otra". En ese marco, las posibilidades que maneja la Prefectura cruceña según explicó el mismo funcionario al diario La Prensa, son modificar el nuevo texto constitucional o realizar "acuerdos", por ejemplo, en la redacción de la Ley de Autonomías que dará pie a la aplicación de este régimen en el país.


El viceministro de Descentralización del gobierno nacional, Fabián Yaksic, ya había rechazado modificar el texto constitucional, aprobado en una Asamblea Constituyente en diciembre de 2007, y en el plebiscito del pasado 25 de enero.

"Esta Constitución fue concertada y es producto de un pacto social. No se puede abrir por el capricho de algunas autoridades", exclamó Yaksic.


Por su parte, el secretario general de la Prefectura de Tarija, Mauricio Lea Plaza, quiso descalificar el triunfo del SI apuntando que el presidente no ha logrado el mismo porcentaje de votos que en el referendo revocatorio de su mandato. "Si bien el presidente ha recibido el respaldo a la nueva Constitución Política del Estado, no ha recibido el mismo respaldo que con motivo del referéndum revocatorio. Hay de nuevo medio país territorialmente que ha votado en contra de la Constitución. En realidad, lo que se está ratificando con los resultados es una Bolivia dividida, una Bolivia polarizada y un proyecto de Constitución que no tiene la legitimidad suficiente para poderse implementar".


El líder de Podemos, el ex presidente Jorge Quiroga, apuntó a una derrota del gobierno al sostener que se presenta "una erosión marcada del gobierno en cuatro meses, porque ha perdido, ha mermado su votación en los nueve departamentos de Bolivia. Según los cómputos que se han mostrado, la caída es de ocho a nueve puntos a nivel nacional. Eso debería llamar la atención al gobierno del presidente Morales, porque ese nivel de desgaste en cuatro meses es muy marcado y creo que es producto de una actitud de constante abuso, de autoritarismo y de atropello".


Mientras queda por definir los resultados de la votación en Chuquisaca, la prefecta opositora de ese departamento, Savina Cuéllar, no aceptó los resultados parciales que dan la victoria al SI, y en un acto en la capital departamental, convocó a "desacatar" la Constitución aprobada.


Poco después bajó un poco el tono y dijo que esperará los resultados finales, aunque volvió a insistir en que hubo fraude.


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