De la destrucción de La Hojilla o el filo anticubano del ataque

Algo que resalta en el bodrio o montaje que se le atribuye a Mario Silva es la “presencia” cubana en toda aquella sucia y artera maniobra. Presuntamente un alto jefe de un tal G2 cubano cuya función en aquel monólogo es escuchar, no preguntar y menos opinar; una voz grave que más bien pareciera no estar allí, es decir, se utilizó semejante recurso para evidentemente tratar de darle credibilidad a la barata chismografía que le endosan a Mario.

Las políticas anti cubanas, anti Fidel y ahora anti Raúl, tienen en el tiempo la edad que tiene la revolución cubana, o sea, 54 años, media centuria de agresiones, ataques de toda tipo, invasiones, sabotajes, terrorismo, guerra bacteriológica, injerencia descarada, retención de espacios geográficos (Base Naval de Guantánamo, cuyo posesión prescribió en diciembre de 1999), intentos de aislamiento internacional, bloqueo económico.

En la medida que Cuba ha incrementado y profundizado su relación política con la revolución bolivariana, la estrategia del imperialismo ha sido trasladar sus agresiones a la relación de Venezuela y Cuba, pues esa alianza bolivariana ha contribuido en no poca medida al fortalecimiento económico, político y social de Cuba lo que ha desbaratado las intenciones de los gobernantes yanquis de rendir a la revolución cubana. El intercambio comercial, social en múltiples áreas: agrícola, militar, de salud, educación y cultura y otras muchas sin dudas fortalecieron ambos países y eso no se lo perdonaron los imperialistas yanquis al comandante Chávez, que le tendiera a Cuba una mano solidaria, de hermanos latinoamericanos para fortalecer la bloqueada nación.

Y es que el bloqueo ha sido tan afinado por los yanquis que hay una cacería de brujas contra Cuba a nivel mundial. Si, por ejemplo, un equipo médico que quiera comprar Cuba a cualquier país y este equipo tiene un componente de patente norteamericano, el gobierno norteamericano presiona al país o a la empresa vendedora para que no le venda el equipo a Cuba, es decir, hay una extraterritoriedad en una nación erigida en policía del mundo.

Lo primero que hizo el imperialismo fue venderle a la oligarquía venezolana y a la clase media el odio hacia Cuba y crear matrices de opinión de que Venezuela con Chávez iba hacia el comunismo cubano. Todo un manejo ideológico, mediático de una xenofobia, un chovinismo trasnochado y miserable que tuvo sus primeras expresiones en todo el proceso previo al golpe de Estado de 2002, durante el golpe cuando la mafia terrorista cubana (Ricardo Koesling, Salvador Romaní, Henry López Sisco y otros) junto a Capriles Randonski cercaron a la Embajada de Cuba y pretendieron su asalto y allanamiento.

En esas mismas jornadas donde la extrema derecha y el imperialismo buscaban el derrocamiento de Hugo Chávez con una insurrección de la clase media (lo que mal intentó Radonski el 15 de abril después de su derrota el 14-A), desde la tarima ubicada en Pdvsa Chuao, se exacerbaba el anti cubanismo y se mentía diciendo que de la embajada cubana estaban sacando armas en bolsas negras, abierta y clara incitación a que se agrediera la sede diplomática del país hermano.

Todos estos años el anti cubanismo, el anti fidelismo y el anti chavismo fue minuciosamente manejado, afinado en extremo para no permitir que hechos tan objetivos y contundentes como la extraordinaria colaboración médica y de salud en lo que comenzó con Barrio Adentro 1, traspasaran la conciencia de aquellos sectores ideológicamente manipulados y les permitiera objetivamente apreciar la enorme importancia de aquel convenio de salud que, de paso, rompía todos lo que en el área salud se había hecho en Venezuela, en momentos en que un sector mayoritario de los médicos y médicas se negaban a prestarle atención al pueblo y formaban parte de un perversa conspiración para matar la revolución por desatención masiva del pueblo. Los logros de Barrio Adentro 1, 2, 3 y 4 son tangibles y sus beneficios llegan incluso a esa clase media anti cubana.

Obviamente el imperio yanqui, los gobiernos de los presidente Bush y Obama, le temían y temen a esa alianza de cuyas fortalezas nació la ALBA, a la que se incorporaron países cuyas políticas y visiones ideológicas y estratégicas son coincidentes y que es uno de los más importantes centros multilaterales y alianzas de pueblos de nuestro continente.

El imperio no pudo –ni podrá– detener las fortalezas de esa unión que iniciaron Cuba y Venezuela, por ello el odio de la burguesía norteamericana hacia Cuba se incrementó y sus cipayos de la oligarquía venezolana y la clase media alta, siguiendo instrucciones, profundizaran no sólo su odio sino actuaran en consecuencia con políticas de calle contra Cuba, desde la “tomas pacíficas” de la Embajada Cubana por los pichones de fascistas del grupo Javu y Manos Blancas hasta la orden de incendio y destrucción de los CDI y la agresión de los médicos y médicas cubanas que dio Radonski cuando ordenó una insurrección por parte de sus seguidores el mismo 14 de abril cuando supo que había perdido las elecciones. Ojo: se preparan agresiones físicas hacia los médicos cubanos.

Nunca la xenofobia, el anti cubanismo, había sido tan fuerte y parte de una política que fascista como las noches del 14, 15 y demás días de abril. Un odio digno de mejor causa se imaginó que estaba en la Alemania nazi y él era el heredero de Hitler.

Afortunadamente nuestro pueblo, esos más de 20 millones de venezolanos (multiplíquese 7.5 millones de votantes por 3 miembros en cada familia), amamos a Cuba y le estamos no sólo agradecidos a Fidel y a Raúl Castro, también a esos miles y miles de médicos y médicas que con amor y humanismo realmente admirables le han servido a nuestro pueblo y salvado miles de vidas. Allí no prendió el odio a Cuba y a su revolución, sino el agradecimiento de aquellos miles de compatriotas que recuperaron la vista, que fueron curados de enfermedades terminales y valoran lo que Cuba es, hermana nación de la nuestra.

Que en el video aparezca un cubano, un supuesto alto jefe de inteligencia para más señas, forma parte de esas políticas. La derecha fascista le atribuye a Cuba condición de país colonialista, nada más ridículo y absurdo, pero ellos son así, mienten, dicen barbaridades porque piensa que nadie se parará en analizar aquella andanada de absurdos. Esto que en general describo aquí es un elemento para analizar el mudo interlocutor de Mario en la grabación fabricada. No nos sorprendamos que si vienen otras grabaciones y otros montajes el tema cubano sea igual de recurrente. ¡No pasarán!


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Humberto Gómez García

Director de la revista Caracola. Pertenece al Movimiento de Medios Alternativos y Comunitarios (MoMAC). revistacaracola.com.ve

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