La crisis del periodismo se debe a la pérdida de valores por parte de algunos “actores y actrices” de esa actividad tan vital pero prostituida por fetiches de cartón piedra.
Valor es algo muy íntimo que ayuda a cada individuo a tomar determinada decisión y sostenerse en sí mismo como una persona decente; hay valores personales y hay valores sociales, cuando determinados valores personales chocan con los valores del entorno social, entonces sobreviene un dislate y el sujeto se sumerge en un fango, en un universo inmoral, he ahí el caso de la periodista Carla Angola, que no es la única gorila tarifada de la farándula periodística.
La insolente mujer parece carecer del mínimo escrúpulo puesto que meter su naricita -¡bah!- en la pestilente zambumbia escuálida en Zulia y, además, comer de ella, pese al tufo, es de sabandijas.
¡Sa-ban-di-ja!
La decencia, la honestidad, el respeto a sí mismo pero, sobre todo, respeto al pueblo, son valores que, infringirlos es suicida.
Mas, por fortuna, hay periodistas ejemplares que dan la cara por nuestro pueblo y, no son pocos.
El gran proyecto de información alternativa es una respuesta eficaz ante la crisis del periodismo.
Nota: ¡40 x1 2 + 120 = 600!
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