Cerca de 10 minutos de su programa radial utilizó un conocido locutor profesional para, de manera disimulada-dirigida, intentar de culpar de la delincuencia al Presidente Chávez y a su Gobierno. Tal como lo viene haciendo La Canalla Mediática con fines puramente electoreros y politiqueros.
Con su pastosa y bien educada voz, la veteranía producto de un dilatado y exitoso ejercicio y aliñado con un pelo de dramatismo de utilería barata, dejó caer, hecho el “locutor”, malintencionados comentarios sobre el auge delictivo, que tanto daño ha causado a nuestra sociedad, culpando al Presidente Chávez.
La verdad sentí pena ajena por él. Porque siendo un profesional, que sabe su trabajo se deje levar por su odio antichavista visceral utilice los hechos delictivos como herramienta electoral y para culpar únicamente a Chávez cuando se sabe que delincuencia es un problema estructural, del Estado y de la Sociedad. Acaso los elevados índices delictivos de estados en manos de gobernadores de la oposición como Miranda, Zulia y Táchira es culpa de Chávez. Petare es un soberano peo delincuencial y está en manos de un alcalde de Primero Justicia. Pero no por eso es justo echarle todo el balde de mierda a Ocariz.
La delincuencia, Sr. Locutor Escuálido, es consecuencia de la desigualdad social. Mientras no haya justicia social. Mientras haya cerros y barrios olvidados engendrados por los gobiernos cuartorepublicanos, preñados de callejones y callejuelas infectadas por ríos de aguas servidas y promontorios de basura, habrá delincuentes.
La delincuencia no es fácil combatirla. Se necesitan muchos años. La publicidad incitadora del consumismo hace que muchos jóvenes por tener un Blacberry, una moto de alta cilindrada, un buen carro o vestir pintas de marcas atracan y matan. Acabar con la delincuencia no es fácil ni es responsabilidad de Chávez únicamente. Todos tenemos que aunar esfuerzos y recursos para combatir algo que se torna endémico y del cual todos somos corresponsables. No es posible, por ejemplo, que la Policía de Miranda no participen los planes policiales del Gobierno Nacional porque Capriles Radonsky es opositor. No es justo que dueños de las panaderías echen a la basura los panes que no venden en lugar de regalárselos a los trabajadores. O que usted altere el funcionamiento de los medidores para no pagar electricidad
Venezuela, estaba tan jodida en la IV República, que un humorista, pana mío para más señas, se hizo rico diciendo groserías y hablando mal de sus hermanas y sus tías. Tanto que las llamaba Las huecodulces.
Cómo puede usted Sr. Locutor echarle lastre a Chávez por la delincuencia y se olvida que Táchira, donde el gobernador es el opositor Cesar Pérez Viva, es pasto fácil del contrabando y del paramilitarismo.
El auge delictivo se incubó y se desarrolló en la IV República, y explota con mayor intensidad en el comienzo del Siglo XXI como una consecuencia natural de la descomposición que caracterizó a los gobiernos cuartorepublicanos.
La delincuencia Sr. Locutor no se combate con policías, ni con armas de fuego ni con las más veloces radiopatrullas. Eso se soluciona con Educación, deporte, trabajo, pleno empleo, oportunidades de desarrollo y crecimiento espiritual, fuerte escala de valores. Ni mucho menos magnificando los hechos delictivos por los medios de comunicación como lo hace usted. Ni “vendiendo” una falsa escala de valores a través de plataformas publicitarios audiovisuales diabólicas (radio, cine y televisión) donde anuncian un carro como colchón para levantar hembras bellas. O con cuñas ofreciendo implantes de tetas y nalgas a crédito como el desiderátum de la realización estética de la mujer. ¡Sin tetas no hay paraíso! La delincuencia se combate con un Programa General donde participen todos los actores de poder, el sector privado y los Medios de comunicación Social. Y no en seis meses como dijo un candidato locoebola de la MUD.
Los médicos explotadores de los implantes de lolas también son delincuentes. Como también lo son las compañías que las venden y los locutores que anuncian tan “maravillosas providencias plásticas sin importarle que la vida de las pacientes corren el peligro de fallecer. Pero Ud. Señor Locutor Escuálido no dice nada de eso. Se mete la lengua donde la espalda pierde su nombre.
Un chamo de Petare, que atraca a un comerciante para despojarlo de su billetera y su Blacberry, es tan delincuente como el médico que implanta unas tetas IPP. Aunque las motivaciones para delinquir no son las mismas, en el fondo es la misma miasma: el chamo atraca porque tener un Blacberry es lo máximo porque así se lo “vendió” la publicidad, y el médico porque no es médico sino un mercader de la medicina que quiere enriquecerse para adquirir un chalet en Margarita y comprarse un Mercedes Benz con quemacoco. A costa de la vanidad femenina. Pero usted sólo le echa paja al chamo petareño porque es un pendejo, y no al médico porque es un profesional universitario.
TINTERO
Por cierto. Si los números de ese evento, no son los esperados ni los promocionados, quedarán muy mal parados los medios de comunicación social privados por el camión de bolas que le echaron publicitándolo.
TINTERO II
Cuando se es famoso y se tiene un público heterogéneo como lo tiene Ud. Sr. Locutor Escuálido no es rentable caer en el rebaño de los disociados. De verdad escuchándolo recordé a Marta Colomina. Con la diferencia que la señora es más ácida. Más directa. Más honesta en su posición de antichavista a ultranza Es decir no se cae a coba. Ud. disimula un poco. Pero. Por más que se tongonee siempre se le ve el bojote. Ud. tampoco es como Maricori que dice que es capitalista y lo defiende por la calle del medio mientras los demás candidatos que usted promociona “filmetean” como socialistas y hasta se copian de Chávez en aras de ganarse la voluntad de los pobres.
americoarcadio@yahoo.com