En un comunicado del C.N P se lee lo siguiente:
…” descalificación, etiquetaje de personas y medios con palabras obscenas, invitación a textos que incitan al odio racial, y demás prácticas abusivas con respecto a la libertad de expresión exige el cese inmediato de estas campañas destinadas a exacerbar la crispación política y el desprestigio de una parte de la sociedad venezolana, lo que contradice el principio democrático de la Constitución vigente”(...)
¿Será que al fin los redactores de dicho comunicado se refieren a los delitos que observan desde hace doce ( 12 ) años, y de los que nunca se dieron o se dan por enterados?
¿Qué en medios privados y en especial en Globovision se estimula permanentemente la desestabilización del gobierno? ¿Que abusan de la libertad de expresión entre otras cosas, harto delicadas por ej. Cuando una moderadora periodista y docente permite en su programa en Televen que un oposicionista le miente la madre con todas las letras, al actual Presidente de la República?
Y ¿que en esa misma tónica siguieron desgastados politicos como el también periodista Poleo, quien junto al ex funcionario copeyano en su programa de Globovision clamó por la muerte del Presidente Chávez?
¿ O cuando el ex dirigente copeyano, Álvarez Paz en el mismo programa, intentó poner en jaque la soberanía del país, al asegurar públicamente que “Venezuela se había convertido en un centro de operaciones del narcotráfico” ? Por cierto sentimos gran alivio al conocer que a este ciudadano le llegó la justica, aunque a medias, porque según la ley correspondiente a los dos años “PERMANECERA EN LIBERTAD CONDICIONAL CON PRESENTACIONES”; y como todos pueden, con permiso de los geniales Robertos ver, que ya arrancó en Globovisión, apoyado y como todo un “político perseguido “ de este injusto y cruel rrrégimen.
De vuelta a las quejas del CNP: Tal vez el susodicho comunicado se refiera al despliegue amarillista por las grotescas gráficas de la morgue de Bello Monte, que El Nacional reprodujo en sus páginas, donde a todas luces se violó el CÓDIGO DE ÉTICA de la profesión del periodista venezolano, ante el efecto que esas fotos producen en la mente del colectivo, y más aun, en la de los niños y adolescente , lastimando y ofendiendo el dolor de sus parientes y la memoria de los propios difuntos.
Y más recientemente será ¿ por las imágenes, frases, música que activan la angustia, el odio, el miedo, la indignación, con la consecuente pérdida de autoestima y perspectivas en la población afectada ? Como en este caso se pudo comprobar durante los sucesos del Rodeo I y II
Circunstancias donde los reportes, las reseñas, las informaciones ya en audio o escritas de los comunicadores, prácticamente apostaban a una intervención a sangre y fuego de acuerdo a la palabra y acción de algunos parlamentarios oposicionistas. Informaciones que causaban notoria angustia en madres, padres, hermanos hijos, esposas y en la ciudadanía en general.
Ocasión en la que también se vio, se escuchó en diversas programaciones por ej. en Gobovisión, como se convertía en héroes, en líderes ,dirigentes, en “los muchachos buenos de la película” a los elementos terroristas del Rodeo II y II denominados “pranes,” quienes metralleta en mano amenazaban a la población carcelaria con volar las instalaciones, antes que rendirse a las autoridades del gobierno nacional”
¿Será que también cayeron en cuenta qué los actos históricos emblemáticos del Bicentenario venezolano fueron ignorados, y que se generó un desbocado descredito a través de cámaras, libretas, micrófonos, celulares, que trasmitían sobre los referidos actos , reconocidos representantes de la oposición ?
Y que más recientemente, unos cuantos oposicionistas, por su falta de propuestas, tejen y tejen conjeturas ridículas, infames, sobre la salud del Presidente Chávez, como aquella: “que viva el cáncer del comandante” dicho por un endemoniado párroco José Palmar? Lo cual es igualmente un delito informático, comunicacional público y notorio.
A propósito de la realidad aquí registrada y muy conocida, se nos plantea una impostergable urgencia en asumir la defensa y el rescate de la verdad como norma ética fundamental del periodista venezolano. Es decir, procesarla, investigarla, verificarla para luego difundirla hacia quienes nos debemos, como lo es la opinión pública. De comprobarse una omisión, un error significativo, debe ser corregirse y rectificarse pública y honestamente.
Aun cuando la oposición y sus medios inútilmente den guerra sin tregua al gobierno del presidente Chávez, al único gobernante del país, e innato comunicador que veraz y oportuno va de frente al refundar una sociedad democrática, participativa protagónica, y en pleno uso de los DDHH, como reza la actual Constitución Bolivariana, la cual, estos medios privados, y sectores oposicionistas, utilizan a su antojo.-
Periodista