La tentación derechista en América latina

Con el ascenso del empresario multimillonario chileno Sebastián Piñera al gobierno de Chile, en América latina se ha comenzado a reflexionar sobre las tendencias más profundas de la vida política regional. ¿Hacia la izquierda o hacia la derecha? Pues, ni lo uno ni lo otro, sino algo más complejo.

Es como si los movimientos geotérmicos y climáticos del Pacífico, vinieran acompañados de desplazamientos tectónicos en el resbaladizo terreno de la política continental. Chile es su mejor moraleja. Pero no es el único caso de desplazamiento hacia la derecha. Entre diciembre de 2007 y 2010 se pueden registrar trece casos de avances, en distintos niveles, de las fuerzas y propuestas de la nueva derecha.

De todas maneras, este cambio hacia la derecha en el país trasandino, no pesa tanto, por si solo, en la geopolítica latinoamericana. Distinto será si José Serra ganara las elecciones en Brasil este año. En ese caso, ni el Mercosur, ni UNASUR ni la ecuación energética y geopolítica regional sería la misma. Pero no es así. El mapa político de transformaciones impuesto hace unos diez años por lo movimientos sociales y los nuevos regímenes de izquierda, se mantiene.


La importancia del caso chileno va más allá de Chile. Sirve para revelar un signo, una tentación, u acecho, que contiene riesgos para todas las fuerzas de izquierda en América latina. Ya sabemos la vieja ley social que rige las relaciones entre las fuerzas de la revolución y las de la contrarrevolución: si una victoria no es seguida de otra victoria se puede transformar en derrota. Esta lógica, que vale para nosotros, también rige para la derecha, pero en sentido inverso.
Como se sabe, ser de izquierda o de derecha no es un principio abstracto, sino una toma de posición política determinada por conductas concretas y programas gubernamentales o partidarios. En el siguiente cuadro se exponen los avances parciales y nacionales, aunque sean de distinto nivel, de fuerzas políticas consideradas conservadoras o de la nueva derecha en el continente. (Cuadro I)


CUADRO I

Últimos avances electorales de la nueva derecha en América latina

País

Año

Desplazamiento político

Argentina

2009

Triunfo en las parlamentarias. Un empresario gana la Capital Federal. Opciones de izquierda reducen su votación excepto en la capital.

Brasil

2008

Triunfo el empresario José Serra del partido conservador PSDB en la Gobernación de Sao Paulo. Desplaza al PT

Chile

2010

Empresario Sebastián Piñeira desplaza a la Concertación Nacional de centroizquierda que gobernó 20 años.

Colombia

2010

Triunfo del Partido ultra conservador de Álvaro Uribe. Retroceso del centroizquierdista Polo Democrático.

Costa Rica

2010

Gana el conservador Partido Liberación Nacional (PLN). Los dos partidos de la izquierda redujeron sus votos.

Ecuador

2009

Jaime Nebot Saadi, Alcalde de Guayaquil, conservador PSC aumentó su votación al 67%, más que duplicando la votación del partido de Rafael Correa (29%).

Honduras 

2009

Derrocamiento militar de Manuel Zelaya, un empresario quese había relacionado con Cuba, Venezuela y el ALBA . Institucionalización de un régimen pro EEUU, surgido del golpe de Estado

México

2009

El derechista PRI desplazó al derechista PAN con el 34% sobre el 26%, pero la izquierda retrocedió al 12,31%, el PRD, y 3.97% la opción más de izquierda del Partido del Trabajo.

Panamá

2009

Gana el empresario Martinelli. Desplaza Antonio Torrijos, hijo de Omar Torrijos 

Venezuela

2007/2008/2009

La derecha anti bolivariana gana el Referéndum de diciembre, aunque con poquísimo margen. Luego triunfa en tres de las cuatro gobernaciones más importantes y en una de las dos Alcaldías de la Capital.

Datos propios/BAE


Un nuevo tipo de gobierno

Por ahora, lo único seguro es que el gobierno de Piñera será el más empresario y, junto con el de Uribe en Colombia, el más ligado orgánicamente al gobierno de EEUU. Este hecho se repite, de otra manera y con otros estilos, en Panamá y las Gobernaciones de Buenos Aires y Sao Paulo. Es una expresión contrastada que se explica por la polarización política actual. La nueva derecha necesita manifestarse a través de su mejor perfil de clase y de la relación con el (o los) imperios dominantes. Se definen por el peso de los empresarios, la estrecha relación con EEUU y España (los dos principales inversores en América latina), por su grado de antichavismo y, finalmente, por la influencia de las consultoras de estrategia política, un dato que reveló Luis Brito García en un artículo de noviembre de 2009.


