Desde hace días he notado en las redes sociales críticas, comentarios, contradicciones, y reflexiones sobres los camaradas que escribimos o hemos escrito en Aporrea en algún momento. Quienes, como pueblo de calle, sin otro mayor interés que la patria y el camino de la justicia social nos hemos atrevido en momentos difíciles y coyunturales a aportar nuestras reflexiones, análisis, críticas o autocríticas en las redes sociales y especialmente en la web de Aporrea, en algunos momentos no solo nos han descalificado como es obvio desde el lado de la oposición, sino también desde nuestra propia trinchera revolucionaria.
Hace un tiempo escribí en Aporrea una reflexión que planteaba la construcción de libros nacidos de escritos en esta web. Las temáticas son diversas partiendo de lo ideológico, crítico, social, cultural, histórico, medios, político y paren de contar. En mi caso particular, he dejado de enviar escritos no por presión ni por rabia, simplemente veo que hay un ciclo que se repite, y es fácil darse cuenta. Cuando revisamos nuestros escritos en las redes sociales se nota como reiteramos de algún modo las mismas reflexiones pero con diferentes títulos. Quienes nos leen o siguen en particular, podrían percatarse de eso con solo colocar nuestros nombres en diferentes buscadores de la web.
Ahora bien, con respecto a la posición de que hemos dejado de enviar escritos, no se trata de miedo, decepción o presión de nadie, se trata de conciencia pues, soy de los que pienso que la palabra debe ir acompañada de hechos. Reitero en morir con mis botas puestas como revolucionario, impregnada en mí desde niño. Creo también que irónicamente con el silencio se puede hablar, sobre todo, si se han dejado huellas y rastros en estos asuntos tecnológicos.
Sería interesante reunir a un grupo de camaradas que han hecho vida por algunos años en Aporrea y plantear un debate que diseñe esa propuesta que deje no sola la huella escrita en las redes sociales sino también en libros impresos. Nuestro Comandante Chávez estratégicamente nos dejó las estructuras para ello. Es bueno recordar también a los revolucionarios que hacen aparición en medios masivos de televisión que, es muy fácil insinuar críticas y descalificaciones a los camaradas que escriben en las redes sociales. Aunque la apariencia hace parecer que los aporreadores se ausentan, al contrario, son voces y presencia cotidiana de nuestra revolución. Aporrea es un libro revolucionario.
¡Estamos marcados!
