Después de casi dos años fuera de la tv, en el congelador como quién dice, reapareció el combativo y urticante camarada Mario Silva con sus pilas misilísticas bien cargadas y todo un arsenal político para contribuir a la demolición del nefasto golpismo, del fascismo de la aberrante ultra derecha criolla que concibe bombarderos contra Caracas y otras ciudades.

Vuelve Mario, cuadro político de primera línea y de los primeros anillos mediáticos revolucionarios del Comandante Supremo Hugo Chávez, a quién defendió con apasionada lealtad, sin cortapisas ni dudas como igualmente defendió la Revolución Bolivariana y Socialista a brazo partido.

Su estilo levantaba ronchas a la derecha que se veía descubierta, desnuda ante las denuncias implacables de este periodista popular, militante revolucionario de siempre, comunista a carta cabal. Precisamente ese estilo que daba en el blanco al descubrir las maniobras de la derecha y el imperialismo yanqui contra Chávez y el proceso revolucionario, que se metía por los meandros más tortuosas de un fascismo criminal y perverso y sacaba a la luz las intenciones más perversas de ese enemigo mortal del proceso que se veía descubierto, por eso concitó el odio y la maniobra de laboratorio que le urdieron para sacarlo de la escena a raíz del fallecimiento del querido Comandante, cuando, precisamente, a raíz de ese lamentable hecho, se produjo un terrible remesón en las filas revolucionarias, se dislocó el equilibrio, cambió una correlación de fuerzas que afectó precisamente uno de los cuadros más firmes y necesarios de la Revolución.

Un diálogo montado –siempre creí eso– con un interlocutor de palo, donde presuntamente atacaba al camarada Diosdado Cabello, figura estelar del proceso. Aquello aparecía más un burdo chisme que otra cosa y, en general, el mentado diálogo que, no me caben dudas, tuvo que ver con los laboratorios de la CIA en Miami, material cuidadosamente preparado y que tuvo un efecto letal para el formidable programa que era La Hojilla.

Con sorprendente ligereza y rapidez caminó la maniobra y la derecha logró quitarse de encima un temible y terrible adversario político, también aquellos corruptos, infiltrados, quintas columnas que recibían de Mario los dardos envenenados con el curare de la verdad, al ser desenmascarados con sus corruptelas, ilícitos y componendas con sectores de la derecha en negociados turbios que eran cubiertos con una boina roja que enmascaraba la traición y la felonía.

El viernes desde el programa Zurda Konducta fue hecho el anunció. Los valientes muchachos de ese programa anunciaron el notición, lo que fue ratificado nada más y nada menos que por el propio Diosdado en su convalecencia. Felicitó a Mario y le deseó éxitos. El impacto político de esa salutación no podía ser más significativa: o la dirección de la Revolución comprendió que un cuadro de la envergadura de Mario Silva no podía seguir en el congelados, haciendo titánicos esfuerzos marginales para ayudar en el proceso, o hubo un reconocimiento que se habían equivocado y producido una injusticia al dar por válido el bodrio y las intrigas cocinadas en los laboratorios de guerra sucia de la CIA, amén del error que significó sacar del aire a una de las primeras trincheras mediáticas de la Revolución.

Mario no claudicó ni se volvió el lacerante e hiper crítico en que se convirtieron camaradas como Tobby Valderrama y el grupo de Un Grano de Maíz, que uno no sabe a estas alturas, dos años después, si están con el proceso revolucionario o contra él. Otros respetados camaradas igualmente críticos pero sin sentido de la oportunidad, es decir, con un golpe de Estados en puertas, con ataques de la derecha, de la oligarburguesía, la clase media alta y el imperialismo, planteando críticas que pudieran considerarse inoportunas como la de llamar a una rebelión de las bases del Psuv o cosas similares.

