Sólo hare referencia a dos ejemplos, pero hay muchos más. Durante semanas consecutivas he visto como VTV denuncia y reseña como la alcaldía de Sucre no es capaz de solucionar el grave problema de la basura en dicho municipio. VTV ha abordado esta problemática por todos los ángulos expresando la indignación de diversos entrevistados por esta terrible situación. Por otro lado, en la ciudad de Maracay, y de manera especial en los municipios Girardot y Mario Briceño Iragorri, después de 10 años ningún alcalde ha podido resolver este problema. Cabe destacar que en ambos municipios en 10 años sus autoridades han sido “rojos rojitos”. Caña de Azúcar se hunde en la basura y no hay respuestas, pero tampoco se visibiliza dicha realidad en los canales que apoyan al gobierno, ni en VTV.
Por otro lado, llama la atención la cobertura que VTV le ha dado a las protestas de los educadores que dependen de la gobernación del estado Lara reclamando aumentos decretados por el presidente y que ellos aun no gozan, deudas antiguas y su homologación con los docentes del Ministerio de Educación, quienes tienen más y mejores beneficios. Pues, VTV ha entrevistado docentes, se ha solidarizado con estos reclamos y deja ver la incapacidad y la no respuesta del gobernador ante estas justas demandas. Pero curiosamente esas mismas demandas las están haciendo los educadores del Estado Aragua dependientes de la gobernación, y aun no he visto nada en VTV. Es más, los educadores aragüeños han recibido amenazas de ser sustituidos cuando ante la violación de sus derechos han presionado con paros escalonados. ¿Por qué VTV no reseña esta noticia con la misma fuerza con que reseña la del estado Lara?
Apoyar este proceso sociopolítico no es sinónimo de alcahuetear los errores y debilidades que se generan dentro de la misma dinámica revolucionaria. Si vamos a desarrollar nuestra política comunicacional desde las mismas premisas de las televisoras privadas, entonces dejemos de criticar a globovisión porque en la práctica estaríamos haciendo lo mismo que ellos pero en dirección inversa.
¡¡¡Por una política comunicacional critica, propositiva y liberadora!!!
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