Hace algunos años buscaba un lugar para inscribir en la carrera de preferencia, a mi hija recién graduada. En principio, colocamos nuestras esperanzas en la Universidad Central de Venezuela, se hicieron todos los esfuerzos, inscripción en el CNU, pruebas internas, otras pruebas y lamentablemente los mismos fueron infructuosos, el azar no estuvo de nuestra parte, porque entiendo que el obtener un cupo es una suerte de situaciones mas allá de sólo el nivel académico! Se investigaron en otras tantas universidades públicas y privadas, evaluando perfil de las carreras ofrecidas, facilidad de acceso, costos, imagen, entre otras cosas…
Se realizaron otros intentos en universidades públicas, para otras carreras, en estos casos no por vocación sino por encontrar oportunidades de estudio, y se dio la oportunidad en la Unexpo, núcleo Guarenas; luego de evaluar lo que significa el traslado diario del oeste de caracas al precitado centro de estudios, los costos y riesgos personales, se tomó la decisión de no inscribirla.
Para evitar que pasara el tiempo sin estudios a nivel superior y considerando que sería un esfuerzo económico enorme, tomé la difícil decisión de Inscribirla en la Universidad José María Vargas en la carrera donde tiene potencial. Para aquel momento, los costos de las Universidades Privadas, aunque eran altos, existía cierto equilibrio en ellas, en cuanto a la relación costo-beneficio-calidad.
Hoy día, esa relación se ha distorsionado totalmente con respectos a otras universidades del sector, particularmente en la variable costo, que de manera desproporcionada se ha incrementado en porcentajes más allá de lo establecido en las regulaciones establecidas en el país, sin que esto representa mejoras en servicios, atenciones o calidad académica.
Es conocido todo el esfuerzo que realiza el gobierno para mantener el nivel de vida del venezolano, no obstante las alzas constantes en educación superior, servicios de salud y otros, impiden la consecución de este objetivo.
En tal sentido, es conveniente que el INDEPABIS, aperture las investigaciones de rigor, valiéndose de noticia criminis, a los fines de determinar, si se está violando la ley que protege a las personas en el acceso a los bienes y servicios, en este caso, en referencia a un aspecto tan importante para la sociedad venezolana como lo es la Educación, y que involucra a tantos padres que queremos lo mejor para nuestros hijos y muchas veces eso significa sacrificar todo el sueldo para honrar los costos de las universidades privadas, particularmente la José María Vargas.
Es de hacer notar, que asumo con muchísima preocupación, la grave situación que se ha suscitado el aumento desproporcionado en la precitada Universidad, lo que ha de traducirse, en el abandono de los estudios de un porcentaje significativo en la matricula estudiantil, y por ende acabar con los sueños de mi hija y de tantos hijos de nuestra querida Venezuela. Se hace necesario la intervención del gobierno nacional, a través de sus organismos que regulan la materia, para frenar el abuso que se esta cometiendo así como atentar en contra de los futuros profesionales que la patria Bolivariana reclama.
Entender que la educación no debe ser asumida como un negocio, mediante el cual las ganancias sean exorbitantes, más allá de niveles razonables. Hago un llamado publico al nuestro gobierno bolivariano, para que de una vez acabe con la especulación y el robo a mano armada del cual estamos siendo victimas por los dueños de la Universidad José Maria Vargas.
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