He leído con interés un artículo escrito por José Pilar Torres, que originalmente publicó en Todosadentro el 6/01/2007 titulado “Cerrar a RCTV es un mal negocio político” y que reproduce en aporrea bajo el link http://www.aporrea.org/medios/a29166.html con el mismo título el 8/01/2007
Por supuesto, amigo José Pilar Torres, que sí lo anotaré en mí lista de sospechosos de escuálidos.
1. ¿Desde cuándo la política es un negocio?
2. ¿Quién le ha dicho a usted que en la revolución se negocia?
Usted, en su artículo dice: “Echarse encima a esa gente no es una buena manera de comenzar el año”.
Esa gente, señor Torres, el presidente Chávez la tiene echada encima desde el cuatro de febrero de 1992; el gobierno, desde la asunción al poder en 1999 y la revolución, es decir, el pueblo, desde toda la vida.
Usted dice: “ni el Presidente, ni ningún funcionario -por más que haya sido
electo popularmente, de manera aplastante- tiene derecho a decidir cuáles
opiniones políticas deben difundirse y cuáles no”.
Tengo la ligerísima impresión, amigo Torres, que usted no ve televisión o lo peor aún, no vive en la realidad. Hagamos, pues, un histórico para que conozca la razón que tiene el Estado Venezolano, la Sociedad Venezolana y Chávez, es decir, el Presidente y a su vez el cuentadante del Estado, en no renovar la concesión a RCTV y a su vez, apoyarla sí es que nos preciamos de ser una sociedad decente.
No sé desde hace cuánto tiempo atrás, esos sí, desde antes de la llegada de este “comunismo” que nos agobia, este canal ha venido sistemática y consuetudinariamente atacando los valores morales de la familia venezolana con su programación sacada de una cloaca. ¿Usted no recuerda, por ejemplo, un programita que trasmitían a eso de siete de la noche en donde sus participantes aparecían en ropa íntima, hombres y mujeres casi haciendo el amor y cualquier otra posición erótica llamado APRIETA Y GANA? ¿No recuerda acaso que en sus dramáticos, indistintamente de cual fuese el horario en que se trasmitieran, repetían iguales escenas cargadas de pornografía? ¿Usted nunca llegó a ver un “unitario” llamado ARCHIVO CRIMINAL y trasmitido en “horario estelar” en donde dramatizaban toda la violencia que ya, desde aquellos tiempos de la cuarta república, se vivía en nuestra sociedad y que ahora tanto critican, con escenas cargadas de violencia, aberraciones sexuales como violaciones, sadomasoquismo, homosexualismo, etc, etc?
¿Usted no recuerda acaso que hasta la mismísima CONFERENCIA EPICOSPAL VENEZOLANA llegó a criticar su programación?
¿Usted no recuerda que fueron ellos mismos, los dueños de RCTV, en unión de otros dueños de televisoras quienes se autocensuraron el trece de abril de 2002? ¡Ellos mismos se cerraron!
Entonces, sí es el Estado Venezolano quien otorga la concesión para que sea explotada con condiciones, entiéndalo, con condiciones y esas condiciones son violentadas ¿no es el cuentadante del Estado, es decir, el Presidente de la República, o lo mismo, Hugo Chávez, así como lo fue en su oportunidad el Presidente de esa época, Jaime Lusinchi quien la otorgó el que tiene la potestad de negarla una vez vencida?
Para concluir, usted sabe que en este país a nadie se ha censurado por emitir sus opiniones políticas, sino pregúnteselo a Miguel Ángel Rodríguez, al Señor Leopoldo Castillo, a Marta Colomina, al inefable Mingo sí de periodistas se trata o si a políticos prefiere, a Felipe Mujica quien en sus opiniones políticas, como usted las llama, le sacó la madre al Presidente de la República o a Capriles Radonski, que asedió a una embajada, hechos todos presenciados o vistos, como le guste mejor, por nuestros medios “libres” de comunicación social en su deber informativo más no en su deber de apoyar y aplaudir esas acciones, como lo hicieron y entre ellos se cuenta RCTV.
De tal manera amigo Torres, que si usted lo quiere ver sólo desde la óptica de la política es su problema. El Estado, el Presidente, la Sociedad Decente Venezolana, los usuarios que somos la mayoría, un 63% se lo recuerdo y hasta una buena parte de la Iglesia lo ve como un problema ético y no político
Es posible que usted tenga razón en cuanto a que esta decisión despierta al dragón del ultrachavismo, me declaro uno de ellos, pero también es cierto que pone en evidencia a personas como usted que se dicen afectos al proceso y sin embargo son tremendos escuálidos o simplemente no han entendido que se viven tiempos de revolución y en tiempos de revolución la política no es un negocio, ni se negocia con ella.
¡Que conste en acta mí voto de aprobación!
(*)Médico
elieceralvarado@hotmail.com