Ni siquiera el agudo Presidente Chávez pudo escapar de la diabólica tentación[1] de este eficaz inquisidor mediático llamado Twitter; es más, gracias a su “ChávezCandanga” que llenó los espacios electrónico en cuestión de segundos y de lo cual Chávez y chavistas se colmaron de fatuo orgullo, logró hacerles una inconmensurable promoción a semejantes medio ocupado como se halla en conocer hasta tus detalles más íntimos, más privados con propiedad.
Estas peligrosas arma sicológicas (TWITTER, FACEBOOK, LINKELN, etc.) han estado en manos de la derecha por ser en sí mismas mercancías de lujo y por supuesto sus usuarios natos siempre llevarán una gran ventaja. Tales medios son en principio inasequibles para las masas, y de allí que el Estado haya desembolsado incalculables recursos para satisfacer lo que ha considerado el empoderamiento de chavistas en esos bienes, con lo cual, a su vez ,ha terminado enganchado a millones de seguidores de izquierda ahora muy entretenidos en la compra de celulares y pago de diezmos llamados saldos, que es el objetivo principal de estas armas, para distraernos y ellos seguir operando en paralelo en acciones extramediáticas de inconfesables intenciones.
A lo sumo, los venían practicando muchos proletarios infatuados para ponerse a la moda, así dejen de comer, ellos y sus hijos, con tal de tener saldos para mensajitos, de los que a duras penas disponen y se los ofrecen como engarce porque conversaciones de viva voz no pueden realizarla cuando va con cargo a dichos saldos propios.
Tales tweets se han convertido en auténticos chismorreos académicos, burocráticos y vulgares, en dimes y diretes, porque absorben un tiempo valioso que bien podía dedicarse a acciones más constructivas.
La guerra que sufrimos ahorita mismo, y en Valencia con mayor fuerza, según señalamos antes, por ejemplo, no es mediática porque al fin y al cabo los papeles y los mensajitos aguantan de todo como el papel; la guerra es económica, mientras la otra son trapos rojos. Que la usen el imperio y sus seguidores entre sí, eso no tiene por qué invitarnos a hacerla nosotros cuando sabemos que nos llevan mucha ventaja. Es un juego inganable por ese camino.
Hacia la atención de esta guerra y con la mayor brevedad posible, desde el Presidente hacia abajo debe dedicarle máximo tiempo y desprenderse de esta mediática twittera que nos engaña, distrae y siempre se hallará en desventaja frente a la manejada por la oposición que son frentes soldadescos en esta guerra. Una mediática ya mundializada o imperialista.
[1] Otra diabólica tentación vigente es la de algunos Jefes de Comunas, ante el libérrimo bachaqueo cometido en esta Valencia y algunos municipios suyos, ciudad que al parecer, sigue siendo del Rey o de sus sucesores que se hallan todavía vivitos y coleando y cuentan con una numerosa plantilla de auténticos serviciales y vasallos en el mejor estilo de los tiempos mantuanos, una actitud a ojos vistas en las comunas-algunas-sin que autoridad alguna “chavista” haga algo por frenarlo. La Alcaldía está en manos opositoras al gobierno, esto lo sabe hasta el gato. Pocos Alcaldes asumen sus responsabilidades administrativas, pero las reemplazan por las políticas en las cuales está la de dotarse de recursos que financien esas actividades políticas y les quede algo para el amanezco. Las Alcaldías, nombre retrógrado en sí mismo, es una institución pionera en el Estado venezolano, antes Capitanía, que, por cierto, debería ser objeto de una revisión o reforma profunda para actualizarla a los nuevos tiempos. Alberga muchos rezagos históricos que merecen esa modernización lo que ayudaría en mucho a la propia actividad de los Alcaldes en cuestión. Seguimos, pues, sin recibir ni siquiera una piche bolsita de comida. Cuando no es la excusa A, es la B, y pare de contar, como si comer fuera un acto postergable. Avisamos a las autoridades competentes para, por favor, tomen cartas en este peligroso y criminal asunto. Sería bueno salir fuera de los estados y municipios marcadamente chavistas porque esos, si a ver vamos, ya no suman más, pero en los desasistidos puede haber mucho voto pendiente de conquista.