l único que lograba retrasar el cumplimiento de una sentencia tácita pero concluyente, que desde los conciliábulos de la derecha y algunos centros de poder dominados por el quintacolunmnismo y el chavismo acomodaticio se había dictado, era el propio presidente Chávez. Hoy el ministro Villegas confirma la sentencia. Se va La Hojilla de RCTV. Antes, las severas maneras de rebatir Mario, las andanadas mediáticas de la derecha, eran los pretextos. Hoy es el audio que al parecer ya las autoridades del MINCI, dan por auténtico.
Si, el audio convertido en epitafio, en la tumba de un programa que en tantos escenarios defendió la revolución. Y hará falta la Hojilla. Porque vienen situaciones difíciles para la revolución. Que salgan Karla Angola y Kiko de Globovisión es una sonrisa con ocultos dientes de vampiro. Globovisión, cualesquiera sean sus actores, jamás cambiará un planteamiento altamente comprometido con los más altos intereses de la conspiración. Para ellos, eso es sistémico. Se equivocan quienes puedan pensar que aniquilando a Mario y La Hojilla de RCTV, vientos de armonía vendrían en los medios de la derecha.
Y Mario los combatió con fiereza. Ahora, es muy probable que hoy esa derecha, escondida en las alfombras que sus más notables mentores hayan tendido entre las tertulias con el alto gobierno, estén agazapados, diseñando los métodos golpistas para desarticular el gobierno revolucionario. Por eso hará falta Mario. Y sino, dígase con voz elocuente quién podría acometer con la fogosidad de Mario, las irreverentes formas de frenar la mediática contrarrevolucionaria. Mario expuso en mil formas su vida en defensa de la revolución. Quién en el concierto mediático lo ha hecho como él?. Si matices de realidad contiene el audio-Mario, porque los aludidos en él no han dicho un carrizo?
Muchas dudas se potencian con la defenestración de La Hojilla. En el corto tiempo se demostrará que la expulsión de La Hojilla avalada por el ministro Villegas, es un desacierto comunicacional. Si se pretende expiar asumidas culpas, creando programas que amortigüen la andanada mediática alejados de la contundencia que Mario estimulaba en La Hojilla, simplemente se han cedido espacios a la contrarrevolución.