El presidente electo de EE.UU., Donald Trump, invitó al presidente chino, Xi Jinping, a asistir a su toma de posesión, que tendrá lugar en enero, informaron varias fuentes al canal CBS News.
El mandatario asiático fue convidado a la ceremonia a principios de noviembre, poco después de las elecciones presidenciales. No obstante, aún se desconoce si ha aceptado asistir. Un portavoz de la Embajada china en Washington se negó a comentar el asunto, precisa el medio.
Además de Xi, el equipo de Trump ha planteado la posibilidad de recibir a otros líderes mundiales en el Capitolio el próximo 20 de enero. Según registros del Departamento de Estado estadounidense, que datan de 1987, nunca un mandatario extranjero ha asistido al traspaso de mando presidencial.
"Los líderes mundiales están haciendo fila para reunirse con el presidente Trump porque saben que pronto volverá al poder y restaurará la paz a través de la fuerza estadounidense en todo el mundo", dijo la próxima secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt.
Sin embargo, hay muchas razones para que Xi no acepte la invitación de Trump, apunta Bloomberg, que recuerda que el próximo inquilino de la Casa Blanca ha amenazado en repetidas ocasiones con nuevos aranceles a China, lo que ha puesto en duda el cariz que tendrán las relaciones comerciales entre ambas potencias.
Además, podría ser políticamente arriesgado, dada la inclinación del republicano por lanzar comentarios burlones e imprevistos, explica Scott Kennedy, experto en China del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, con sede en Washington.