Hace algún tiempo, mucho antes de los últimos eventos electorales; específicamente, durante el evento electoral en donde participó como candidato electo por las bases del PSUV el señor Mario Silva García por la gobernación del estado Carabobo en donde fue derrotado por el oligarca Henrique Salas Feo, para más humillación, analizábamos la conveniencia o no que el programa conducido por el señor de la noche, como ha sido denominado por sectores opositores, continuara saliendo al aire.
En ese artículo titulado ¿Volverá la Hojilla? de fecha 25/11/2008 nos preguntábamos sobre la conveniencia del regreso a la pantalla del mismo y concluimos que no; y decíamos que no, porque, cito: “La hojilla marcó un ciclo en la televisión venezolana; nació en un momento coyuntural cuando el Estado se encontraba desprotegido en lo informativo; cuando el Estado no contaba con lo que a partir de estas elecciones se dio en denominar El Sistema Nacional de Medios Públicos; conformados por VTV, Vive TV, Asamblea Nacional TV, Radio Nacional de Venezuela y toda la red de estaciones de TV y radiales comunitarias, que desmontaran la mentira mediática de los canales privados de TV. La Hojilla, ha sido sutilmente sustituida por otros programas menos maratónicos y tan mordaces como ella; caso los Papeles de Mandinga, que, aún cuando no tiene un horario muy estelar, pudiera ser perfectamente el sustituto del programa del señor Mario Silva García”.
En lo personal, hemos sido críticos de ciertas posturas sectarias del señor Mario Silva García; elemento capaz de llegar hasta amenazar con trompadas a quien lo critique; tal cual como lo ha hecho con este escribidor a través de correos electrónicos, por el simple hecho de cuestionar su estilo poco ético de manejar algunos, no todos, temas políticos. Señalábamos en ese artículo al cual hacemos mención que, cito: “El señor Mario Silva García no acepta revolucionarios que disientan de su visión de revolución. En su programa, era dado a etiquetar de contrarevolucionario a quien no compartiera su línea de pensamiento; fuimos victima de su Hojilla; sin derecho a réplica cuando en varias oportunidades nos calificó de quintas columnas por el simple hecho de cuestionarle muchas de sus opiniones que, en oportunidades, rayaban hasta con la dignidad del adversario político cosa que no podemos permitir en un revolucionario, en donde la dignidad del adversario es sagrada y se tiene que respetar”.
En las últimas semanas, después del evento electoral en donde saliera derrotado el señor Jorge Amorín, pupilo del señor Mario Silva García; aupado de manera ventajista sobre otros candidatos del PSUV por ese circuito electoral del estado Miranda en el programa La Hojilla, hemos observado un clima de paquidermismo; pesadez inconmensurable en su accionar televisivo. El programa está monótono, desatinado en sus planteamientos. Ha estado a la defensiva y no a la ofensiva; a la defensiva tratando de hacer ver que, efectivamente, 98 es más que 65 pero que, electoralmente, fue una derrota para las filas rojas, incluso en lo numérico; porque si bien es cierto, que la Asamblea Nacional de ser roja rojita con mayoría calificada, pasa a ser ahora sólo roja, con mayoría absoluta; hay un detalle que no puede banalizar el Chavismo y mucho menos el señor de la noche y es que, numéricamente, quien gana es la oposición porque obtuvo un crecimiento exponencial sorprendente entre los electores y eso es preocupante.
Concluimos recomendando que, o bien el programa trinchera de la revolución Bolivariana, como lo autodenomina su conductor es replanteado ante la caída estrepitosa en su sintonía, incluso entre sus seguidores entre los cuales se cuenta este escribidor o necesariamente, debe salir del aire y se toma unas merecidas vacaciones.
¡El que tenga oídos, que oiga!
elieceralvarado@hotmail.com