RECUADRO II

EEUU y Empresarios en el gobierno de Piñera


  • De los 22 ministros (as), 17 son ingenieros (as) comerciales y representantes de casas de inversión y consultorías financieras internacionales radicadas en Chile.

  • 13 se formaron en universidades conservadoras de EEUU y de Francia

  • 3 son decanos de facultades de la Universidad de Chile y la Católica, ambas consideradas conservadoras, otro es decano de la empresaria Universidad del Desarrollo, identificada con la UDI.

  • 15 son, o han sido, Directores y Gerentes generales de importantes empresas nacionales y multinacionales. 7 de ellos declararon millones de dólares en patrimonio personal o familiar y son a su vez, inversionistas en las áreas de sus Ministerios.

  • Seis ministros están vinculados al grupo Luksic. 3 al Grupo Mate. Ambos emporios empresariales poseen las 10 principales empresas de la economía chilena.

  • 2 Ministros fueron funcionarios del régimen de Pinochet. Solo 4 tienen trayectoria política en partidos o entidades de militancia civil.

  • El Secretario General de la Presidencia y los Ministros de Hacienda, Economía, de Mideplan, son altos directivos del think thank ultra conservador Libertad&Desarrollo (L&D). Las entidades internacionales asociadas a L&D son: Hanz Seidel Stiftung, la Fundación Libertad y Desarrollo, la Fundación ATLAS y la Fundación FAES. Todas ellas han organizado Seminarios o Encuentros Internacionales con la Fundación Carolina del ultraderechista José Ma. Aznar y están financiados por la USAID de los EEUU. Estas fundaciones patrocinaron los últimos tres encuentros de la derecha hemisférica, primero en la ciudad de Rosario (2007), luego en México (2008) y después en Caracas (2009)

  • Otros tres organismos de pensamiento conservador que sostienen al gobierno son el Instituto Libertad, la Fundación Jaime Guzmán y el Centro de Estudios Públicos (del Grupo Mate). 

  • Felipe Kast, el nuevo Ministro del MidePlan, es heredero ideológico de Miguel Kast, el padre de los “Chicago boys” en Chile en 1973, bajo el gobierno de Pinochet.


Para conocer los detalles personales de la conformación del Gobierno de Piñera, ver los artículos: Chile: Quien es quién en el Gabinete Piñera, de Mateo Fernández, Argenpress.info 11/02, 2010, y Los secretos de Tantauco 2.0, de Javiera Olivares y Darío Zambra, La Nación, 5 de abril de 2009.



¿Qué piensa la gente y por qué piensa lo que piensa? ¿Cómo explicar que muchos de los que votan a un empresario derechista, al mismo tiempo sostienen la imagen pública de sus opositores en el gobierno, considerados centroizquierdistas? Esto se puede verificar en Chile donde una parte importante del electorado (23%) que sufragó por Piñera, también cree que la señora Bachelet fue una excelente presidenta, registrada en el imaginario latinoamericano como representante de los nuevos regímenes de izquierda.
En Brasil, una encuesta de 2008, mostró que el 42% de los que eligieron al empresario de derecha José Serra, creían que Inácio Lula Da Silva es un buen presidente. De hecho, Lula conserva una imagen positiva por sobre el 70%, dos años después de esa encuesta de la Fundación Getúlio Vargas.
El mismo fenómeno se puede observar en Venezuela, en Ecuador y en Bolivia, pero a nivel local y con distintas medidas y ritmos.
¿Será cierto lo que dicen analistas conservadores que ya terminó el ciclo de los gobiernos de izquierda en el continente y ahora se aproxima otro de signo opuesto? Esta variante la sostienen autores reconocidos como Mario Vargas Llosa, Carlos Fuentes y Andrés Oppenheimer. El novelista peruano convertido en español, dijo en al diario madrileño El País, que “ya está finalizando el tiempo de los regímenes populista del continente latinoamericano, están perdiendo su base de sustentación”.

Esta premonición casi bíblica no anida sola en los íntimos deseos de estos y otros autores intelectuales y políticos de España, Estados Unidos y América latina.

En realidad se nutre de las sensaciones y desplazamientos de importantes franjas sociales de clase media, y de clases inferiores a ella, que giran electoralmente a la derecha bajo las mismas consideraciones que diez años atrás giraron a la izquierda. Parte de las clases medias, junto con trabajadores buscaron soluciones a sus principales problemas nacionales, acudiendo a rebeliones y presiones de todo tipo sobre sus gobiernos. Se cuentan decenas de rebeliones y revueltas sociales desde la zapatista de 1994. De ellas, las protagonizadas por las clases medias profesionales fueron tres: La rebelión de los forajidos en Ecuador, 2006; los cacerolazos en Argentina 2001-2002 y las acciones urbanas de la clase media de Venezuela después del Caracazo, contra Carlos Andrés Pérez (cacerolazos, apagones masivos, marchas).

