Las empresas burguesa apátrida de comunicación en Venezuela por la vía de los hechos tienen una soterrada lucha con los partidos políticos de derecha, ya hay serios asomos como las organizaciones políticas buscan desmarcarse muy a pesar que no es una decisión fácil y las condiciones no son tan propicias para que ocurra el tan ansiado desenlace: los partidos a la política y los medios a informar.
El dilema es que los partidos políticos piensan en su membresía y en su continuidad en la escena política del país; en tanto los medios piensan en sus intereses de clase oligarca pro imperialista y en cumplir las instrucciones que reciben del Departamento de Estado de EE.UU.
La puja entre estos factores de derecha en algunos casos no es disimulada, la resistencia de los partidos a estar sujetos a los medios privados de comunicación se hace evidente, la conducta de los medios privados es desplazarlos y cuando menos le traza líneas y los aúpa para que los partidos de derecha luchen por los objetivos particulares de clase de los dueños de los medios privados, y a la par ser voceros expeditos de los intereses gringos, a costa de que los partidos de derecha se desgasten y hasta desaparezcan en la brevedad.
En el caso del padecimiento del Comandante Chávez los partidos de la derecha han expresado su posición de desearle mejoría de salud al Presidente y quizás acompañado la declaración de alguna crítica para aderezarla con la suspicacia que una vez terminada la rueda de prensa hacen: -aahhhhh...pero hasta allí, porque los partidos de la derecha saben que vienen de una contundente derrota electoral con la consabida frustración en la militancia a la que siempre le crearon la esperanza de que Chávez va a caer, pero que es una militancia que les pide explicaciones a las direcciones de los partidos de derecha y que no es fácil movilizarla y más cuando ya cunde la desconfianza interna hacia sus direcciones políticas.
Una derrota de esa envergadura les exige a los partidos de la derecha una redimensión de la política que llevan a cabo o es el comienzo de su desaparición de la escena política. Pero la clase oligarca y sus medios les exigen que quemen las velas, que se la jueguen todas por el todo. Las direcciones de los partidos que no son tontas se apuntan el ojo derecho y les responden a los dueños de los medios: mi ki, ve!
Por su parte los medios de comunicación, ni han asimilado, ni se dan por enterados que toda la estructura partidista de derecha y de los reformistas crujen ante la avalancha socialista bolivariana, claro! porque ellos no tienen el porqué darle la cara a la militancia opositora ni rendir cuentas de su gestión, ni su capital financiero está en juego, muy por el contrario, les importa tres pepinos lo que piense y sienta la militancia de la oposición y el resto del pueblo venezolano.
Los medios apátridas cartelizados se sientan alrededor de una gran olla y empiezan agitar el fermento con sus editoriales, notas de prensa retorcidas, declaraciones tergiversadas, agitan que agitan, se turnan para agitar cada vez más, se secan el sudor con las magas de las camisas mientras agitan y agitan, inhalar con goce el fermento que burbujea, que colocan una pizca en la palma de la mano y saborean apetitosamente, mientras más es el hedor de su paila mejor está quedando, expresan que le falta más cuerpo, agitan que agitan, con el mejungue que va quedando entintan las páginas con la que al otro día abren sus periódicos con titulares, noticias y remachan aún más con las “paginas de opinión” donde le añaden solemnemente: La empresa no se hace responsable de las opiniones vertidas por los articulistas. Si Luis…
En las azoteas, ventanas y en las salas de redacción de estos diarios vuelan y anidan zamuros o urubú en línea directa con calculadora en mano contabilizan y quieren y quieren más muertes, crean alianzas con las empresas del sexo, con las del escándalo publico y por supuesto la de la farándula y la espectacularización de la política. Escriben para todos los gustos que han estilizado.
Veremos y atentos el final de esta historia: la burguesía pro imperialista, apátrida con sus periódicos enfrentados a los resquebrajados partidos políticos de derecha con sus vetustas direcciones políticas.
Pero la inmensa mayoría del pueblo venezolano está en su quehacer productivo y creador; la Fuerza Armada atenta y en los parques y jardines muchos niños y niñas jugando, corriendo tras las mariposas y apostando al futuro: mientras que el Comandante Chávez va recobrando la salud.
Del otro del escenario de la lucha de clase está el laborioso pueblo genuinamente venezolano y bolivariano con sus sueños y esperanzas. Ya hace rato que el pueblo hace rato que perdió la inocencia y se distancia de la estupidez mental que propician los medios oligarcas.
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