Vino el programa La Hojilla en su nueva etapa televisiva y fue elogiado por el Presidente Maduro en términos de respetable reconocimiento, igual volvió a hacer Diosdado, es decir, Mario salió limpio de paja y estiércol y llamó no sólo a la defensa de la Revolución sino que pidió que lo ayudáramos a hacer un programa de mucha más calidad y fuerza que antes, porque dos años no pasan en vano y la realidad política de este momento es otra.

A Mario algunos sectores le criticaban su estilo discursivo, "chabacano y ordinario" le decían otros. Existían diversas críticas a su estilo, supongo que en esta nueva etapa el camarada Mario habrá revisado las críticas positivas, incluso las negativas, porque, en última instancia, de lo que se trata es de lo político, de armar un discurso convincente, minucioso, profundo, irreverente e implacable con el enemigo fascista que quiere destruirnos, no exento de pasión. Un discurso para todos, convincente, que demuestre las verdades sin necesariamente ofender al enemigo o descalificarlo.

Hay políticas que Mario debe, en esta nueva etapa, retomar, por ejemplo, la reorganización de la tropa de twitter y dominar en poco ese espacio, traer expertos como los que antes tenía. En estos momentos esa es una tarea urgente. En mis trabajos anteriores de defensa de La Hojilla hice hincapié en el error que había significado cortar ese proyecto en desarrollo iniciativa de Mario Silva, hoy dominaríamos con soltura las redes sociales nacional e internacionalmente.

Defendí a Mario Silva y el programa La Hojilla desde que comenzó la persecución en su contra, en Aporrea están en mi archivo los artículos: A propósito de su artículo "Guarimbas y la clase media", http://www.aporrea.org/oposicion/a184516.html. "De la salida de La Hojilla a la agresión de Twitter a Maduro". http://www.aporrea.org/actualidad/a176276.html. "¿Quiénes están detrás de la suspensión de La Hojilla?". http://www.aporrea.org/medios/a167276.html. "De la destrucción de La Hojilla o el filo anticubano del ataque". http://www.aporrea.org/medios/a166755.html. "De la destrucción de La Hojilla a la destrucción de la revolución". http://www.aporrea.org/actualidad/a166628.html.

Fueron 5 artículos escritos en diferentes momentos y en defensa de un camarada injustamente atacado. La vida me dio la razón.

Con relación al día del programa, los sábados a las 7 pm. me parece que no es el mejor día, pudiera considerarse el martes, jueves o viernes a las 9 ó 10 de la noche. Creo que en la semana hay más teleaudiencia e interés y el público es más heterogéneo que es lo que se busca para tener un rating creciente. Puede haber un público cautivo sobre todo en el ámbito revolucionario y chavista, pero pasaron dos años y son demasiadas las cosas y hechos políticos que han pasado en esos 24 meses, por eso hay que posesionar nuevamente a La Hojilla con programas contundentes, de mucha calidad y credibilidad, no panfletaria y si muy de mucha hondura de periodismo científico, investigativo, de inteligencia popular.

Con La Hojilla se refuerza el cuadro de programas y analistas políticos de envergadura para la defensa de la Revolución, del Presidente Nicolás Maduro y el Gobierno revolucionario por VTV: Corriendo y Cayendo, Zurda Konducta, Con el Mazo Dando, AunCLICK con Larissa Costas, y diversos programas de opinión y entrevistas como Cantar de Gallos y El Desayuno, Mesa Informativa, El Kiosko Veraz, Los Robertos, Sin Coba, Dossier, entre otros. No hablemos de los magníficos programas de opinión, análisis político y entrevistas de ANTve y los de Tele Sur. Por supuesto está de refuerzo informativo de Rusia Today que no es poca cosa y nuestra gran camarada, la valiente Eva Golinger, quién transmite sus valientes denuncias desde las entrañas del monstruo, el imperio yanqui.

Felicitamos al camarada Mario Silva por su regreso a nuestro canal bandera, VTV, por la puerta grande, con la frente en alto y con humildad revolucionaria, bolivariana y chavista. No puede ser más oportuna su llegada.