El alto crecimiento de los PBI en lo último 7 años hizo aumentar el consumo de las clases medias en 9 sociedades de este continente, pasando de 15% al 27% en promedio de la población regional. (Las clases medias latinoamericanas y España: Oportunidades y Desafíos. David M. Gómez y Andrés P. Irarrazábal. Observatorio de Política Exterior Española, Doc. Trabajo 24/2008)

Este nuevo confort condujo a estados de conciencia conservadores en su conducta. Esta emergencia aún no es contrarrestada por acciones sociales dinámicas de las clases trabajadoras inferiores, dejando la dinámica política sujeta a las instituciones burguesas y sus modos de resolver.

Más de una década después, muchos movimientos sociales y masas que votaron por la izquierda, tienden a alejarse de ellos en la medida que no encontraron las soluciones procuradas. Esto se manifiesta en cada país de maneras y en niveles distintos, pero se manifiesta. Incluso, no se da en todos los casos por las mismas razones. En algunos países pesan más las causas económicas, mientras en otros gravitan razones como la corrupción, la ineficacia gubernamental y asuntos más subjetivos.

Una diferencia es que no acuden a las presiones sociales anteriores, sino al voto, dejando la realidad social y política, sometida a las peligrosas reglas de la dominación capitalista, donde todo parece lo mismo pero no lo es y se diluyen las causas reales de los cambios de humor de la gente pobre. Eso explica la curiosidad sociológica de que en algunos casos, el afectado sea el gobierno y la popularidad de sus personajes principales. Bachelet, Lula y Tabaré son tres casos de esto.


Avances inestables de una derecha decadente


Estos desplazamientos tectónicos de baja y alta intensidad hacia la derecha, no son estables ni regulares, como para imponer un nuevo contexto político en América latina. Más aún, la mayor parte de ellos los protagoniza un tipo de derecha más decadente que las de décadas pasadas, expresiones de unas burguesías más descompuestas y unos Estados más descompuestos.

Quizá eso sirva para develar señales en dirección opuesta a esos avances derechistas.

Una de ellas es la de El Salvador, donde Mauricio Funes, un candidato independiente del Frente Farabundo Martí, ex movimiento guerrillero radical de los años 80, desplazó del poder al partido más conservador de ese país. Un hecho que tendió a darle continuidad a lo que comenzaba a vivir Honduras desde 2007 con el desplazamiento de Zelaya hacia la izquierda nacionalista.

El caso más particular es Uruguay, donde la sociedad media no avanza ni hacia la derecha ni hacia la izquierda. En este cuadro atípicamente uruguayo, la que avanza menos es la derecha. No fue capaz de dar otro paso adelante, a pesar del descontento causado por muchas políticas derechistas de Tabaré. En ese país oriental del Río de la Plata, un Gobierno del Frente Amplio, también considerado como de izquierda, fue reemplazado por otro del mismo partido.

Sin entrar en valoraciones cualitativas internas o de perfil, se pueden registrar masivas votaciones últimas por opciones consideradas a la izquierda en el continente.

En el mismo Chile donde gana un multimillonario derechista, también obtuvo más del 20% de los sufragios nacionales el hijo de un ex jefe guerrillero de ultra izquierda, Marco Enríquez-Onimani; si lo sumamos a los votos logrados por sectores más a su izquierda (PCCH y Podemos), suman casi dos millones, más del 26 por ciento del promedio nacional.

En las últimas elecciones de Bolivia en 2009, Evo Morales duplicó sus votos respecto de los obtenidos cuatro años atrás. Incluso, en las secciones electorales de llamada medialuna, en el sur del país, sobre la frontera de Argentina, donde el Movimiento al Socialismo y Evo ganaron en dos de los tres Departamentos rebeldes controlados por la derecha.

En Ecuador, Rafael Correa también incrementó en 22% su votación promedio nacional, excepto en la ciudad de Guayaquil. Una encuesta realizada en ese informó en enero de 2010 que “el 66 por ciento de los ecuatorianos considera como "buena" o "muy buena" la gestión del presidente Rafael Correa. (Encuesta de SP-Investigación y Estudios, enero 2010)

En Venezuela se recuperaron, entre noviembre de 2008 (elección de Gobernadores y Alcaldes) y febrero de 2009 (Referéndum), casi todos los votos perdidos en la derrota del otro Referéndum Constitucional de diciembre de 2007, donde casi tres millones de chavistas decidieron no votar por la opción gubernamental y una franja votó en contra. El último estudio de imagen del Presidente se mantenía sobre el 60% (IVAD, febrero 2010).

