No se puedo defender lo que no es cierto, aunque me duela como revolucionario

Me acuerdo hoy de aquella famosa frase de la cuarta punto fijista: ¡Compre Venezolano! Si no me equivoco era el eslogan de la famosa Pro Venezuela, donde se pavoneaba como un dandi un famoso señor de antaño de cuyo nombre prefiero no acordarme, siempre vestido de punta en blanco con un impecable liqui liqui llanero ¿ya saben de quien hablo? Aquellos gobiernos de turno de la oligarquía, la misma de ahorita únicamente que ahora el pueblo ha acuñado una nueva palabra a su léxico de antaño, con la que distingue a una nueva clase oligarca nacida al calor de este proceso: “los boliburgueses “¿quiénes son? No hay ni que decirlo, todo el mundo lo sabe y ya es vox populi sus nombres. Aunque el general Müller, prefiere llamarlos alacranes, a nuestro presidente y comandante Hugo Chávez, lo viven picando, pero, el siempre los perdona, y aún los premia, con ese corazón del tamaño de un Cristo, al igual que perdono a toditos los golpistas del once de abril- Sin duda que Cristo es amor y perdón. –Creo que en lo particular aquel crucifijo azul fue el responsable de aquel perdón y luego de todos los demás perdones de nuestro magnánimo presidente comandante Hugo Chávez.

Recuerdo ese viernes, no se la razón, creo que los viernes son pavosos para nosotros los venezolanos de menos recursos y por lo general, los más ingenuos, y los que no estamos dateados.

¡De un solo carajazo!

Sin siquiera anestesiarnos primero, de buenas a primeras ¡la devaluación! “el ajuste cambiario” o como quiera usted llamarlo, hay quienes ya le llaman ahora el viernes rojo, eso debe ser para diferenciarlo de el otro viernes anterior llamado negro.

Tenemos por ahora, un viernes negro de la cuarta y un viernes rojo de la quinta, si unimos los dos colores ¡caracha pana! Rojo y negro, nos sale la bandera anarquista, la de casi todos los movimientos revolucionarios, son los colores del MIR, del 26 de julio en Cuba etc.

Luego de este viernes, nuestros días no serán los mismos, nuestra vida, no será igual, nuestros churupos de un solo plumazo y por decreto de algunas mentes iluminadas se han reducido a la mitad, o sea el que tenía 1000 debajo del colchón o en un banco, ahora por arte del que se le ocurrió la medida tiene 500. Esta es la realidad, lo demás es hablar paja.

Ahora, todo costará más caro, no existe el dólar preferencial de CADIVI ni para viajar, total,- así nos ahorramos de un accidente de aviación o de perecer en un “titanazo” o algo por el estilo, y en verdad –el pueblo casi nunca viaja, esas son costumbres capitalistas, burguesas y nocivas para la buena salud socialista.

Bueno, Vamos a producir más, a fabricar más, a inventar más, a sembrar para exportar, habrá incentivos a la exportación y prestamos a los empresarios “llamados ahora socialistas, o micros” y que paso panas, con aquella Boloña de millones que el gobierno les dio a los “empresarios y que llamados socialistas” en que se los gastaron, que no están produciendo a troche y moche como era su deber, ah y una pregunta

¿Esos millones ya los regresaron? o se los apresaron en sus bolsillos.

La cosa real, la cosa verdadera, sin embuste, sin caernos a cobas es que: Hay real, pero no hay real, a ver si me explico algo así como cuando dijo el tercio aquel medio chiflado y periloco de la cuarta: ¡estamos mal, pero vamos bien!

Y sin quererlo inventé otra palabra: ¡eureka! periloco.

Luego ahora tenemos la mitad de lo que antes tuvimos antes de devaluar. Es como si nos hubiesen metido la mano en el bolsillo y nos hubiesen sacado la mitad de los billetes de la cartera.

¡Lo que es peor! Mis panas:

Todo lo que compremos que no sea fabricado ahora en Venezuela, será más caro, los importadores y los especuladores nunca pierden una.

¿Y lo que se fabrique en Venezuela?

Puede costar más caro, y ser de peor calidad como cuando en la cuarta gritaban a voz en cuello de: ¡Compre Venezolano! Pero los pinchos y oligarcas del gobierno punto fijista se traían todo importado de Miami. Se acuerdan del famoso ¡Ta barato, dame dos!

Desde mi punto de vista de economista latero, es decir de la calle, considero que había formas diferentes, más prácticas, e inteligentes de solucionar este pastel económico en que los señores economistas y planificadores del gobierno bolivariano y socialista nos han ahora metido hasta los teque teques.

Debería rodar sus cabezas, a esta devaluación no se le puede dar otro significado el que tiene, la política económica del estado en este momento está en bancarrota y necesita remendar el capote. El bumerang capitalista de la debacle económica imperial nos está arrastrando como un remolino. Y eso que: como decía el presidente Hugo Chávez -¡estamos blindados! Pero a pesor de todo nos han dado un buen carajazo.

¿Quien o quienes son los responsables de esta devaluación?, ¿en que se equivocaron?, no vale el disfrazar los errores, debería renunciar el gabinete económico los cerebros, tácticos y estratégicos que nos trajeron a esta devaluación, eso harían si les quedase una pizca de honor, dignidad y decoro. Pero KA ¡Viva la Pepa! Venezuela es de oro.

La Lógica: O sea que luego de diez años, me vienen con el cuento de los pajaritos preñaos, o aquel otro del gallo pelón. Que para producir venezolano, y no caer en la tentación de importar –bueno los que tengan dólares, pues el pueblo na nai, na nai, machete. Tenemos que devaluar el bolívar fuerte ¡Ah vaina arrecha Melchor! O somos pendejos o eso no se lo cree nadie.

Ahora, el diferencial del dólar petrolero servirá para mil cosas, y

¿Cual es la razón que antes no sirviese el dólar petrolero para lo mismo que ahora?

Hospitales, escuelas universidades, mercales, pedevales, tapar huecos recoger basuras, hacer caer agua, (sembrando las nubes con yoduro de plata), ampliar nuestra red eléctrica con plantas a gas, usar la energía solar, y la eólica (centrales eólicas).

Para fabricar y vender o importar carros de Irán, China; Bielorrusia, tractores, fábricas de fábricas, harina pan, salsa de tomate, quesos, espagueti, computadoras de China, y de Portugal, o cocinas, lavadoras y neveras. No hace falta devaluar el bolívar fuerte.

Si hemos llegado a esto, es por majes, por no administrar bien los churupos o por planificar mal y peor las cosas y creer que la frase de Robinson o inventamos o erramos les da el derecho a equivocarse a cada rato, a errar a cada rato.

Pedimos la cabeza de los ministros de la devaluación del bolívar fuerte, que renuncien si les queda una pizca de vergüenza.

A mi no me vengan con las vainas ahora, y lo harán, bueno antes los traidores de ahora ya lo hicieron, de decirme que si traidor, que si escuálido pues no lo soy, ni una cosa, ni otra. Soy revolucionario de toda mi vida, pero no amparo ni cobijo errores ni equivocaciones.

¿Cuál será el costo político de estas medidas en un año electoral?

¿Están tan seguros, de que no se han equivocado?

Si así es, Dios y el pueblo los bendiga, pero recuerden que:

¡Rectificar es de sabios!

¡Hasta la Victoria Siempre!

requenave1@cantv.net
requenave1@cantv.net>


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José Juan Requena

Soñador, escritor y poeta.

 requenave1@gmail.com      @Ripidio

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