Es oportuno recordar que el concepto de biopoder fue utilizado por Foucault, vinculado al concepto marxista de fuerza de trabajo: “La suma de todas las aptitudes físicas e intelectuales que residen en la corporalidad” (Marx). Este último concepto plantea que el capitalista compra a futuro una fuerza no presente, una facultad que es posibilidad y la hace fuerza transformando la sustancia humana, de potencia en mercancía, pero para que este ciclo ocurra debe cerrarlo reproduciendo las condiciones objetivas y subjetivas del trabajo. ¿Son éstas las nuevas modalidades disciplinarias? O, mejor dicho, ¿son éstas las nuevas formas de dominio que reemplazan, suceden o se articulan con las disciplinas modernas en las actuales “sociedades de control”? En el caso Venezolano, entender la práctica capitalista y esquizofrénica del aparato mediático de la oposición, su brazo político;en el trastorno de lo real, puede ayudarnos a comprender los efectos reales de la producción mediática y el Efecto emotivo, en lo que avanza como lógica de la Guerra Mediática Prolongada, como una estrategia de movilización perversa y emocional dirigida a las clases conservadoras, que se resisten al cambio, y miran el mundo por globovisión.
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