Incluso en Costa Rica y Argentina, donde hubo votaciones masivas, aunque localizadas en sus capitales, a favor de opciones consideradas genéricamente de izquierda. El caso más claro se conoce en Buenos Aires, donde Proyecto sur, un movimiento organizativamente amorfo, liderado por el cineasta y político peronista de izquierda, Pino Solanas, logró resistir desde una opción de centroizquierda, la brutal caída del voto de izquierda. 

No todos los considerados de izquierda son igualmente de izquierda, ni todos los de derecha sostienen hoy el neoliberalismo como en la década del 90.

Varios gobernantes del progresismo actual sostienen algunas posiciones ideológicas similares a muchos de sus opositores de derecha. Ominami, Funes, Mujica, Bachelet, Cristina y el mismo Lula, no se definen ideológicamente como de izquierda, y se aproximan en políticas menos radicales que Chávez o Evo Morales.

Una declaración ilustrativa de este cruce político la brindó el nuevo Presiente uruguayo en Cochabamba el 14 de marzo, cuando dijo, al lado de Evo Morales, “no somos anti nada”, marcando la diferencia con regímenes definidamente anti imperialistas o pro socialistas del siglo XXI. Esa declaración, viniendo de quien viene, más se parece a la del nuevo canciller de Chile cuando dice: “La ideología no va a influir en la relación con los demás países” (Clarín, 14/03/10) De todas maneras, estos representantes del nuevo progresismo latinoamericano, confluyen en políticas fundamentales como el rol del Estado en la economía, una relación más distanciada con los organismos financieros internacionales y un discurso menos neoliberal que sus antecesores neoliberales.



3 RAZONES PARA SER DE DERECHA HOY EN AMÉRICA LATINA


Las tres determinaciones para esta definición relativa son las siguientes: La nueva derecha latinoamericana postula pactos de dependencia directa de los Estados Unidos, Europa central y asociación orgánica con sus organismos de dominio en el sistema mundial de Estados; sostiene la política neoliberal como instrumento contra las nacionalizaciones, regulaciones estatales y políticas de redistribución de la renta nacional u otras políticas sociales; definen su conducta actual por negación a lo que representa el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez, su postulado de socialismo del siglo XXI, la ALBA (Alianza Bolivariana de las Américas) y cosas similares. Es una situación similar a las definiciones



El cuco Chávez


Una de las tres referencias para definirse más a la izquierda o más a la derecha en el arco político latinoamericano actual, es Hugo Chávez, su política nacional, internacional y su gobierno fundamentalista bolivariano.

Quizá las tres razones que más alejan a la derecha latinoamericana de Chávez, son el postulado del “socialismo del siglo XXI” y las expropiaciones que deberían conducir a su base económica; su enfrentamiento al gobierno de EEUU que lo convirtieron en el anti Bush del continente; y su estrategia integracionista autónoma expresada en iniciativas como ALBA, la moneda virtual Sucre, UNASUR, PetroSur, BanSur, PetroCaribe, Consejo de Defensa Sudamericano, la nueva OPEP, la ruptura con la Comunidad Andina de Naciones, todo lo que un columnista del New York Time metió en una frase, en 2003: “la diplomacia petrolera de Chávez”.

Lo cierto es que se ha (o lo han) convertido en un verdadero cuco de los procesos políticos del continente.


Procesos electorales donde Chávez fue convertido en cuco


País

Año/Proceso electoral

Ecuador

2005 y 2009

Bolivia

2006 y 2009

Perú,

2006

Nicaragua

2007

México

2007

Argentina

2007

Panamá

2008

El Salvador

2008

Honduras

2008/2009

Colombia

2010


En las recientes elecciones regionales de Colombia, ganadas por el partido de Álvaro de Uribe, el cuco Chávez rondó por las mesas electorales y estuvo en la boca de la gente, a favor y contra, y alimentó los titulares de los principales diarios nacionales. Un articulista, sorprendido por el despliegue fantasmagórico del cuco, escribió: “Elecciones colombianas: La derecha agita fantasmas contra Chávez”.

El propio candidato de la izquierda colombiana legal, Carlos Petros, decidió, ante semejante campaña negra, alejarse lo más que podía de la imagen y las ideas del líder bolivariano. Yo estoy bien lejos de Chávez”, aclaró para ahuyentar cualquier pecado.

modestoguerrero@gmail.com



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Modesto Emilio Guerrero

Periodista venezolano radicado en Argentina. Autor del libro ¿Quién inventó a Chávez?. Director de mercosuryvenezuela.com.

 guerreroemiliogutierrez@gmail.com

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