APORREA ya forma parte fundamental en la lucha por la revolución y contra los contra la derecha radical, más rancia de Latinoamérica. Contra la burguesía. Y contra aquellos que son o sean convertidos en contra revolucionarios.
Nació hace 12 años, y desde ese entonces no ha dejado de aporrear a quienes se lo merecen. No sé si en otro país existe un periódico digital tan leído como Aporrea. Lo leen los de la derecha radical. Así como la derecha moderada. Lo leen los llamados nini. Lo leen los corresponsales extranjeros para estar mejor informados. Nutre, con los artículos que publica, a muchos periódicos del país, que bajan periódicamente los artículos que les plazca. Acepta artículos escritos por gente perversa. Es una muestra de su amplitud, de su ética y de su apertura a cualquiera expresar sus opiniones. Aporrea es un ejemplo de libertad de expresión en Venezuela.
2. Empecé tarde
Lamento no haber empezado a escribir en Aporrea años atrás. No sé por qué me inicié el 21 de junio del año pasado. Es decir, todavía no cumplo un año en esta actividad. Pero ese tiempo ha sido suficiente para darme de cuenta de la importancia de este periódico digital, no sólo para el pueblo, en general, sino para personas como yo, de avanzada edad. Jamás había tenido una producción diaria de artículos de opinión. Esa actividad me permite estar en acción, a nivel cerebral. Es, para mí, es una distracción o una catarsis. A la par que contribuyo modestamente a aporrear a la derecha venezolana, y defender la revolución. He tenido tres universidades en mi vida. La primera la Universidad Central de Venezuela, donde me gradué de Comunicador Social. La segunda, fueron los medios donde me tocó trabajar desde el mismo momento en que culminé mis estudios. Y la tercera, nada más y nada menos que APORREA.
3. Que vengan muchos años
Deseo, sinceramente, que Aporrea siga siendo el bastión donde cada quien, a su manera, expongan sus opiniones sobre el acontecer político, nacional e internacional. Que siga siendo la plataforma donde podamos aporrear a quienes se lo merecen. Hace falta en internet más aporreas. Pues, la actual, se ha convertido en una verdadera artillería del pensamiento. A este periódico digital lo lee Raimundo y todo el mundo. Dentro y fuera del país. He recibido correos de Estados Unidos, Francia, Inglaterra, de Irak, entre otros países. He recibido propuestas del extranjero para publicar mis artículos. E inclusive, la Radio Irak en español, me llama periódicamente para consultarme sobre un tema de actualidad. Todo eso se lo debo a Aporrea. Saludo a sus directivos. Saludo a las personas que desinteresadamente colaboran para que Aporrea esté todos los días en la palestra pública. Saludo, igualmente, a todos los articulistas de todo el país, que tienen en Aporrea un espacio para escribir cada día. ¡Que vengan muchos años más! ¡Volveré!