...”existimos precisamente porque creemos en nuestras ideas y nunca hemos temido dialogar con el adversario. Es la única forma de procurar la amistad y la paz entre los pueblos". Fidel Castro
Si no supiéramos que la lógica del capitalismo puede permear todos los estratos del comportamiento humano, de las instituciones, de los aparatos de enseñanza y de creencias; podríamos pensar casi sin temor a equivocarnos que el Comité de Noruega eligió a Barak Obama en estado de ebriedad, tal vez con un buen Brunello de la Toscania enviado por el mismísimo Cavalieri Berlusconi.
Claro, habría otras opiniones. Para no dejarse amedrentar por eso del pensamiento único, otros argumentarían que estaban drogados con el mejor “polvo de estrellas” enviado por el número 82 del Cartel de Washington, el Dr. Alvaro Uribe, a quien Pablo Escobar llamaba cariñosamente Varito, “gente cariñosa”.
Con los 5 millones de campesinos desplazados a base de napalm y motosierra, Varito tiene sobre-producción. ¿Qué le hace a la blanca economía colombiana libra más libra menos “de la buena”?
El Premio Nobel de la Paz ( por mencionar sólo esta categoría) se ha transformado en un premio virtual por su antinomia con la verdad, con la justicia, con la integridad, con la realidad, con los valores que dice premiar, después de haber sido galardonados personajuelos como Menajem Beguin, Henry Kissinger, Albert Arnold Gore (no lo llamo “Al” por que no tengo confianza con el susodicho), James Carter, Mijail Gorbachov, Oscar Arias, Lech Walesa (con este, los efluvios de la Vitis vinifera no son mera especulación), Martti Ahtisaari, Theodore Roosvelt, Cordell Hull, Wilson Woodrow, Tenzin Gyasto 14° Dalai “Lame” CIA, y paro de nombrar por que me va a dar una puntada al higado.
Como la comida basura, la tele basura, la política basura, estos “estadistas” y “notables” se han hecho, o mejor dicho, los hicieron a punta de publicidad y estratagemas de imagen. Miles de horas de lobbies publicitarios y de periodismo basura para perfilar una imagen vendible, orgánica al sistema de expoliación, explotación y muerte, lamentablemente comprada por muchos.
El politiquero “cool” de Obama, con esa actitud estética en la apariencia, en el estilo, en la imagen, son verdaderos “paquetes” de envoltorio “presentable” sólo ante unos estándares degradados por el farandulerismo, que como virus ha hecho estragos en las interconexiones vitales entre la conciencia, la inteligencia y el espíritu de millones de personas.
Sus presentaciones en los medios, en progarmas imbéciles como los de Oprah Winfrey y David Letterman muestran hasta que grado esa atrofia cultural que es el “pensamiento farándula” hace masivo el entendimiento de la realidad mediante cánones cada vez más vanos, superficiales, reduccionistas, mediocres, cursis y esencialmente antipopulares.
Sus discursos no dicen nada, salvo en lo de caer repetitivamente en lugares comunes, aún el de su causa mas vanguardista, la de un nuevo seguro de salud universal que incluya a 50 millones de usamericanos excluidos, está lleno de timoratez anglosajona. El más reciente Nobel sigue con la cantinela del “liderazgo estadounidense”, como si los pueblos del mundo fueran idiotas y no entendieran que esa frase conlleva desolación y muerte y ni una sóla brisa de amistad, solidaridad, comercio justo, beneficios compartidos, proyectos conjuntos para el bien común.
Cuando un negro asume la palabra y el ideario racista de un blanco, a ese negro hay que tenerle más cuidado que al blanco.
Pero si al hombre lo llevan sus palabras de matonería encubierta contra Irán y la República Popular Democrática de Corea, son sus hechos y sus silencios los que lo traen a la realidad.
Continúa la guerra en Irak y no hay visos de retiro de las tropas invasoras y genocidas en el mediano, ni en el largo plazo. Se intensifica la guerra imperialista en Afganistán, se desestabiliza Pakistán mediante la masacre indiscriminada de civiles. Se sigue activando la Cuarta Flota imperial. Se suman siete bases usamericanas en Colombia, un país administrado por nacrcotraficantes y genocidas, que de por si ya tenía una estructura militar que superaba los conceptos de defensa, no sólo por el número de profesionales en su Ejército, sino también por ser el país en recibir la tercera mayor ayuda militar usamericana.
Se continúa la guerra económica, financiera, cultural, científica y mediática contra Cuba. En el país del último Nobel vive libremente Luís Posada Carriles, el terrorista occidental y empleado de la CIA más beligerante contra Cuba y los movimientos de liberación latinoamericanos. Gozando de la misma situación está su compinche Orlando Bosch y casi una decena de mini-ejércitos paramilitares que se entrenan con lo más sofisticado del armamento usamericano.
Mientras tanto, cinco luchadores anti-terroristas llevan once años de presidio en el país de Obama, sin que el Nobel diga una palabra.
No estoy de acuerdo con los que argumentan que el otorgamiento del Nobel a Obama tiene como fin crear en el Presidente un estado de compromiso moral por la paz, ni mucho menos en el establishment, una responsabilidad mayor al diálogo y al entendimiento de otras visiones de la realidad.
La lógica del capitalismo y la supervivencia de Usamérica como imperio no entienden de diálogos, cuando se les cuestionan sus derechos a invadir, saquear, masacrar, robar, enviciar y prostituir al resto del mundo.
Es más, creo que el otorgamiento del premio es al negro que piensa y actúa como blanco y es una luz verde justamente para atacar Irán, seguir como padrino del Estado sionista de Israel, continuar con la misma política genocida por hambre y enfermedades contra Africa y desestabilizar a los emergentes proyectos independentistas, soberanos y con justicia social de Nuestra América.
Esoy seguro de no ser el único en tener que esperar cada octubre para saber de las basofias que nos traerá el Premio Nobel en sus diferentes categorías y especialmente el de la Paz.
Urge para la salud mental y espiritual de millones de seres humanos instaurar el Premio Fidel de las Artes, las Ciencias y la Paz.
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