La Revolución Bolivariana está siendo blanco de ataques por los agentes imperiales y tal como se presenta la línea de fuego debemos hoy más que nunca trabajar por el fortalecimiento ideológico de nuestras bases para blindar el compromiso con el proceso que lidera el Comandante Hugo Rafael Chávez Frías y que se ha extrapolado más allá de nuestras fronteras, poniendo incómodo al sionismo internacional y a las fuerzas imperiales, que han extremado sus campañas y movimientos en contra del pueblo venezolano, suramericano y caribeño, donde ha prendido la mecha de la nueva alianza para la liberación definitiva.
Cuando se cumple el LXXXII aniversario del natalicio del guerrillero heroico, el inmortal Ernesto Guevara de la Serna, El Ché, debemos profundizar en su pensamiento para fortalecer el socialismo del Siglo XXI, tomando como experiencia los errores cometidos por los constructores del socialismo real, a quienes el Che criticó severamente por tratar de edificar un proyecto socialista con las mismas herramientas del capitalismo.
Es imperativo anteponer como base para la construcción del proceso la Moral Socialista, que va más allá del simple discurso, autoplocamarse revolucionario y forrarse de rojo. La moral socialista es la esencia de la convicción revolucionaria, que nace de la humildad, la entrega, del amor, del compromiso, la conciencia de clase, reconocer y aceptar las críticas como alertas para corregir y renunciar a la prepotencia, al odio visceral, a la promoción del linchamiento contra quienes no piensen exactamente igual que nosotros.
Es indispensable aprender a promover el estímulo colectivo para alcanzar la producción de bienes para el beneficio social y no mercancía para el mercado, porque si esto ocurriere en el proceso socialista bolivariano, estaríamos repitiendo errores del pasado y por ende iríamos rumbo al fracaso.
El socialismo tiene que ser un proyecto histórico que propenda a cambiar todos los aspectos de dominación del capitalismo, para sustituirlos por la igualdad, solidaridad, inclusión, colectivismo, discusión, participación popular y protagónica, para dar paso a la democracia participativa y protagónica, donde desaparezcan los jefes o caciques que gustan de considerarse únicos, con la verdad verdadera en la mano y a quienes debemos obediencia y pleitesía.
El guerrillero heroico lo repetía en sus intervenciones frente a sus compañeros del Ministerio de Industrias de Cuba y en los foros donde participaba, que un sistema socialista que no tolera la divergencia, ni acepta la crítica, que no representa nuevos valores, que imita prácticas capitalistas, es un sistema que está condenado al fracaso.
Por eso es que hoy más que nunca se precisa de poner en práctica esos principios, que hicieron de El Ché, el arquitecto del nuevo socialismo, el Socialismo del Siglo XXI, que pretendemos construir en Venezuela, pero que todavía tenemos que superar muchas desviaciones.
La lucha no es nada fácil y es larga, llena de sacrificios, llena de riesgos, pero es la lucha y hay que asumirla, para salir airosos frente al enemigo que no es cualquier cosa.
Cuando revisamos el espectro mediático internacional, nos encontramos que de todos lados vienen disparos. La Casa Blanca y el Pentágono son los abanderados. Ahora se suma un tercero, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel, a través de Dorit Chavit, Directora General para Asuntos de América Latina, quien de manera irresponsable declaró que el gobierno venezolano, podría apoyar a Hisbolah, para que realice atentados contra la comunidad judía en Venezuela. Habráse visto tamaño exhabrupto, si de algo nos jactamos los venezolanos, es que no tenemos prejuicios religiosos y junto a la Sinagoga hebrea, está la musulmana, la católica, la protestante y todos sus feligreses se aceptan y tratan como ciudadanos de una misma patria con idénticos derechos y deberes.
Habrá que ver y vigilar que está tramando el MOSSAD para montar una provocación en territorio venezolano. Esas declaraciones no son de gratis.
Pero eso forma parte de la guerra sucia internacional contra nuestro país, para lo cual la canalla mundial, cuenta con cipayos en esta patria escenario de batallas libertarias.
Una nueva cantera para la mentira y la difamación se abre con el juicio por Usura y Especulación, que el Estado Venezolano le sigue a Guillermo Zuloaga y a su hijo. Los medios nacionales e internacionales están desbocados, argumentando que es el fin de la libertad de expresión, porque dicho señor es presidente del canal de TV Globovisión, a través del cual se llama públicamente a la rebelión contra el gobierno e incluso se ha llegado a la apología del magnicidio, pero nada de eso ha sido castigado, porque aquí más que libertad de expresión hay libertinaje, pese a lo que establece la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
Por eso insistimos que frente al ataque imperial, se impone la fortaleza ideológica, para consolidar el proceso socialista bolivariano, que ya no es solo de Venezuela, sino del mundo.
(*) Periodista
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