"La burla significa en muchos casos falta de ingenio".
Jean de la Bruyére.
Todos los lunes, me conecto a la "Antena del cono sur", escrita por el periodista Grossman Parra Pinto, tratando de aprender, o por lo menos enterarme de los "chismes" del enmarañado ambiente político del estado Portuguesa, pero por mucho interés, y dedicación al leer esa columna, termino repasando las mismas burlas, con el cual pretende ridiculizar las opiniones de funcionarios de algunos organismos, como lo hizo esta semana al "dedicársela" al CNE, copio textualmente: "FRASES CÉLEBRES: De verdad-verdad, esta si es una frase única, especial, eterna, inimitable, risible y hasta ridícula: rectora Socorro Hernández- "En el CNE defendemos por igual los derechos del gobierno y de la oposición" (Ja-ja-ja.- Je-je-je.- Ji-ji-ji.- Jo-jo-jo.- Ju-ju-ju). Sigan leyendo. EL DIPUTADO HUGBEL ROA (PSUV) debe estar bravo porque no coloqué la suya: "El CNE es una de las instituciones de mayor prestigio en el país".
Nada de esto, es raro en la manera de escribir de este periodista; parece no darse cuenta, que el tiempo, muchas veces se convierte en el mejor examinador del ser humano, cuando se acostumbra a la palabrería . Hace rato, perdió la "compostura", para caer en el grotesco abismo del fanatismo político, sin ninguna sindéresis, creyéndose el centro de atracción. Todas las semanas, lanza sus acostumbradas carcajadas, sin ningún chiste o motivo aparente; tiene razón, Baltasar Gracián, en su pensamiento "El que ríe por cualquier cosa es tan necio como el que llora por todo."
En ninguna parte del mundo, encontramos un organismo electoral, tan vigilado, y revisado por todos los representantes de los partidos políticos; a pesar de esto, la derecha acepta los resultados, cuando le son favorables; el ejemplo más claro lo representa el excandidato presidencial Henrique Capriles Radosnki, quien apenas se enteró de la amarga derrota antes Nicolás Maduro, arremetió contra todo lo que conseguía a su paso; le faltó poco llamar a los bombarderos de USA; todo lo contrario, cuando salió airoso en el estado Miranda, como "gobernador", se limitó a recibir los credenciales, sin reconocer la seriedad del organismo rector.
Esa conducta de la derecha venezolana, no es nada nuevo; desde el mismo momento de conocerse el primer triunfo por amplia mayoría del fallecido Comandante Chávez, empezaron a dudar de la pulcritud del CNE. No reconocen la transparencia de ese organismo, a la hora de emitir los resultados, a pesar de minuciosas revisiones; sin embargo cada momento arremeten, por el simple hecho de no complacerles sus caprichos, para violar los reglamentos, y los lapsos establecidos en las consultas electorales.
Las críticas llueven desde cualquier lado de la derecha, con las opiniones retorcidas de algunos expresidentes foráneos, y varios en ejercicios, con cantidades de problemas en sus países, pero poco les importa; buscan la manera de aparecer en los más destacados noticieros, cumpliendo los mandatos del amo: el gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica para paliar en parte sus crisis internas; cada momento presentan un pretexto, disfrazados de demócratas.
En nuestro país, la mayor fuerza la ejercen, algunos comunicadores, enquistados en las ruinas de AD y COPEI; el ejemplo más evidente, y preciso: Grossman Parra Pinto; vieja ficha del partido social cristiano; hasta soñando, vive criticando, todo lo que tenga algún parecido, o relación con el gobierno; difícilmente encontramos a un periodista, tan ofuscado, y "enfermizo", como este señor. Puede que sea muy leído; algo que dudo, por el sacrificio, que representa leer un rosario de chismes -según- su propia confesión. A lo mejor, estoy cometiendo el error de resaltar lo que pasa sin trascender, y despierto la curiosidad en los numerosos y consecuentes lectores del diario "Ultima hora".