¿Quién puede dudar sobre el poderío militar e industrial de los EEUU? ¿Quién puede dudar sobre el papel que juegan los medios de comunicación, su efectividad y eficiencia en la consolidación del sistema de convencimiento y dominación ideológica del capitalismo?
La poderosa industria de la comunicación, cultura y entretenimiento yanqui está subordinada al objetivo de imponer e imbricar la “cultura” capitalista dentro y fuera de sus fronteras: “el modo de vida americano”; ahora con la fortaleza que le dan: el proceso de globalización y la consolidación de nuevas tecnologías de comunicación relacionadas a Internet, que han dado la posibilidad de crear las comunidades virtuales (redes sociales).
La batalla comunicacional es tan desigual, que en el caso de la televisión en Venezuela, tenemos un promedio de 2,5 televisores por hogar y más de 9 millones de suscripciones a la televisión por satélite y cable.
Los medios capitalistas dedican las 24 horas del día a enseñarnos, con alta tecnología y calidad: qué es y cómo se vive en el capitalismo. La televisión, ese “mago de la cara de vidrio”, robotiza e hipnotiza a nuestros niños, adolescentes y seduce a toda la población.
La Revolución, el Gobierno, permiten que las operadoras que prestan el ¿servicio? de satélite y cable hagan los que les da la “perra gana” con el Gobierno y con más de 27 millones de venezolanos: promueven el ¿servicio? como “zona libre de las cadenas de Chávez”, violan la ley RESORTE (hoy RESORTELEC) especulan con las tarifas, no hay presencia del Gobierno a menos que éste pague su publicidad y todos los programas, los contenidos, nos enseñan a ser y a vivir en capitalismo.
El Vicepresidente de la República, Elías Jagua dijo: “Sin confrontación no pueden haber logros sociales”, creo que a la televisión ¡Le llegó la hora!
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