En el tapete de la discusión pública está el planteamiento de qué hacer a partir del 28 de mayo cuando definitivamente se haga justicia y a RCTV, no se le renueve más la concesión.
En este sentido aun no se ha tomado una decisión, la idea es que surjan diversas propuestas para que se implemente la que mejor se adapte a las circunstancias, a la idiosincrasia, a las necesidades que tiene el país de una televisión diametralmente opuesta a la que ahora padecemos, como producto de programaciones que carecen de elementales principios de respeto a las normativas legales y a la dignidad de la persona por parte de los canales comerciales.-
Estamos a tiempo; ya han surgido algunas ideas y propuestas, que los organismos competentes tendrán que sopesar, para escoger la que mayor consenso logre entre los diferentes actores, una vez que sea difundido y dado a conocer al pueblo venezolano.-
Una de las propuestas por la que personalmente me inclinaría sería la que en otros países ha resultado exitosa y que es el caso por ejemplo del vecino país Colombia en donde el Estado como propietario de la señal subasta o asigna espacios a programadores independientes, para que entre todos los que reciban la buena pro ofrezcan una programación variada que durante el tiempo requerido lleve a la audiencia lo que mundialmente está establecido que no es otra cosa que educación, información veraz y entretenimiento, sin excluir la posibilidad de que existan programas de opinión pero que se desenvuelvan con respeto y con la participación de los diferentes sectores del pensamiento, los cuales tengan en esos espacios la posibilidad de emitir juicios críticos pero no exentos de verdad, que no sean desmentidos por la realidad como es frecuente ahora, cuando se lanzan acusaciones al voleo con el sólo animo de engañar o hacer oposición a ultranza; los resultados una seguidilla de derrotas que parece no les han servido de nada, porque siguen tropezando con la misma piedra.-
Quienes reciban el espacio respectivo deberán ser verdaderos profesionales e insospechables venezolanos, que garanticen que sus espacios no van a ser aprovechados para subvertir el orden, para conspirar contra la constitución, para dañar la honorabilidad de instituciones y personas, en la que quepa la denuncia pero sin mentir, sin calumniar y sin echar a rodar supuestos que sin prueba alguna puedan dañar la reputación de entes y personas.-
Si ésto se logra con normas claras que sean garantía de que las partes van a respetar estrictamente las Leyes y la Constitución, bienvenida la no renovación, pero si se va “a salir de Guatemala para caer en guatepeor”, sería mejor meter la señal al congelador que allí por lo menos va a estar mejor que haciéndole daño a la sociedad como ha sido el caso de la moribunda RCTV.-
En Venezuela ya existe un alto número de productores independientes, unos tal vez con posibilidades de poder financiar la puesta al aire de un programa de televisión que reúna unas condiciones tales que sean del agrado de las gran mayoría de los potenciales televidentes y otros, tal vez los más, requieran de financiamiento para programaciones de calidad y que llenen todos los requisitos, a éstos el Estado Venezolano debe garantizarles la oportuna ayuda financiera para que puedan llevar a cabo sus proyectos.-
Si se aprovecha esta gran oportunidad para que se logre implementar una nueva televisión que sea ejemplo aquí y fuera, para orgullo de todos los venezolanos, estaríamos dando por más que justificada la medida a la que RCTV se expuso y la cual pudo evitar si hubiese rectificado a tiempo su conducta violatoria de leyes y principios.-
El nuevo canal no puede caer en el error de ser un clon o una mala imitación, de cualquier otro canal de aquí o foráneo, ha de tratar por todos los medios de ser algo diferente, original, sin enlatados alienantes, capaz de adaptarse a los cambios tecnológicos y de todo orden, que por ningún motivo sea vocero de una sola corriente del pensamiento, que por el contrario, en los programas de opinión, que los habrá de tener, se le de cabida a las distintas corrientes y que en ellos el moderador no se convierta en un contrincante del entrevistado, como es ahora, sino más bien en éso: en moderador y no en un defensor a ultranza de su posición muy particular.-
La programación ha de ser variada y no repetitiva en donde de manera equilibrada confluya la cultura, el arte, la economía, la política, el deporte, el entretenimiento, la información, la educación es decir toda la gamma de determinaciones que confluyan en la sociedad venezolana y mundial.-
Roguemos pues, hagamos fuerza para que lo que al final se logre sea lo mejor y lo que más convenga al pueblo venezolano en su totalidad y que el 28 de mayo comencemos por fin a tener una señal distinta, novedosa y que concite la aprobación favorable de las mayorías.