Honduras, la misma lucha por la Libertad (*)

¿Cuando el pueblo manda sus actos son improcedentes?

Mientras el mundo entero, rechaza el criminal golpe de estado propinado al Presidente Manuel Zelaya, la derecha recalcitrante y retrograda de Honduras y sus iguales en el resto de América Latina, se encadena en los grandes medios de comunicación de masa en un esfuerzo por imponer a través de sus espacios virtuales la justificación del criminal acto.

Cabe destacar que el Presidente Zelaya es un empresario, progresista en medio de una sociedad atrasada, casi feudal, que se atrevió a decretar aumento de salarios, a mostrar los indicadores económicos que delatan el fracaso de sus predecesores, a desarrollar política social. Se atrevió a mencionar que los pobres no solo existen en Centro America sino que además tienen derechos, por eso lo tumbaron, tal cual como en 1953 tumbaron a Jacobo Arbenz en Guatemala.

Destaca de manera importante, el lenguaje que se utiliza en cada noticia que surge de Honduras, las categorías empleadas por los golpistas para referirse a los hechos y el cinismo de esa clase social dominante, que no admite el surgimiento de ningún orden distinto al tradicional poder que han usurpado los herederos del coloniaje, principales opresores y responsables de la pobreza que caracteriza a sus pueblos.

Miles de voces son acalladas por la fuerza del poder económico y mediático, se cierran medios alternativos, se arrestan periodistas objetivos, se patean las esperanzas de las mayorías y se justifica la acción asegurando que ese pueblo es una turba de malolientes sin conciencia los cuales no merecen la atención de la majestad presidencial y sus instituciones de orden.

Nótese con detenimiento, al pueblo defensor de la constitución, la participación democrática y el estado de derecho se le llama chusma, gente sin conciencia y a los pocos cientos de hombres y mujeres confundido por el veneno de los grandes medios que apoyan a los golpistas, se les distingue con la denominación de ciudadanos obedientes y responsables defensores de las bondades del estado representativo, sus líderes e instituciones del estamento oficial del gobierno.

Y es que para estos trasnochados fascista seguidores del pensamiento positivista de siglo XXI y de las consignas racista de Hitler, hay dos tipos de pobres, los que por ignorancia se doblegan al poder de los poderosos y los que por convicción de patria, participan con coraje por la conquista de un mundo mejor.

Así, el canciller del seudo-gobierno de Micheletti se expresa sin rubor por CNN y asegura que esa chusma que ha osado intentar cambiar la constitución es gente sin conciencia, y con la misma desfachatez califica la cualquier consulta a las mayorías como un acto improcedente.

¿Donde está la improcedencia? La respuesta es más que obvia, en el poder que tienen las mayorías organizadas, los pueblos cohesionados en función de su bienestar, el empoderamiento de los obviados por el sistema. A eso le teme la burguesía. A eso llaman afrenta contra las instituciones.

Ha llegado la hora de que los pueblos asuman su historia, el gran momento de construir un mundo para todos, sin exclusión ni prejuicios de clases, la tarea no es fácil pues se trata de erradicar un cáncer enquistado en la medula del sistema político capitalista el cual fracaso ineluctablemente en el planeta.



(*) Dr. Ángel Rafael Tortolero Leal
Embajador Extraordinario y Plenipotenciario
Embajada de Venezuela en la Republica de Chipre


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Ángel Rafael Tortolero Leal

Profesor Investigador Titular en la UNERG, Diplomatico Ex Embajador, Analista Internacional, Miembro del Centro de Estudios Socialistas Jorge Rodríguez. Internacional Bolivariana y Miembro de la Línea de Investigación: Políticas Publicas y Pensamiento Contra Hegemónico. Militante del PSUV

 angeltortolero@gmail.com      @ANGELTORTOLERO1

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