Falso afirmar que Raúl Alfonsín es el padre de la democracia Argentina

Es realmente indignante que se intente imponer la matriz de opinión de que el presidente Alfonsín, fallecido recientemente en Buenos Aires, sea el padre de la democracia del país sureño. Es tan falsa esa especie, como esa otra que desde hace años se intenta vender en nuestro país, de que Rómulo Betancourt lo es de la venezolana.
 
Craso error el que se comete exaltando virtudes de tal carácter a quienes nada de eso tuvieron. Si bien es cierto que Alfonsín surgió a la vida política argentina como el líder de masas electo en comicios libres en 1983, luego de la terrible dictadura que llenó se sangre y lágrimas la tierra gaucha, era razonable que, para ese entonces, se le reconociera el meritorio esfuerzo de haber ganado en buena lid la presidencia por voluntad de los argentinos, así como que a los pocas semanas de haber asumido el mando, designó una Comisión de la Verdad que produjo un desgarrador informe, conocido bajo el título  “Nunca Más”, cuyas páginas no dejan lugar a dudas del terrible y atroz balance de muertos y desaparecidos que dejó esa dictadura militar, la cual fue impuesta, es importante recordarlo, por el imperio yanqui en 1976, luego del  derrocamiento de la presidenta Isabel de Perón, como parte del plan criminal que gestó para un mejor control de la región, conocido como “Operación Cóndor”*, el cual tuvo como principal inspirador al dictador chileno, Augusto Pinochet, quien tres años antes había asesinado al presidente Salvador Allende, en un sangriento golpe de Estado que lo llevó al poder por 17 años, igualmente gestado por el gobierno de Washington. El Informe calculó en no menos 30 mil el número seres humanos asesinados y desaparecidos…
 
Pero veamos las leyes que promovió el expresidente Alfonsín, sin que le temblara la mano, no obstante las terribles verdades y conclusiones de dicho informe, las cuales, por paradójico que parezca, propiciaron el perdón y la total impunidad a quienes fueron los autores de esa monumental tragedia, con lo cual se hace obvio que su muerte  jamás podría concitar el menor gesto de tristeza.
 
“La Ley de Obediencia Debida Nº 23.521 fue una disposición legal dictada en Argentina el 4 de junio de 1987, durante el gobierno de Raúl Alfonsín, que estableció una presunción iuris et de iure (o sea, que no admite prueba en contrario) que los hechos cometidos por los miembros de las fuerzas armadas, durante la guerra sucia y el Proceso de Reorganización Nacional, no eran punibles por haber actuado en virtud de obediencia debida.”

“Esta norma se dictó luego de los levantamientos "carapintadas", por iniciativa del gobierno de Alfonsín, para intentar contener el descontento de la oficialidad del Ejército Argentino, eximiendo a los militares por debajo del grado de coronel, de la responsabilidad en los delitos cometidos bajo mandato castrense. De ese modo, tuvo lugar el desprocesamiento de la mayoría de los implicados en el terrorismo de Estado.”

“Algunos de los beneficiados por la norma fueron el ex capitán de fragata Alfredo Ignacio Astiz y el general (R) Antonio Domingo Bussi, contra los cuales existían numerosas pruebas de la comisión de delitos de lesa humanidad.”

“La Ley 23.492 de Punto Final argentina, promulgada el 24 de diciembre de 1986 durante la presidencia de Raúl Alfonsín, estableció la paralización de los procesos judiciales contra los autores de las detenciones ilegales, torturas y asesinatos que tuvieron lugar en la etapa de dictadura militar. Literalmente, "se extinguirá la acción penal contra toda persona que hubiere cometido delitos vinculados a la instauración de formas violentas de acción política hasta el 10 de diciembre de 1983."

“La ley, que sancionaba la impunidad de los militares por la desaparición de 8718 personas, fue objeto de una viva polémica. Sólo quedaban fuera del ámbito de aplicación de la ley los casos de secuestro de recién nacidos, hijos de prisioneras políticas destinadas a desaparecer, que eran por lo general adoptados por militares, quienes borraban las huellas de su verdadera identidad.”

Para cerrar, debemos señalar que gracias al arribo al poder en la hermana República Argentina  de Néstor Kirchner, ambas leyes fueron  derogadas en el 2003 y a la fecha ya han sido llevados a la justicia y condenados con penas bien severas, como la cadena perpetua, a algunos de los cientos de asesinos y represores de esa funesta dictadura, los cuales deberán enfrentarse a una justicia a la que el pueblo argentino decidió quitarle la venda para siempre…
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(*)  Plan ideado en Washington durante el gobierno de Richard Nixon, el cual fue dirigido e impulsado tras bastidores por su Secretario de Estado, Henry Alfred Kissinger y el que, según lo reporta Wikipedi, se trató de: "un plan sistemático de eliminación de opositores dirigido a "combatir el comunismo" en Latinoamérica. En ocasión del golpe de estado de Argentina, el 24 de marzo de 1976, alentó y apoyó a la Junta militar a que tomara el poder. Lo han acusado de complicidad y del estímulo en la eliminación y "desaparición" sistemática de miles de opositores cometidas por la Junta Militar de Argentina. Se conoce su implicación directa en los bombardeos secretos de Laos y Camboya, ordenados sin permiso del Congreso. Dichos bombardeos sirvieron para que los jemeres rojos accedieran al poder, del que se servirían para asesinar a más de dos millones de personas. Henry Kissinger apoyó al régimen indonesio del general Suharto, acusado del genocidio contra la población de Timor Oriental."

oliverr@cantv.net
 



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Iván Oliver Rugeles


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