¿Zelaya Golpista?

En el momento que redacto esta nota, aún no se tiene conocimiento del acuerdo logrado entre las delegaciones que actuaban en representación de Manuel Zelaya y del gorilote. El texto del acuerdo espera por el visto bueno de Zelaya y de los gorilas de Honduras, pero si nos atenemos al curso que tomaron los acontecimientos desde el día del golpe de Estado, no es muy aventurado asomar una conclusión respecto a los sacrificios de la negociación.

 

Escribo esta nota, recordándome que el 08/07/09, escribí una nota con el título: ¿Zelaya Apoyará el Golpe?[1], en la cual observaba que el acercamiento de Manuel Zelaya a la Secretaria de Estado, H Clinton abría un camino para que “Mel” apoyara el Golpe.

 

Antes de iniciar una aproximación o especulación en torno al desenlace de esta nueva aparición de gorilas por estas zonas, valdría la pena incorporar a la reflexión, una consideración al delicado tema del PODER. Nada suena en estos momentos tan complejo y difícil, como el término y las realidades que se configuran a través del ejercicio y uso del PODER. Es siempre un término difícil de concebir y definir, pero ahora enmarcándolo dentro del proceso que  vive el mundo y muy particularmente el Pueblo hondureño; ese fenómeno o proceso se hace casi imposible de procesar y de entender en toda su complejidad.

 

Hace algo más de tres meses, la Organización de Estados Americanos (OEA) y la Organización de naciones Unidas (ONU) aprobaron una resolución exigiendo la inmediata restitución de Manuel Zelaya en sus funciones de presidente de Honduras. El mundo se alzó contra ese golpe que aparentemente se le dio a Zelaya para sacarlo del gobierno y no del poder, porque efectivamente no tenía ninguno. El PODER real movilizó sus fuerzas y ese término “inmediato” que contenía la resolución se hizo hueco y sin significado.

 

Esta “inmediata restitución” de Zelaya nada tiene que ver con la relatividad del tiempo, simplemente la OEA y la ONU se vaciaron y quedaron sin contenido y autoridad. Están prácticamente desnudas sin nada que le permita cubrir sus huesudos y cadavéricos cuerpos, porque el mundo de la diplomacia que dice representar la democracia guardó un silencio cómplice frente a ese poder real que le imponía una orden de hacerse indiferente frente a este y otros atropellos de evidente violación de los derechos humanos. El término “inmediato” se transformó en una orden para darles tiempo a los gorilas de Honduras y del mundo para poder acomodar su proyecto.

 

¿Cuál pudiera ser el sacrificio de este acuerdo?

 

Espero equivocarme totalmente, pero los eventos anuncian un consenso con sacrificio. El primer evento toma cuerpo en el “coqueteó” de Zelaya con la secretaria de Estado, H. Clinton. Este coqueteo se prolongó posteriormente con los servicios fundamentales de Arias y ahí se cocinaba el verdadero golpe. Hace aproximadamente dos o tres semanas, se tuvo información de una declaración que se pudo ver (por lo menos) en las páginas de Últimas Noticias en la cual estaba planteado que Zelaya estaba “Listo para negociar y olvidarse de la constituyente”.

 

Este miércoles (14/10/09) se conoció que uno de los miembros que conformaba la delegación de Manuel Zelaya, se había retirado de las negociaciones y argumentaba, que su retiro se justificaba porque estaban sacrificando temas y problemas fundamentales para los hondureños e insinúo lo de la cuarta urna. Este “olvidarse de la constituyente”, nos conduce entonces a una reflexión, que toma sentido en la siguiente pregunta: ¿El problema es el regreso de Zelaya a la eliminación de la opción de una cuarta urna para que los hondureños decidieran sobre una constituyente?

 

Si la cuarta urna es el sacrificio que el pueblo hondureño debe pagar para que la “democracia” hondureña se restablezca; lastimosamente hay que meterse en la cabeza que el problema no era ni es Zelaya, pues no tiene PODER; el problema (y ahí si están claro los gorilas de Honduras, los de Estados Unidos, la OEA y la ONU) es el pueblo de Honduras que busca la forma de acumular PODER para darse una democracia.

 

Espero que esta reflexión esté totalmente fuera de escenario y que Zelaya regrese con PODER y con la posibilidad de abrir la democracia en Honduras. Espero que al equivocarme, Zelaya no esté apoyando el golpe a la cuarta urna.

evaristomarcano@cantv.net

 

  


[1] Este trabajo esta disponible en: www.aporrea.org/in ternacionales/a81861.html.



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Evaristo Marcano Marín


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